Destinados. (Ruben y tu).

X.

'Narra Rubén'.

-____ ha comenzado a recordar, ayer me ha preguntado si nos conociamos.- dije algo melancólico.- ¿por cuánto tiempo tendré qué esconderle quien soy?, quiénes somos.- mi tomo pasó de desesperación a suplica. No aguantaria más con ésto.
X.- Ehh, calma Doblas, ya te hemos dicho que es por su bien. Una noticia como la que tenemos la podria matar.- hubo risas.
-Qué gillipollas eres tío.- lo miré serio, con el semblante endurecido.- Sabes que no se lo ocultaremos por siempre.
X.- Sí, lo sé bien.- hizo una pausa para rascarse la barbilla.- y es justo por eso que quiero aplazar éste asunto lo más que se pueda. Recuerda que ella no debe recordar hasta que lo otro este hecho.
Sus ojos se encontraban sobre mí. Sabía que si titubeaba me iría mal y peor aún, le iría mal a _____.
-Vale.- suspiré.- hare lo que me haz dicho.- hice una pausa, me la iba a jugar, me la iba a jugar por ella.- Pero recuerda.- esta vez me puse firme y alcé la vista para encontrarme con sus ojos.- Yo la amo.
Alrededor se escucharon bramidos, gruñidos y maldiciones. Él solo me miraba divertido, como si lo que acabara de decir fuese una broma estúpida.
X.- Lo qué tú digas Verde- se acerco a mi hasta pasar junto mía, entonces me dio dos palmadas en mi cara. La retiré con desdén. Su simple roce me ardia. Salió del almacen donde soliamos vernos, y junto con él, su séquito fiel de sabuesos. Escupí dónde el bastardo había pisado y me largué de allí también. Debía de ver de nuevo a ____. Hacer que recordara, hacer que me recordara! Así yo ganaria y ella también.
Antes de salir de aquel almacen me hice una cortada en mi mano izquierda con una navaja que traía. Cerré mi puño y deje que mi sangre se derramara en la arena tostada.
Yo la amaba y ella lo sabía, eso era suficiente para prometernos un destino juntos.