Morte.
Pasado.
Día de la muerte de Leah Miller.
—Morte buenos días ¿cómo estás?
—Fingiré que no has hecho esa pregunta Leah. Buenos días.
—Ok, lo siento —sus labios se formaron en una línea.
—No pasa nada.
—De acuerdo, pero al igual siento a ver olvidado que te no gusta esa pregunta —paso la mano por su cabello —Dios, estoy me meo de nervios.
—¿Nervios?
—Si Morte, es hoy, por fin hoy es el fin de nuestra misión secreta.
Creo que palidecí, sabía el gran peligro que esto implicaba, había ¿Cuánto? Un veinte por ciento que esto saliera bien.
—¿Crees que esto sea buena idea? ¿Por qué no lo dejas y vas a casa?
—Ey, ey Morte tranquilo, no es momento de rendirnos, no cuando hemos llegado hasta aquí.
—No quiero que te pase nada.
—Tranquilo sí, todo va a salir bien.
No dije nada solo la vi caminar hacia mis padres para mantener una conversación estaba más que seguro, que mantendrían la misma conversación. Le eché una última mirada triste y me volví hasta acostarme en mi cama.
Jamás había tenido tanto miedo de perder a alguien, mi familia y yo éramos inmortales, no había alguna forma que nos hiciera morir, pero ella era una humana, si alguien fuerte y arriesgada, pero no con la suficiente fuerza para atreverse a desafiar la muerte. No me quedaba duda de que esta misión seria jugar con ella, porque era todo o era nada, un movimiento en falsoo y todo se iría a la basura.
—Tengo un mal presentimiento —dijo Onyx tomándome por sorpresa.
—Yo también hermano —resople algo frustrado por toda la situación.
—Salir es lo que más deseo en mi vida, pero prefiero quedarme aquí para siempre, que apoyar a Leah en esta estupidez. Son muchos Morte.
—Lo sé, pero sabes que, aunque le digamos que no ella seguirá cenegada al sí.
Me dio una mirada triste y no volvió a decir nada más. Escalo la escalera y se acostó en el colchón de arriba de la litera.
Onyx se había vuelto cercano a Leah, le había costado muchísimo, pero ella tenía el poder de hacer que cualquiera cambie de opinión, su dulzura, su amabilidad al expresarse, esa manera de no dejar que nadie la pisoteara, su seguridad, y esa manera de lograr transmitir confianza la volvían tan única. Dudaba tanto que algún momento fuera a encontrar alguien como ella.
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El Plan Perfecto
Ciencia FicciónBridget Jonhson es una chica tímida, soñadora, frágil como el pétalo de una flor, aunque hermosa y única en medio de un jardín, con un gran futuro por delante por ser miembro de la prestigiosa familia Jonhson, pero todo se ve interrumpido cuando es...