El adiós que más dolio

1 Ian

-vaya mierda- esas son mis primeras palabras segundos después de entrar a un consultorio otra vez pero me agrada es un ambiente cómodo

-ese vocabulario Ian-

-que te puedo decir es parte de mi existencia, tratar de darte un mejor vocabulario es como si yo estuviera corriendo un maratón y que crees, yo no corro-

-y por esa razón estas en terapia- lo dice con un gran tono de sarcasmo

-cierto, recuérdame porque estoy aquí-

-Quieres un resumen?-

Se la razón por la cual estoy en terapia, conviviendo con un psicólogo o como me gusta llamarlo mi psicoloco el detesta que le diga así pero la verdad ya me acostumbre, llevo 3 meses tomando terapia y sinceramente veo que si mejore, me siento mejor conmigo, tuve dos intentos de suicidio en un año y woow eso es nuevo para mí, sin darme cuenta la depresión comenzó a consumirme pero al inicio sentía que estaba bien, ya había caído varias veces en esto que me gusta llamarlo un pozo sin fondo porque la depresión es como algo así llegas a un vacío el cual no tiene fin pero a veces logras mantenerte a flote pero también sigues cayendo.

-me hace tan feliz estar aquí-

- Ian ya hablando enserio, que tal te sientes? La familia como va esa convivencia?, algo nuevo que le quieras contar a tu doc de confianza-

-me siento bien, la convivencia con mama ya no es incomoda, con papa todo sigue igual pero eso es algo que no me sorprende, mis amigos son los mismo y realmente siento que sigo mejorando- al momento de decirlo me doy cuenta que no miento en mis palabras, mi madre jamás se enteró de mi primer intento de suicidio, no es porque sea mala madre eso jamás es solo que nunca fui alguien que causara problemas, desde niño fui alguien independiente, mis padres trabajaban entonces me dejaban en casa de mi abuela pero ella ya era una persona mayor no podía cuidar tanto a un niño, entonces trataba de jamás darle problemas a mi abuela, mi rutina consistían en llegar de la escuela y hacer mi tarea algo sencillo, jamás necesite de la ayuda de mis padre no les quería causar problemas, no quería ser una molestia para ellos entonces siempre trate de ser su niño perfecto, me sentía bien cuando me decían "Ian que buen niño, tan noble que eres" escuchar a la gente decirme que era muy buen niño me llenaba de orgullo, pero me ponía mal cuando a mi padre no le gustaba una calificación mía, por dios quien carajos se enoja por sacar un ocho en matemáticas, ese número era mi mayor esfuerzo pero para papa era lo peor, yo no seré así con mis hijos si me sacan un 7 festejaremos porque paso esa materia.

La vida es tan complicada después del kínder.

Después de terminar mi cita con el psicoloco Salí del consultorio, saludo a Martina ella es una anciana, le calculo como unos 75 años, es de estatura baja, tez blanca y su cabello son unos lindos y finos rizos en tonos grises, con solo verla te causa una gran ternura, ella ha estado durante todo mi tiempo en terapia.

-Como esta mis ricitos lindos?- pregunto con una gran sonrisa en el rostro

-Ian tan lindo como siempre-me contesta con una voz muy cálida y sonriente, creo que la razón por la cual le tome cariño muy rápido a Martina es porque me recuerda a mi abuela, ella tenía un delicioso aroma a galletas, y llevaba su bastón siempre en la mano izquierda, eso era algo raro para mí, normalmente las personas usamos la mano derecha para todo pero ella me enseño algo y es que siempre somos diferentes y únicos en los mínimos detalles. El día que ella falleció sentí una gran cantidad de emociones que no logre descifrar nunca, era un vacío tan enorme.

En el bolsillo de mi sudadera llevaba unas galletas que compre antes de llegar al consultorio, no dudo nada en sacarlas de mi bolsillo y dárselas.

-te traje estas galletas, sé que tu doctor te dijo que nada de azúcar pero carajo  quien se resiste a esto- extiendo mi mano para que las tome

-Ian no debiste, y por favor cuida ese vocabulario muchachito-

-se me salió de la nada- para que miento las palabras siempre se me salen sin pensarlas.

- y que tal tu corazón ian? Algo nuevo por ahí?- pregunta con un tono medio sarcástico pero no tanto

-eso debería preguntarte yo a ti- le contesto de la misma forma que ella me pregunto

-que chistoso- entrecierra los ojos y así me mira –sabes a lo que me refiero, acaso ya hay alguien dentro del corazón del gran Ian Herrera?-

-sabes que soy mucho para todas las mujeres- lo digo en un tono juguetón pero la realidad es que en esos temas nunca me ha ido bien, no tengo mala apariencia física digo soy alto un 1.85, delgado y tez pálida y un poco aperlada, mi cabello es un poco rizado con un tono castaño oscuro se pudiera decir y como dijo Martina ojos azules, pero no he tenido el gran éxito con las mujeres y la razón puede que sea porque me da miedo. Se cuál es la sensación de un corazón roto, llorar y comenzar a temblar y lo peor comienza cuando llegan a tu mente la gran cantidad de preguntas sobre si no vales la pena, no eres suficiente o que te falto en la relación, se del tema porque así me sentí la última vez que me rompieron el corazón, ella era simplemente tan linda, sus ojos café oscuros pero que al verlos te decían que todo iba a estar bien, su sonrisa muy bella, no tiene caso recordar su nombre y tampoco tendría caso recordarla a ella porque eso fue hace 6 meses, tuvimos una relación pero de la nada un día creo que ella se levantó y yo no era lo suficientemente bueno así que me mandó un mensaje diciendo que lo sentía pero que ya no podíamos seguir, no tuve reacción alguna pero me dolió más terminar las cosas por mensaje, es la manera más cobarde de hacerlo.

-este muchachito- me voltea los ojos en modo de juego

-ricitos tengo que irme, iré a enamorar mujeres con estos bellos ojos-

-esos ojos azules no te vay  ayudar, pero vete con cuidado Ian, me saludas a tu madre- sonrío en forma de despedida y salgo de ese gran consultorio y siento como me golpea el frio viento, ya es agosto y se comienza a sentir un poco el frio, no es tanto pero se ven las nubes grises que nos dan a entender que puede que pronto comience una tormenta, como me encantan los días nublados son tan relajantes y escuchar el sonido de como cae la lluvia seria la mejor canción que puedo escoger, antes de comenzar a caminar me pongo mi gorro y mis audífonos, saco mi celular y pongo la mejor canción que alguien puede escuchar Wonderwall esa canción es tan buena, y lo curioso es que la encontré como recomendación en un libro.

Lo ultimo que quiero es llegar a casa,es temprano aun y no tengo nada que hacer, las vacaciones todavía no terminan asi que realmente no hago nada estando en casa y solo estarán mama y papa asi que mejor comienzo a caminar por un momento sin rumbo fijo y llego a la idea de ir a una librería, llevo tiempo sin comprar un libro y me hace falta estabilidad emocional asi que tome la mejor decisión de ir a comprar un libro o tal vez dos mmmm…puede que tres o lo que mi cartera pueda soportar.