All Smite_Cómo caen los poderosos (All Might Villano)

Capitulo 12 Construcción erronea

¡No me convertiré en un héroe!

Así. El sueño que Izuku tanto deseaba, la meta que había intentado alcanzar toda su vida, se había esfumado. Envuelto en humo con las cenizas de la bomba de Second, siempre y cuando eso significara que Ingenium podría vivir.

All Smite le sonrió magnánimamente a Izuku, y por un segundo, Izuku pensó que funcionaba. Pensó que había salvado al héroe que intentó ayudarlo.

"Por mucho que me guste escuchar esto de ti", dijo All Smite, revolviendo el cabello de Izuku. "No debería ser para salvar a esta escoria".

Un punto láser rojo en el abdomen de Ingenium, y luego algo disparó más allá de la armadura y hacia el héroe. Ingenium colapsó instantáneamente como si sus piernas hubieran dejado de funcionar de repente.

Francotirador. Hikage estaba actuando como un francotirador.

"¡NO! ¡No, pl-mph!

Los gritos de Izuku fueron cortados cuando All Smite aseguró la mordaza entre los dientes de Izuku. El villano lo dejó en el suelo para que se apoyara contra la pared, capaz de observar todo pero incapaz de correr o interferir.

"Lo siento, pequeño luchador", dijo solemnemente All Smite, e Izuku se dio cuenta de que lo decía en serio. "Pero hay que entender lo que les sucede a quienes intentan separar a nuestra familia".

Besó la frente de Izuku y se secó las lágrimas, antes de ponerse de pie. En solo unas pocas zancadas, llegó al Ingenium caído.

Izuku no podía soportar mirar. Cerró los ojos y rezó para que esta pesadilla terminara pronto, para poder despertar y darse cuenta de que todo esto era sólo un mal sueño.

Se despertaba en casa, con mamá preparando el desayuno y Tomura pasando por allí antes de salir a patrullar para mostrarle a Izuku sus nuevas modificaciones de uniforme. Diablos, incluso aceptaría despertarse en la bóveda si eso significara poder escapar de este sueño infernal.

Por favor, alguien. Tomura… papá… alguien, ayúdeme, por favor.

Otra explosión ensordecedora hizo que el suelo temblara una vez más, y los ojos de Izuku se abrieron instintivamente cuando nuevos gritos y el olor a humo llenaron el aire una vez más.

Los villanos miraron hacia arriba e Izuku hizo todo lo que estuvo en su poder para no pensar en la sangre que estaba en las manos de All Smite: esto es culpa mía.

"Esa es la señal", anunció Nana. "Está en camino".

All Smite asintió, mirando a Izuku mientras levantaba el puño para asestar otro golpe.

"Ve con mamá, pequeño luchador", dijo como si Izuku tuviera otra opción. "Te veré cuando todo esto termine".

Izuku ni siquiera tuvo la voluntad de protestar cuando Nana lo tomó en brazos y despegó hacia el cielo. Todo lo que pudo hacer fue mirar fijamente el cuerpo destrozado y débilmente agitado de Ingenium.

Lo siento mucho, esto es mi culpa, lo siento, lo siento

"No mires, pequeño luchador", murmuró Nana, empujando suavemente la cabeza de Izuku para que su mirada estuviera fijada en ella. “Está bien, sólo mírame. Sí, es cierto, todo está bien”.

Izuku no pudo sentirse consolado por sus palabras. No cuando podía ver la sangre de Ingenium en su ropa.

Ella lo hizo volar a través de una ventana varios pisos más arriba, una que daba al callejón. Yoichi estaba allí esperando, vestido con un traje que se parecía inquietantemente al que Izuku se había visto obligado a probarse, pero con púas agregadas a la chaqueta, guantes sin dedos y una funda que contenía varios cuchillos arrojadizos y una especie de pistola. Se estaba poniendo una especie de auricular cuando Nana dejó a Izuku en el suelo, de modo que su espalda estuviera contra la pared y no pudiera ver por ninguna de las ventanas.