El paralelo amor en un espejo>☆<

Mi yang ☯️

Pov: Shiro

Las calles son tan frías en invierno.

Noviembre acaba de empezar y la escuela sigue igual de pesada.
Me pregunto, ¿será que soy yo de temperatura calida o por qué me gusta tanto el frío? Sea como sea... Es una rutina

—Te estás quejando otra vez, ¿no es así?—

Detuve mis pensamientos por un momento al escuchar esa voz.
¿Cómo no reconocer aquella voz tan relajante y a la vez molesta que me persigue desde que tengo memoria?

Y ahí estaba él, un chico tan molesto e insistente como una mosca, pero a su vez tan inteligente y astuto, tal como un gato

—Eres una molestia... Lo sabes ¿Verdad?—

—Tal vez, pero soy tu molestia—

La pequeña sonrisa que acompañó sus palabras fue tan molesta que por un momento me perdí en ella

—Cierra la boca, "Ba-Mi"

—En tus sueños, "Shi-Shi"

Me abstuve a soltar un largo suspiro, uno muy pesado... Dios, dame paciencia, que, si me das fuerza haré lo posible por matarlo, quería matarlo.
Estuve apunto de darle un puñetazo cuando el tonto optó por correr, alejándose de mí. Antes de perseguirlo un recuerdo llegó a mí: debo llegar temprano, pero por culpa del estúpido de Ba-mi estoy retrasado... ¡Maldita sea!

—¡Hey, espera!

—¡Corre más rápido o siempre te ganaré el puesto, Shi-Shi!—El de mechones verdes sacó la lengua en burla, soltando una carcajada.—

Ese estúpido apodo... Aún así, sólo tú puedes llamarme por ese sobrenombre tan infantil.
Acelere el paso y en poco tiempo lo sobrepase hasta llegar al instituto; obviamente tuve que quitar mis zapatos y dejarlos en el casillero, para cuando cerré este estaba el pelinegro jadeando en un intento de recuperar el aire

—¡Vamos Shi-Shi!... Ah... No era en serio, sabes que eres mejor deportista que yo—Retomó el aire, apoyándose de los casilleros para mantenerse de pie.

—Entonces no te metas en cosas que no puedes ganar, solo mírate... Parece que en cualquier momento vas a desmayarte.—

—Lo sé... Pero no importa, vamos ya o el profesor llegará antes que nosotros y no queremos un reporte...

—Como tú digas—

Tuvimos suerte, justo cuando nos sentamos el profesor de Lengua accedió al salón. Ugh, odio los lunes por esa razón, odio todos los días y los odio a todos... Pero, aunque no lo parezca es el único que puedo aguantar, tal vez el único que puedo querer. Digo, solo mírenlo, su cabello azabache desordenado junto a su cabello teñido de un verde tan... Hipnotizante, aquellos ojos como los de un gato, que parecen tener el atardecer más bello en ellos... Esas sonrisas bobas Y... ¿Cuándo fue que caí rendido ante él? Realmente no importa, ni siquiera debe saberlo, no está bien que él me guste. No porque me importen los prejuicios o ideologías, nada de eso, más bien es el miedo que tengo de perder su amistad, de la posibilidad de perderlo para siempre... ¿Qué pasaría pasaría si por confesar mis sentimientos él se aleja?
Es notorio que le sea atractivo a varias chicas y él algunas veces me habla de esas chicas, me habla de ellas como si no tuviera relevancia ¿Qué me diferencia a mí de ellas? De ser así de irrelevante para su vida.

Prefiero solo ser su amigo y quedarme así... A su lado y ya, es suficiente para mí.