Nicole:
Había conseguido deshacerme de Marina y de mi hermana y me vine hacia este bar que estaba justo enfrente del hotel, necesitaba desconectar y la mejor manera era bebiendo.
Así que, me pedí varios cubatas con muchísimo hielo y me los metí entre pecho y espalda.
Los ojos y el cuerpo me pensaban cada vez más, así que sin darme cuenta me quedé dormida encima de la barra; pero menos mal que el camarero estuvo conmigo todo el rato y no permitió que nadie se acercara.
Gabriel:
Cuando llegué al bar vi como Nicole estaba con la cara pegada en la barra mientras que el camarero no se quitaba de su lado, y cuando me vio me hizo una señal para que me acercara..
Cuando llegué a la barra Nicole ni se inmutó, y el camarero me dijo:
-No ha parado de nombrarte y de llamarte gilipollas, pero vamos, que yo creo que necesita un buen café y un buen baño..
Yo asentí, y le contesté:
-¿Te debe algo?
-No, no, no.
No te preocupes, ella ya me ha pagado.
Yo le di la mano con agradecimiento por haberla cuidado.
-Gracias tío.
El camarero asintió y se alejó de allí, y yo aproveché para intentar despertar a Nicole.
-Vamos, pecas, despierta.
-Umm. Déjame en paz, idiota.
Yo me eché a reir, si está mocosa pensaba que la iba a dejar aquí solita estaba muy equivocada.
Así que, conseguí que se pusiera de pies y que pudiera sacarla de allí.
Cuando llegamos al hotel en vez de entrar por la entrada nos metimos en el parking, cuanta menos gente la viera borracha mejor.
Cuando llegamos a nuestra planta prácticamente me la llevaba a rastras por el vestíbulo, su sueño era cada vez más pesado y profundo.
Cuando llegamos a mi habitación la llevé directamente hacia la ducha, esa noche llevaba un vestido de satén negro de tirantes que se adhería a su cuerpo abrazando sus curvas de infarto.
Cuando la metí en la ducha aún sin quitarle el vestido empecé a mojarla con el telefonillo mientras que ella empezó a quejarse:
-Por lo menos podrías haberme quitado la parte de arriba, ¿no?
Y ahí fue cuando la vi bajarse los tirantes de aquél maldito vestido que me estaba torturando hasta la última vena de mi sistema nervioso y, empezó a relajarse mientras que yo la iba mojando.
-¿Mejor?
Ella asintió arrancándome una sonrisa al ver sus gestos de felicidad cuando la fui mojando, y ahí fue cuando empezó a hablar.
-Me desquicias, ¿lo sabias? Vivo desquiciada por tu culpa.
Yo me eché a reir, por lo menos la desquiciaba.
-Claro, y tú a mí no ¿verdad, Pecas?
-Si, pero tú me desquicias más.
Yo enarqué ambas cejas, y le pregunté:
-¿Y cuál es la diferencia entre tú y yo?
-Siempre te tengo que ver con unas y con otras, y me jode, me jode muchísimo.
Mi sonrisa se ensanchó todavía más y, seguí mojándola con aquel telefonillo repleto de agua.
-Eres una tóxica, ¿lo sabías? Que por cierto, yo me tengo que aguantar los comentarios esos que me dicen que tienes una relación con Óscar Casas, ¿tú lo ves normal? porque yo no.
Ella me miró fulminandome con esos ojazos azules que me tenían completamente loco y, me dijo:
-Yo también he aguantado tus escenitas de celos, así que ahora te aguantas.
Yo solté una sonrisa irónica porque ella nunca me decía "Gabriel estoy enamorada de ti" sin embargo, era yo quien siempre se lo dejaba claro y le contesté para picarla:
-Vaya, para no estar enamorada de mi te cabreas con muchísima facilidad con las mujeres que se me acercan.
Ella se echó a reír mientras que yo miraba embobado como le caía el agua por su cuerpo de infarto, pero yo tenía que concentrarme en esta conversación que estábamos teniendo.
-¿Y a ti quién te dice que no siento nada por ti?
Aquello me dejó fuera de juego, por supuesto que sentía algo por mi, pero ¿el qué?
-¿Ah, si? Pues cualquiera lo diría.
Sorprendemente Nicole me quitó el telefonillo de las manos y lo dejó tirado sobre aquella ducha, para después cogerme de la cara y besarme.
Aquello me pilló desprevenido, pero si era lo que quería mi chica así sería.
Yo la saqué de la ducha que estaba completamente mojada y la subí encima de mi haciendo que me rodeara las caderas con sus increíbles piernas, y después me la llevé hacia mi cama.
Una vez ahí la puse encima de mi besándonos sin parar, mis manos fueron directas hacia su culo que no dejaban de tocárselo.
Cuando separé mi boca de la suya ella me besó el cuello, mientras que yo le dije:
-¿Cuando va a parar esto? ¿Cuando vamos a dejarnos de comportar de esta manera tan infantil e irracional?
-Umm..
Fue su única respuesta, yo no podía concentrarme, no cuando tenía a una mujer increíble comiéndome el cuello.
-¿Umm? Muy bien, pecas, muy bien.
Yo la di la vuelta y la tumbé de espaldas sobre mi cama para después descender sobre su cuerpo y regar suaves besos sobre sus curvas, hasta que llegué a ese sitio y quise hacerla gritar.
Así que no me lo pensé dos veces y empecé a besarla ahí mientras que sus manos se aferraban a mi pelo dándole suaves tirones, hasta que ella se contrajo sobre mi boca gritando mi nombre.
Cuando miré hacia arriba me di cuenta de se había quedado dormida, así que yo no tuve más remedio que ponerla sobre la almohada y taparla con las mantas.
Yo me pasé las manos por el pelo y me metí en el baño, necesitaba darme una ducha y despejarme las ideas.
Nicole:
Sentí como me pesaban los párpados pero aún así conseguir abrir los ojos y sentarme sobre la cama, necesitaba que mis neuronas se despertaran también para ubicar en donde estaba.
Miré para un lado y vi la hora, eran las cinco de la mañana y yo no estaba en mi habitación.
Cuando miré para el frente vi a Gabriel dormido sobre una mecedora y me dió muchísima pena verlo ahí, así que me levanté de la cama con mi vestido sobre las caderas y lo desperté para que se metiera en la cama.
-Gabi, Gabriel.
Gabriel se sobresaltó y yo traté de calmarlo, necesitaba que se echara conmigo en la cama.
-Tranquilo, tranquilo que soy yo.
Él asintió y aceptó mi mano, así que se levantó de aquella mecedora y se tumbó conmigo sobre la cama.
Yo me acomodé sobre él descansando en su pecho, y sentí como me depósito un suave beso sobre mi coronilla y me tapó con las mantas
Al siguiente día cuando abrí los ojos lo pillé observándome embelesado, así que yo no me lo pensé dos veces y lo besé dejando que su boca se pegara en la mía.
Su lengua entró en mi boca atrapando la mía, si algo tenía claro es que los besos con Gabriel eran adictivos.
Yo no me lo pensé más y me subí a horcajadas encima de él, Gabriel pasó sus manos por mis caderas y me quitó el vestido por la parte de arriba dejándome en ropa interior.
No quisimos entretenernos con nada más, así que observé cómo se puso con prisa un condón y después se insertó en mi de un certero movimiento y empezó a moverme de arriba abajo.
Yo eché la cabeza hacia atrás, sentirlo dentro de mi era puro fuego y una de las mejores sensaciones que podía sentir.
Gabriel me puso las manos sobre mis omóplatos y me bajó hacia su boca para succionarme la mía, y después descendió sobre mis pechos tirando de ellos con sus dientes y yo eché la cabeza hacia atrás.
Sus arremetidas me estaban llevando al límite, así que puse mis manos sobre su pecho mientras que Gabriel seguía arremetiendo contra a mi de arriba abajo creando una fricción casi insoportable y ahí fue cuando empecé a gritar mi orgasmo mientras que Gabriel echó la cabeza hacia atrás sobre la almohada gritando el suyo.
Cuando nos tranquilizamos yo caí redonda sobre su pecho, necesitaba descansar y poner mis ideas en orden .
Gabriel se aferró a mi cuerpo, pero yo necesitaba salir de aquí porque esto no seria tan fácil.
Así que sin decir nada más me separé de él mientras que me miraba sorprendido y empecé a buscar mi ropa, Gabriel se levantó de la cama de golpe y me agarró de un brazo para que lo mirara a la cara.
-¿Se puede saber que coño haces?
Yo clavé mis ojos en los suyo de color chocolate y no pude evitar en fijarme en su preciosa cara, cuanto más lo miraba más guapo me parecía.
-Irme, ¿no lo ves?
Gabriel negó con la cabeza totalmente sorprendido, no se esperaba aquello.
-Siempre sales huyendo en vez de afrontar las cosas.
Oír aquello me cabreó aún más, y le dije:
-Aquí te quedas, hermanito.
Los ojos de Gabriel se abrieron como platos y se quedó plantado en el sitio mientras que yo abrí la puerta y me salí de allí sin mirar atrás, eso de cabrearse y follar como animales para luego solucionarlo se acabó.
Cuando llegué a mi habitación y abrí la puerta me encontré con las chicas: con mi hermana, Marina, Gabriella, Eva y Alex.
Todas me miraron espectantes, tal vez creían que Gabriel y yo nos habíamos reconciliado.
-¿Y bien? ¿Que pasó anoche hermana?
Yo miré a Chloe y solté todo el aire que me cabían en los pulmones, mientras que tiré hacia un lado mis zapatos de tacón que me había puesto esa noche.
-Nada destacable.
Deciros a todas que entre Gabriel y yo no hay absolutamente nada, y que por favor no tratéis de ayudar. Yo os lo agradezco de verdad porque sé que nos queréis mucho, pero hasta ahí.
Todas se quedaron calladas, y yo me metí en el baño para darme una buena ducha y mentalizarme de que hoy tendremos un día de mierda.
Gabriel:
Yo no sabía cómo reaccionar simplemente me quedé sentado en la cama sin saber muy bien como actuar, y justo en ese momento entraron House, Antonio, Felipe y Víctor.
-Joder macho, menuda cara de velatorio que me llevas.
Yo miré a House con ganas de matarlo pero sinceramente tenía razón, y yo agaché la cabeza.
-A ver brother, no puedes seguir así, eh.
Así que, levántate y vámonos para la ducha.
-Victor, vete a la mierda.
Víctor se echó a reír, él me conocía y yo sabía que no se ofendería.
-Parcero, no me seas niñato, levántate y para la ducha.
House nos miró a los tres, y me dijo:
-A ver, tu pecas está cabreada contigo por culpa de Maritere, ¿no?
Yo asentí, esa bruja me las iba a pagar todas juntas.
-Básicamente.
-Bueno eso, y que no confía en ti.
Yo asentí, era obvio que no confiaba en mi.
-Mira hermano, creo que no estáis para una relación.
Yo me levanté de la cama dispuesto a hacerle ver a esa niña quién era Gabriel Guevara, pero primero necesitaba una ducha, pero antes de ir al baño necesitaba dejar algo muy claro.
-Escucharme muy bien todos, porque no lo pienso repetir dos veces.
Todos me miraron atentos, querían saber lo que yo tenía que decir.
-La niña quiere guerra, ¿no? Pues se la pienso dar, le voy a dar toda la guerra que se merece.
House me miró negando con la cabeza, y me dijo:
-¡De puta madre! Si ella es una tóxica e inmadura tú no te quedas atrás.
Eso sí, si la pierdes luego no llores.
¡Te lo advierto, Gabriel!
Yo me di la vuelta y me metí en el baño, necesitaba sentir el agua sobre mi piel.
House:
Reuní a todo el mundo en una sala cercana del hotel, mientras que el cabrón de mi mejor amigo se estaba duchando.
-A ver gente, os preguntaréis porque os he reunido aquí.
Bien, pues ya sabéis la situación de los desgraciados estos, así que tenemos que hacer algo.
Marta me miró y se echó a reír, pero estaba claro que la mujer había estado consolando a Nicole como si fuera su madre de verdad.
-A ver, yo lo que digo es que tenemos que conseguir que esos dos al menos se lleven bien.
-Si, Marta, pero con llevarse bien no arreglan absolutamente nada porque se tienen muchísimas ganas.
Alex tenía razón, y aunque la tensión sexual la tenían más que resuelta siempre se quedaban con ganas de más.
-Bueno yo tengo una idea, pero es arriesgada
Todos nos quedamos mirando a Chechu, ese hombre shippaba a esos dos más que nadie.
-¿Y cuál es tu idea?
Preguntó Gabriella.
-Bueno, mi idea es que les pongamos estas esposas.
Yo miré aquellas esposas de metal, esposar a Gabriel y a Nicole sería una muy buena idea.
-¡De puta madre, Chechu!
Marta se levantó del sofá y dijo:
-Pero a ver, ¿cómo les vamos a hacer eso?
-Lo siento Marta, pero tiene razón.
¡Coño, con el señor Leister! Iván estaba totalmente a favor.
-Pues mira, si esas esposas hacen que la loca de mi hermana y el gilipollas de Gabriel se reconcilien yo os apoyo.
Chloe estaba arribisima con la idea, y Marina apoyó a Chloe.
-Bueno entonces ¿quienes estáis a favor?
Y todos me dieron el visto bueno, Nicole y Gabriel hoy estarían detenidos.
Gabriel:
Después de aquella ducha subí en mis stories una reflexión que me gustaba muchísimo, "la vida es un dolor chocolate" Nicole es un dolor pero dulce, es como el tabaco: sabes que es malo pero que te engancha y no te suelta.
Cuando bajé a la sala del hotel para tomarme un café me encontré con todos y según me vieron se callaron al instante, y eso me dejó un poco mosca.
-¿Ocurre algo?
Fue House quién me contestó, y si no estoy mal lo hizo hasta con nerviosismo.
-No, nada. ¿Tú estás mejor?
-Si, bueno, ahí la llevo.
Justo en ese momento apareció Nicole, llevaba una cara de los mil demonios y estaba completamente preciosa.
Yo no sabía cómo contenerme y no ponerle las manos encima pero así tenía que ser, después de la noche que pasamos parecía como si yo fuera un auténtico desconocido.
El día en el rodaje fue pesado, muy pesado, tanto era así que nos equivocamos en casi todas las frases que teníamos que decir.
También era gracioso, tenía que comerme la boca con ella y hacer como que éramos la mejor pareja del mundo mundial cuando en la vida real estábamos tan jodidos.
El director y todos los demás tenían cara de querer tirarnos a una cueva llena de serpientes, pero sin embargo, intentaban tener paciencia y hacernos repetir escena por escena.
Y a mi no se me ocurrió mejor cosa que subir un storie con Gabriella a sabiendas que eso picaría a Nicole.
Esa noche hicimos una pequeña fiesta, todos esa noche querían desahogarse.
Mi coraje vino cuando la vi aparecer con un tío que nadie conocía, esa noche ella llevaba una minifalda corta y un top que le quedaba malditamente bien y mi coraje subió en aumento.
Sentí como mi mandíbula se tensó tanto que sentí hasta dolor, y empezaron a bailar los dos provocativamente.
Así que yo en vez de ir y partirle la cara a ese imbécil cogí a una mujer morena de ojos negros bastante llamativa y, me puse a bailar con ella.
Nicole se nos quedó mirando mientras que yo enterraba mi cara en su cuello, y noté como se tensó ante aquello.
Sus pupilas se dilataron ante aquello, pero supe en todo momento que estaba llevándola al límite.
Así que, sin esperármelo Nicole besó a aquél tío y mi única reacción fue apartar aquella chica de mis manos y separarla de ese gilipollas, y acto seguido le metí un puñetazo.
Cuando quise darme cuenta tenía a todos agarrándome y sacándome de la discoteca con Nicole detrás de nosotros, su cabreo era real.
Cuando llegamos al hotel entre todos nos juntaros las muñecas a Nicole y a mi y nos encerraron en mi habitación, genial, simplemente genial.

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Resiliencia
FanfictionNicole y Gabriel se conocieron en Skam, y desde el primer instante, una chispa innegable los unió. Su conexión fue instantánea, forjando una amistad profunda y llena de complicidad. Pero en ese momento, Gabriel tenía pareja, y su vínculo no pasó de...