Capítulo 40. Amor unilateral

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Entré a mi habitación en donde decidí ducharme, me quité la venda de la mano y me di cuenta que ya había cicatrizado, sin duda habían utilizado el ungüento. Iba a mitad de la ducha cuando oí que tocaron la puerta

- ¡Mili! ¿Estás bien? – Era Aylin quien tocaba

- Sí, en un momento salgo – me apresuré y a salí a abrirle la puerta

- Cuando llegué no te vi a ti ni a Damian, me preocupé – hizo una pausa – Casi mato a Asth cuando vi que después de 24 horas no despertabas

- ¡¿Cuánto?! ¿O sea que hoy es lunes? Debo ir a la escuela

- No, tranquila Mili, hablamos con tus profesores y dijeron que estaba bien, mañana podrás ir, por cierto, en la tarde ve a visitar a Layla, la pobre se quedó preocupada

Después de un buen rato Aylin se fue, por mi parte me quedé acostada en mi cama, mirando el techo. Recordé lo que había pasado hace horas en la habitación de Aylin

- Me gustas – Damian quitó sus manos y dio dos pasos hacia atrás sorprendido

- Mili, yo – parecía que mi confesión lo tomó por sorpresa, porque le llevó mucho tiempo contestarme – Lo siento Mili, no puedo

Toda la tarde me la pasé sobre pensando en lo que había sucedido, como hubiera querido no haber dicho nada.

- Hola, vine lo más rápido que pude en cuento me desocupé. Cuando oí que te habías desmayado me preocupe ¿estás mejor?

- Sí, gracias Layla ¿cómo te fue hoy?

- Siendo sincera horrible, Mireya y las demás aprovecharon para decirme de cosas porque no estabas, pero esta vez traté de no tomarles mucha importancia. Por cierto, ya casi quedan los vestidos, solo faltan unos detalles, así que mañana saliendo de clases te lo probarás, al de Aylin ya se lo di hoy en la mañana, solo queda el tuyo. Estoy tan emocionada, mañana por la tarde estaremos bailando – dio saltos de felicidad. En ese momento se escuchó un ruido en mi ventana, como si alguien hubiera arrojado una piedra, me levanté y me asomé, era Asth quien me hacía una señal para que saliera a verlo. Como Layla aun creía que Asth me gustaba, me dijo que se marchaba para dejarme a solas con él

- ¿Te encuentras bien? – Ambos salimos a caminar sin rumbo

- He escuchado muchas veces esa pregunta – reí – Sí, estoy bien – Asth se detuvo y yo hice lo mismo, lo miré para preguntarle qué pasa

- Lo siento mucho Mili – Era la primera vez que me decía Mili de frente – No recordaba que el ritual fuera tan difícil y doloroso, en verdad lo siento

- No te preocupes, tú me lo advertiste, yo fui la que decidió hacerlo. Incluso lo volvería a hacer. Por cierto, ¿no te golpeó Aylin? Me dijo que casi te mataba – reí

- Ni que lo digas, sobre todo Damian, estaba furioso y preocupado por ti

- Ah – logré decir, no esperaba que sonara tan apagado, pero así fue

- ¿Sucede algo? – Negué y continué caminando, pero Asth no me creyó se detuvo y me jaló de la muñeca para que lo mirara – Puedes confiar en mí – Tras escuchar esas palabras no pude evitar soltar en llanto, quería detenerlo, pero no pude. Asth no hizo ninguna pregunta, sólo se acercó a mí y me envolvió entre sus brazos, dándome un abrazo muy cálido. Después de que me calmé Asth y yo nos sentamos en el pasto y observamos el horizonte en silencio un buen rato

- Le confesé a Damian que me gustaba, pero me rechazó – Asth me miró – Me dijo que no podía

- ¿Qué no podía? – repitió Asth sorprendido

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora