Cómo Un Estúpido Compañero...

Nakahara.

Una mañana que no olvidaré.

Y así fue... Osaka se veía preciosa de noche, cómo un diamante resplandeciente, el sol que ilumina el atardecer con ese brillo.

Luego de quedarme aproximadamente unos cinco minutos me di la vuelta para dirigirme a mi habitación, pero de la nada sentí unos pasos que me seguían. Era... Dazai, ¿Ese bastardo me está siguiendo a mi habitación? ¿acaso es un acosador? ¿O que?

Yo solo seguí caminando sin tomarle la más mínima importancia. Solo quería ir para recordarme en la dulce tela de aquella cama suave y claro, con su delicioso aroma a lavanda. En eso giré a la derecha para ir a los cuartos, cuando llegue al gran edificio de los ya nombrados, así que saque mi llave de la habitación para abrir la puerta. En el momento que la abrí sentí como alguien me llamaba, me gire para ver a aquel chico de cabello castaño.

- Buenas noches, enano. -me dijo con una leve sonrisa que acompañaban esos ojos color avellana-

- Buenas noches, idiota. -le respondí para después entrar a mi habitación cerrando la puerta detrás mío-

Luego de cerrar la puerta me dirigí al baño para hacer mi aseo personal; lavarme los dientes, bañarme, secarme el cabello, ponerme la pijama. . Después de salir del baño, ví la hora, 01:07, wow... Si que pasa volando la hora. Así que ese día no hablé con Paul, solo me dirigí a la ventana para cantar y desestresarme. Llegué a la ventana, la abrí, el viendo dando contra mi cara, esa brisa me dió algo de escalofrío a decir verdad, pero bueno, mire para afuera, se veía realmente hermoso... Esas luces resplandecientes, eran bellas. Suspiré, apoye mis brazos sobre el marco de la ventana, mis cabellos se saldrían de esta misma, me gustó. En ese momento la brisa me golpeó más fuerte contra mi rostro. Yo solo bostece para mirar nuevamente a la luna brillante. En ese momento suspiré para luego con una dulce voz comenzar a cantar "El Cristal", de "Mon Laferte". Mientas miraba la resplandeciente estrella nocturna.

- Te ves tan bella... Así dormida... Como princesa, quiero abrazarte... Y no deja, este cristal... Te quiero a solas.. toda esta gente nos hace mal. Voy a cantarte.. entre las flores.. con mi pesar... -en ese momento tendría una leve sonrisa dibujada en mi rostro, todo el tiempo la tenía. Se sentía aliviado cantar para expresarme, aunque todavía no me acostumbraba tengo que admitirlo-

Así que seguí cantando un buen rato hasta que termine la canción ya nombrada, al terminar dieron las 01:40. Así que cerré la ventana para luego recostarme en la cama, me asuste un poco en el momento donde me llegó un mensaje al teléfono. ¿Quien era?... ¿Paul? ¿Era el? ¿No que tan ocupado? No le iba a contestar. Pero sentí que debía, así que contesté.

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Paul:
Buenas noches enano.

Chuuya:
Buenas noches, idiota.

Paul:
¿Cómo se siente tu nueva escuela?

Chuuya:
¿Pues como crees?

Paul:
No lo sé, tú dime.

Chuuya:
Idiota.

Paul:
Ya, ya, y dime, ¿Que has hecho desde que me fui de allí?