©Lyz
Las experiencias te vuelven una persona más fría e inteligente. Y•D✨
Es frío, cada vez que esta en aquel balcón donde obtiene una vista preciosa que ama. Cada vez que puede pisar esa habitación con cuarenta y dos años de edad sin ninguna prohibición por su edad. Es feliz, no le importa nada de lo que pase afuera, si su emperador aún le permite entrar y no permite que mujeres o donceles del harem pasen. Porque cuando lo tiene delante suyo no tiene que bajar la mirada. Jimin nunca tendrá que pedir permiso, ni obedecer órdenes, Jimin nunca se va arrodillar delante de nadie. Porque su Majestad hizo una promesa de honor y le dio parte de su poder del Imperio.
Su vista favorita es a través de ese balcón, donde una vez fue abrazado, sostenido con amor y amado desde joven. Hoy le ha dado once hijos a su emperador, de los cuales dos son donceles, una es mujer y ocho príncipes legítimos al trono. El último de sus príncipes tiene cuatro años, pequeño y precioso tan parecido a él mismo. Por eso siendo parte de la cabeza de la dinastía le sorprende la repentina presencia de su emperador detrás de él, voltea esperando que Yoongi se acerque. Pero no lo hace. Solo lo observa, con una mirada muy apagada.
—Yoongi, ¿sucede algo? —Debe acercarse, frente a frente arrima los cabellos rebeldes de su esposo, besa sus labios y toca las mejillas.
Jimin le sonríe, abraza por la cintura y pega la mejilla al pecho cerca de la clavícula. El aroma, tan característico de él, lo hace sentir en casa. Su hogar, una nueva familia que no va perder, no como sus verdaderos padres.
—Mañana habrá una reunión. Ahí lo sabrás. —Y como si fuera una enfermedad mortal, Yoongi quita las manos para apartarlo alejándose de él. —Vete a tus aposentos.
—Estos son mis aposentos. —Intenta poder saber que fue lo que sucedió, pero hay una mirada seria. Y de alguna manera prefiere retirarse sin objetar.
Los nervios que tiene por toda la noche ante las dudas de lo que habrá hecho para hacerlo enojar. No entiende, solo se encarga de los centros de apoyo y saber las quejas del pueblo para conocerlos más. Fuera de ello, carga a su príncipe y lo cuida lo más que puede.
—Come mi amor, despacio. Si quieres más no dudes en pedirlo. —Educa de la mejor manera a sus hijos, piden las cosas con amabilidad, aprenden de historia, y tienen clases de defensa personal.
—Mami, ¿hoy me vas a enseñar a tirar con arco? quiero aprender de tí. —Pequeño pero hábil e inteligente. —Mami Minnie, eres muy bonito.
—Tu también lo eres, precioso mi lindo príncipe.
—Algún día quiero ser como tú. Inteligente, y muy fuerte. —Tal vez, este mal que lo vea de esa manera. Pero Jimin promete que por su hijo más pequeño va a responder a las injusticias.
Por Kiver, va a ser muy fuerte. Y entonces solo si es posible acompañarlo a sus actividades lo más que pueda, como una vez lo hizo por sus anteriores hijos. Acaricia los cabellos negros de su hijo, su nombre es Kiver, con ojos azules iguales al océano y piel acaramelada con pecas en aquellas mejillas rellenas. Es tan parecido al doncel que algunos aseguran que será un doncel en el futuro.
—Lo solicitan para la reunión del Consejo. —Deja a su hijo con alguien de confianza y marcha con la misma cautela al lugar de encuentro.
Mantiene la seguridad, incluso al entrar recibe reverencias por su posición y antes de colocarse al lado de su emperador, este niega. No tiene ningún problema con estar en la fila con los demás. Lo hace. Sabe que su posición aun con un título otorgado es menor. Y muchas veces hay noticias que solo Yoongi puede dar.
—Hay muchos asuntos de los cuales hablar su Majestad. Han traído evidencias sólidas de lo que solicitó. —Varios hombres entregan papeles, algunos incluso traen testigos y Jimin, él no entiende que pasa.
Por mucho tiempo escucha que son pruebas de desvíos del tesoro de la dinastía, después citas a escondidas con el enimigo. Finalmente hay uno de adulterio. Y eso le hace pensar que alguna concubina hizo algo que no debia. Pero al final, esperando su Majestad pide silencio para dar su sentencia. Todos se tensan, Jimin tiembla. Ese silencio es por ir en contra de la dinastía, ser un traidor. Puede significar dos cosas, morir estrangulado o ejecutado, y la otra opción que todos tus tesoros te sean despojados.
—Jiel Jimin. —Jimin no sabe que hacer cuando su nombre es dicho, él da un paso mirando con duda hacia su emperador. —Estas son las pruebas que dictan tu infidelidad a la dinastía, y a tu emperador. ¿Qué tienes que decir al respecto?
—No existe ninguna forma en la que pude haber cometido todo de lo que se me acusa. —Responde. —He cumplido con mis deberes sin romper la ley, he servido a esta dinastía con respeto y honor. Cada moneda del Tesoro esta intacta. Yo hago los pagos de mi propio pago mensual que se me otorga como su acompañante. No hay manera de reunirme con enemigos. No tengo tiempo para eso, me ocupó del pueblo.
—Hay evidencias, y testigos. Esta no es la primera prueba de adulterio que me traen acerca de ti. Y lo sabes. —Su Majestad esta enojado, por como avanza y lo mira es obvio. —El castigo es muerte.
—Lo sé. Pero le recuerdo que la primera vez tampoco le fuí infiel. Ni me atrevería hacerlo. Mi vida, mi familia, y todo lo que tengo le pertenece a este imperio. ¿Por qué he de traicionar a quien me lo dió todo?
—¡Las personas cambian Jiel Jimin!, esta vez hay testigos compatibles y fieles a mi idea. Esta vez es verdad. Y si no tienes una forma de explicarlo, suplica por tu vida. Al menos por tus hijos. —El tono, es la primera vez que Yoongi le grita. —No tengo el corazón para quitarte todo lo que te he dado, ni el valor para ejecutarte. Por eso, tu castigo por serle infiel a la dinastía y a mí, será el divorcio. Te despojo de tus títulos de este Imperio.
Fue a sus cuarenta y dos años, con un puesto elevado. Tranquilidad y por fin la calma al ver a sus hijos crecer fuera de ese Palacio, donde Min Yoongi. El hombre que amaba repitió tres veces "me divorcio" enfrente de personas que lo odiaban. Y toda su estabilidad se derrumbó. No supo que decir, ni reaccionar.
—Yoongi...
—No eres más mi esposo, o emperador de este Imperio. No perteneces a la dinastía y nunca lo fuiste. —Abre la boca para opinar, pero la cierra de nuevo.
No hizo nada cuando Yoongi avanzo, lo único que pudo salvarlo fue retroceder, y salirse de aquel salón de juntas. Caminar rápido entre pasillos, buscar un balcón y agarrarse fuertemente del barandal. Fue hecho esclavo contra su voluntad, fue cautivado por el porte de un emperador. Fue pedido a la habitación, y una vez ahí encontró en Yoongi un hombre fuerte que lo aceptaba y hacia feliz. Los niños se unieron, y con ello una boda, fue vuelto esposo. Y cuando supo que la ley era diferente, no hizo nada para eliminar a sus enemigos del Palacio. Lo único que ha hecho es servir a la dinastía con orgullo.
—M-Me divorcio.. —Repite, la sola idea de decirlo duele. —Me divorcio. —El ardor en el pecho crece. —Me divorcio...
Y una vez más todo lo que amó, todo por lo que luchó y protegió se pierde en el pasado. No hay razones, esperanzas ni enojo. Solo el vacío que siente dentro suyo que lo esta consumiendo. Y esa noche, es la primera que llora en su habitación.
Soy fiel creyente del amor, que si lo pierdo, evitaré cualquier entrada de alguien más a mi vida para protegerme.
©LyzOrtega
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2. Emperador Consorte [yoonmin] ©Lyz
FanfictionJiel Jimin es esposo del emperador más temido del mundo, es amante de quien tiene el poder y sirviente leal de quien ama. Así como su pareja, es la persona más feliz que ante sus acciones, y las injusticias de sus enemigos aprenderá que el amor no e...