Desde esa noche //Resident Evil// Leon S. Kennedy y tú

Capítulo XXIII

Pov Leon.

Al ver que Arias estaba sobre el Helicóptero, tome mi moto y la arranque, o esto puede salir bien o muy mal, sin dudarlo deje ir a toda velocidad mi motocicleta saltando en el último momento, gire en el suelo incorporándome sacando mi arma al notar que la motocicleta había logrado lo que quería.

-¡Atrápala!- exclame disparando directo al tanque provocando que explotara.

-¡Leon!- escuche a Chris quien se acercaba rápidamente-deshagámonos de una vez por todo de ese imbécil- habló decidido acercándose al balcón- Púdrete hijo de perra- y sin más observe como el misil logró que explotara en pedazos.

Mi respiración era agitada, no sabía cómo estaba ____, y mi cuerpo se tensó al ver el helicóptero descender en el helipuerto del edificio donde nos encontrábamos, sin dudarlo corrí subiendo las escaleras, pero mi alma dejo mi cuerpo al notar a la chica inconsciente en los brazos de uno de los soldados, había sangre en su hombro, mierda, corrí ayudando al soldado, la apegue a mi pecho mientras sentía como su respiración era más pausada, arranque un trapo de su chaqueta levemente destruida para hacer presión en la herida.

-Hey, no te puedes rendir- hable desesperado- no después de todo, por favor- acaricie su rostro con mi pulgar, estaba frustrado, ¿por qué tuvo que arriesgar su vida de nuevo?, mi corazón latía tan fuerte que temía se saliera de mi pecho, acurruque parte de su cuerpo sobre mi pecho- tenemos mucho de qué hablar- solté mientras acariciaba su cabello y reprimía los sollozos.

-No sabía que eras un llorón, Kennedy...- escuche su voz, esa voz que me emana tanta paz y tranquilidad, baje mi vista observándola, sus ojos parecían soñolientos, mientras que trataba de articular una sonrisa.

-Maldita sea- espete observándola mientras me dedicaba una sonrisa un poco burlona- harás que me muera de un maldito ataque

-Si, bueno... mierda- se quejó tomando su costado, fruncí el ceño notando que también estaba herida de ese lado.

-Tenemos que llevarte a un hospital- me quite la chaqueta para cubrirla, luego la tome en brazos.

Noté como Chris y Rebecca se acercaban, mientras aceleraban el paso.

-DC ya viene en camino- se acercó Chris observando a la chica débil entre mis brazos.

-Creo que puedo detener la hemorragia- habló la doctora frente a mí.

Ya habían pasado unos minutos desde que Rebecca estaba curando a _____, mientras que mi impaciencia me carcomía.

-Ella es fuerte- escuche hablar a uno de los que si no mal recuerdo eran sus soldados.

-Lo sé, ¿tú eres uno de los que estaban en China no?- cuestione mientras trataba de recordar su nombre.

-David, y él es Alex- habló señalando al chico que se encontraba hablando con Chris.

-¿Ustedes... han estado siempre bajo el mando de ____?- indague mientras mi vista se perdía en Alex y Chris.

-Si, de hecho, ella ha puesto su vida con el objetivo de salvar la nuestra- al escuchar eso deje escapar aire, ¿cómo era posible que esa chica fuera tan buena?-

-Ya está estable- escuche una tercera voz percatándome de que se trataba de Rebecca.

(...)

El sonido de las hélices era el que predominaba en el ambiente, Chris, Rebecca, DC, Nadia, ____ y yo, nos encontrábamos sobrevolando el suelo estadounidense soltando el gas de los tanques como vacuna para las personas que fueron infectadas.

Cuando yo era niño, nunca pensé que mi vida se convirtiera en esto, pero a pesar de eso no me arrepiento, porque si, esa chica que está a mi lado abrigándose con mi chaqueta mientras mantenía su cabeza sobre mi hombro despertó algo que aún no puedo descifrar, ese nerviosismo y revoloteo que jamás pensé sentir, lo había provocado una sola persona con tan solo sonreírme, decir mi nombre o incluso mirarme con esos orbes, los cuales quiero conservar solo para mí, habían logrado que me sintiera impotente si alguien le hacía daño, así que, puedo decir que al menos aquella noche en esa tienda el cruzarme con ella fue uno de los mejores accidentes que pudo haberme pasado.