Capitulo 1 una llave y un diario
Clara Oswald, una mujer de espíritu inquisitivo y apasionado por el conocimiento, se encontraba inmersa en su rutina diaria en el departamento de restauración y preservación de la prestigiosa Universidad de Miskatonic. Su trabajo, lejos de ser monótono, era una constante aventura. Cada manuscrito que pasaba por sus manos era un portal al pasado, un viaje en el tiempo que la conectaba con la historia.
Sin embargo, aquel día, su rutina se vería interrumpida por un hallazgo inesperado. Mientras buscaba un libro en un estante cubierto de polvo, sus dedos tropezaron con un pequeño diario. La curiosidad, esa vieja amiga de los académicos, la impulsó a hojear sus páginas desgastadas por el tiempo. Lo que encontró en su interior la dejó sin aliento: una llave de plata brillante, casi mística, reposaba entre las palabras escritas con tinta desvaída.
Una extraña conexión se estableció entre Clara y aquel objeto, como si una fuerza invisible la atrajera hacia él. Supo en su corazón que aquella llave escondía un poder y un misterio que superaban su imaginación. Decidida a desvelar la verdad, guardó el diario y la llave en su bolso y se dirigió a casa, un refugio más propicio para su investigación.
Su hogar, un poco descuidado y polvoriento, reflejaba su vida dedicada a la academia. Era una casa antigua, con paredes de ladrillo rojo y grandes ventanas que dejaban entrar la luz del día. Los muebles, aunque viejos, eran acogedores, y cada rincón estaba lleno de libros y papeles. No solía pasar mucho tiempo allí, excepto en su cuarto y en el viejo estudio de su padre. Al entrar, casi tropezó con una pila de libros en el suelo, pero ya estaba acostumbrada. "Debo limpiar cuando tenga tiempo", se dijo entre risas, sabiendo que esa promesa probablemente no se cumpliría.
Sacó su llavero y tomó la llave del estudio de su padre. Al abrir la puerta, un olor a papel viejo y humedad impregnó el aire, pero ella sonrió. "Nada como el aroma de libros antiguos después de un día de trabajo. Ahora, a ver qué hay en esto". Colocó el diario y la llave sobre la mesa mientras encendía una pequeña lámpara de luz amarilla, que iluminaba el espacio con una calidez nostálgica.
Clara se acomodó en la vieja silla de su padre, que crujía con cada movimiento, como si protestara por el peso de los años. Al abrir el diario en la primera página, notó una firma apenas legible y una fecha: R.C. y 1927. Las palabras parecían saltar de la página, llenas de descripciones vívidas y relatos de aventuras en un mundo desconocido. Se sumergió en las historias de R.C., perdiéndose en las descripciones de un lugar llamado las Tierras del Sueño y la enigmática ciudad de Kadath.
Las horas se desvanecieron mientras Clara permanecía absorta en el diario, hasta que algo brillante en la mesa captó su atención: la llave. Por un instante, se había olvidado de ella. La miró con una mezcla de fascinación y temor, sintiendo una inquietante conexión. A pesar de su belleza, había algo en ella que la perturbaba. Decidió dejarla a un lado por el momento y se levantó de la silla, estirándose para aliviar la tensión de sus músculos.
Se retiró a su santuario personal, su habitación, dejando atrás el estudio y la montaña de libros aún por explorar. Su cuarto, un collage de mapas, cuadernos y herramientas de restauración, era un remanso de paz en medio del tumulto. Se deslizó en su cama, cerrando las cortinas para bloquear el brillo plateado de la luna. Cambió sus zapatos por su pijama favorito, un conjunto de seda verde que la envolvía en una sensación de confort.
Antes de rendirse al sueño, Clara lanzó una última mirada a la llave. A pesar de su desconcierto inicial, sentía una atracción inexplicable hacia ella. Sabía que un enigma aguardaba ser desvelado, pero eso tendría que esperar hasta el amanecer. Con ese pensamiento, apagó la luz y se acomodó en la cama, preparándose para el descanso que necesitaba. Sin embargo, mientras sus ojos se cerraban, no podía evitar pensar en la llave y el diario. No eran simples objetos; podían ser portadores de algo mucho más oscuro.
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Clara Oswald y el misterio de la llave de plata
Mystery / ThrillerClara Oswald, una joven experta en paleografía de 29 años, ha dedicado su vida a la restauración de manuscritos antiguos en la Universidad de Miskatonic, en Arkham, Massachusetts. Entre los polvorientos pasillos de la biblioteca, donde la historia s...