El duque abrazo la pierna de Rudolf, nublado por el recuerdo de Adrien, había intentado olvidarlo, Cadmo sabe que lo había intentado con todas sus fuerzas. Necesitaba olvidar la última vez que había visto a Adrien, tenía que olvidar lo que le había hecho su padre, debía ser capaz de olvidar el pasado, para poder estar completamente cuerdo, y amor a Nolan con total libertad, pero Rudolf tenía la maldición de parecerse demasiado a Adrien.
Pietro le había preguntado en más de una ocasión si estaba seguro de convertir a Rudolf en su guardián, le pedía que esperara después de la muerte de Zayer, ya que quería que piense con claridad. Incluso se ofreció a convertirse de nuevo en su guardián si era así como quería, veía demasiado precipitado llamar a Rudolf.
-Padre fue un monstruo contigo, mi querido Adrien. – se lamentó con resentimiento. – Si tan solo hubiese llegado a tiempo...
-Mi señor ¿de qué está hablando? – Lennox comenzó a reír con ironía, y con miedo de que Adrien se fuera de nuevo. - ¿Qué le ocurrió a mi hermano?
-Cometí un gran error, Adrien, cometí el error más grande de mi vida. – sus lágrimas sabían amagarse en sus labios. – Lo siento tanto, siento tanto no haber podido hacer nada por ti.
Dejo que Rudolf apoyará su mano sobre su cabeza, el guardián intentó separarlo con delicadeza, mientras las palabras de su amo recorrían su cabeza sin cesar. Lennox parecía un niño llorando por su hermano, lo último que Rudolf sabía de él, era que lo habían enviado a Borsir, le informaron que Adrien iba a formar parte de los guardianes de la segunda familia.
-Él está en Borsir ¿verdad? – el duque negó con la cabeza, haciendo que creciera el nudo en el estómago de Rudolf. – El señor Javaid...
-Por favor, perdóname...
Durante más de ocho años, Rudolf había tenido la esperanza de volver a ver a Adrien, le había prometido a su madre antes de morir que le diría cuanto lo amaba. En su cabeza habían pasado más de una escena del reencuentro, él esperaría a que Adrien lo reconociera, escucharía cada una de sus palabras y sus quejas al ver que había crecido, se burlaría de él por ser más alto haciendo que Adrien hiciera algunas muecas y luego lo abrazaría con fuerza.
Espero con ansias un viaje a Borsir para poder ver de nuevo a su hermano mayor, y quejarse por haberlo dejado solo, lo regañaría por no haberse presentado al funeral de su madre y le pediría que le enseñara a ser un buen guardián. Le diría a Lennox que lo dejara a solas con él, para contarle lo complicado que era seguir todas las indicaciones del duque, y ser lo suficientemente bueno para contentar a su esposo.
Se había creado tantas escenas en su cabeza, donde Adrien le decía que había sido un buen hombre y que estaba orgulloso de él. Entreno hasta el agotamiento tan solo para escuchar como su hermano lo alagara por ser tan paciente y luego le diría que no había sido complicado. Rudolf había seguido sus consejos, cuando a los diez años Adrien le dijo que para ser un buen aprendiz debía ser paciente.
Había sido paciente, soportó los gritos de sus monitores, los castigos, y las humillaciones de algunos de sus compañeros, incluso dejó que lo besaran en una ocasión por una apuesta. Tan solo para que Adrien le dijera que todo estaría bien. Pero...
-Adrien está muerto...- Lennox no fue capaz de responder, su agarre se suavizo, dejando caer su cuerpo. – Mi señor, dime que es una broma, dímelo...
El pasillo estaba completamente vació, aunque se podían escuchar las voces de algunos de los huéspedes de la casa. Rudolf miró con tristeza y rabia a Lennox, todos sus años de entrenamiento no habían servido de nada, no podía creerse que el propio duque hubiese sido capaz de engañarlo por tanto tiempo.
-¿Por qué? – grito desorientado. - ¿Por qué murió mi hermano? – Lennox no le respondió. – Mi señor ¿Por qué murió Adrien?
Los gritos desesperados de Rudolf se iban intensificando a medida que pasaba el tiempo, exigía una respuesta que el duque no le estaba dando. Rudolf sentía la necesidad de golpear a Lennox para que le diera una respuesta, pero el duque tan solo lloraba abrazado a su pierna. Lo empujo sin remordimiento para ver su rostro.
-¿Por qué murió? – grito furioso. – Mi señor ¿por qué no me lo dice? ¿Qué le ocurrió? ¿Por qué murió? Dímelo, por favor...
-Adrien... - el joven guardián sujeto los hombros del duque con más fuerza de la que quería. – Ordenaron que muriera, por mi culpa, padre lo descubrió. Padre lo mató por mí culpa.
-¿Qué le hiciste? – el duque apartó la mirada con tristeza. – Mi señor ¿Qué hizo mi hermano?
-Yo lo amaba, padre le dijo que fuera mi guardián. – sonrió con nostalgia. – Al principio me negaba a tener dos guardianes, con Pietro tenía suficiente, pero Adrien era especial.
-¿Especial? – él asintió. - ¿Por eso lo mataron? – negó con la cabeza. – Él está en Borsir, el señor Javaid...
-Padre se limpió las manos... - respondió con amargura. – Sus manos estaban manchadas por la sangre de Adrien, pero nadie lo vio. Adrien a sus ojos era un simple aprendiz, incluso Zuko dijo que no servía para mucho. – rio con ironía. – No importaba si el moría, tan solo era un peón más, Adrien tan solo debía nublar mi mente, hacerme creer que mi padre me amaba.
Lennox cubrió con delicadeza las piernas de Rudolf, el joven guardián aún iba vestido de doncella, temía que le hicieran daño, no quería que nadie volviera a repetir lo mismo que le hicieron a Adrien, necesitaba cubrir su cuerpo para que nadie lo hiciera sangrar.
-Pietro nos cubrió por mucho tiempo. – sonrió. – Fingió que era su pareja, entre los aprendices se decía que Pietro y Adrien eran uno monstruos, pero no les importaba. Ambos querían protegerme. Si padre se enteraba, yo no sería apto para ser duque.
-¿Qué le hiciste a mi hermano? – Lennox aparto la mirada. - ¿Por qué Pietro te ayudo a cubrirlo?
-Si un guardián toca indebidamente a uno de sus señores, su sentencia es la muerte, si un aprendiz abusa de uno de señores, su sentía es la muerte. – apretó los labios con tristeza. – Si dos guardianes, o dos aprendices yacen en la cama, tan solo es un juego. No tiene importancia, no son mal vistos, no son monstruos, ocurre también entre las doncellas. Por eso, Adrien y yo, no podíamos estar juntos.
-¿Por qué dejaste que mi hermano hiciera eso? – le reclamo con tristeza. - ¿Por qué dejaste que mi hermano cargará con toda la culpa?
-No llegue a tiempo, padre lo descubrió y yo no llegue a tiempo.
Podía ver la frustración en el rostro de Rudolf, sabía que el guardián estaba luchando para no golpearlo, si alguien se enteraba sería peligroso. Ya habían escuchado sus gritos, no tardarían en buscarlo, estaba tardando demasiado. Pietro sospecharía que algo va mal, Drystan seguiría a Pietro porque no le gusta dejarlo solo.
-Hubieron partes de su cuerpo que no pude recuperar. – reconoció el duque. – Las busque por todas partes, pero no estaban. Pietro me pidió que no lo siguiera intentado, padre no me dejaría encontrarlo.
-¿Sufrió? – su vientre ardía. – Mi hermano sufrió...
-Nunca descubrí lo que le hicieron en realidad, su cuerpo estaba mancillado, padre había grabado en su piel la palabra monstruo, los ancianos ordenaron que lo llevaran lejos de palacio. – acarició sus mejillas. – No pudo hacer más que llorar por él, no sé dónde está, no sé lo que hizo padre.
--------
El monstruo verdadero de Edevane era Javaid.
Espero que os haya gustado :)
Voten y comenten 🥰💕🥰💕🥰💕🥰
ESTÁS LEYENDO
¡Maldito, pequeño doncel!
RomanceUn doncel debe ser respetuoso, callado y delicado. Esa explicación no convence demasiado a Nolan. Cuando escucho que debía de ser sumiso hacía su prometido, empezó a reír. Y la guinda del pastel fue que tenía terminalmente prohíbo subirse a los árbo...