Habían sido días pesados para Satoru Gojo. Megumi ya tenía 7 años, pese a que parecía ser mucho más maduro para su edad eso no quitaba que siguiera siendo un niño y en su empeño de darle normalidad a su vida se estaba estresando más de lo que hubiera deseado.
Fushiguro seguía asistiendo a una escuela regular y por lo tanto debían aparentar la normalidad en ese aspecto, por lo que Satoru se había presentado como el tutor del niño aunque legalmente no existía ningún trámite al respecto, por lo que tenía que agradecer a sus habilidades de seducción el hecho de que ni la directora ni ninguna maestra ahondara en el motivo del por qué un joven de 20 años que al parecer no era familiar del niño se estuviera haciendo cargo de él. Y no era una situación que se presentara pocas veces, pues últimamente Megumi se estaba metiendo en muchos problemas en la escuela y Gojo, tragándose la molestía que eso le estaba causando, tenía que acudir a la institución constantemente para dar la cara por él.
—¿Qué te está pasando, Megumi? —le cuestionó cuando iban camino a casa después de que les informaran que el niño quedaba suspendido por varios días luego de armar una pelea con alumnos de sexto grado, que terminó con más de uno lastimado; ni los hermosos ojos de Satoru pudieron lograr que la directora se apiadara del niño esta vez.
Fushiguro chasqueó los labios y evitó mirarlo, no se arrepentía de lo que había hecho pero tampoco le hacía muy feliz que Gojo le tuviera que estar llamando la atención constantemente por sus acciones.
Satoru suspiró sintiéndose impotente para reprender a Megumi, se preguntaba si realmente tenía algún derecho para hacer eso, después de todo fue él quien le insistió al niño para que lo dejara hacerse cargo de su bienestar. Satoru más que nadie sabía lo que era que te trataran de manera especial siendo un niño, él nunca supo lo que era tener una vida normal, nunca convivió con niños en ambientes que no tuvieran que ver con la hechicería y lo único que quería era que Megumi pudiera divertirse, socializar y conocer otras formas de vida al mismo tiempo que se preparaba para ser fuerte; quería creer que ser un gran hechicero no se peleaba con todo lo demás… pero al parecer no estaba logrando su objetivo.
"¿Qué me hace creer que eso es posible? Sólo hay que vernos a Suguru y a mí, eramos los más fuertes… Y todo salió mal."
***
Shoko no paraba de reírse de él, incluso le tomó una foto con su teléfono para guardar su cara de desagrado y molestia para la posteridad; Satoru pudo haberle destruido el celular sino fuera porque eso sería admitir aún más que le afectaba algo que tuviera que ver con ese tal Geto.
—¡Ni siquiera sabes por qué me molesta la situación! —expresó en un tono más alto del que hubiera querido usar— Solo no puedo entender cómo el profesor Yaga cree que necesito ayuda de ese imbécil, más bien ¡él es el que necesita mi ayuda! ¡Sí! Eso es exactamente —se empezó a reír con exageración— ese pobre idiota está tan ocupado luciendo su flequillo ante las chicas que seguramente perdería fácilmente ante una maldición de primer grado —se burló mientras hacía gestos con los que su amiga se reía. Hasta que dejó de escuchar la risa de Shoko y se volteó para ver el motivo.
—Te recuerdo, idiota, que precisamente estoy aquí por mis habilidades especiales —Geto le mostró una media sonrisa llena de arrogancia—. Es la escuela de hechicera la que me necesita a mí, no yo a gente como tú que por estar tan ocupado en tus propias necesidades dejarías escapar al más débil enemigo —se burló ahora él, logrando sacar a Gojo de sus casillas.
—Si lo necesitas puedo demostrarte quién es el más fuerte aquí y ahora —se puso en posición de pelea al mismo tiempo que Geto dejaba salir una de sus maldiciones.
Suguru no estaba molesto como su compañero, pero si el tipo quería que lo pusieran en su lugar no dudaría en hacerlo. "Lo bonito no te quita lo altanero" sonrió levemente mientras pensaba eso, dispuesto a vencer al hechicero que se consideraba el más fuerte y bajarle un poco los humos.
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Vacío inconmensurable || Jujutsu Kaisen
Fanfic¿Cómo se sigue viviendo después de que pierdes un pedazo de tu alma? Un vacío inmenso, que duele hasta el infinito... Satoru intenta desenmarañar el cúmulo de emociones que Suguru produjo en su existencia al mismo tiempo que explora una paternidad p...