Libro 4 : Capitulo 3

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- Dentro de la mente de Becky -

    
                                                 Riviera Italia, 30 de agosto.

El brillante sol italiano caía sobre el pueblo Porto Santo Stefano me calentaba la piel aunque las vistas rocosas de las islas eran impresionantes no quería abrir los ojos. Tenía demasiado calor y sueño y estaba demasiado satisfecha cómo para pensar en nada salvo en disfrutar de la paz que por fin habíamos encontrado.

Que diferencia con lo que habíamos vivido apenas una semana antes....

Freen y yo nos encontramos en el lugar y el momento perfecto, no teníamos que temer que era necesario hacer o que podría ocurrirnos sobre lo que ya nos había pasado.

Si mi vida era totalmente diferente a cómo había sido hace 5 meses atrás pero de todas formas estaba muy enamorada de mi mujer y después de la sorpresa inicial al enterarme que íbamos a hacer madres, ya estaba también encantada con esa idea. Me cubrí el vientre con la mano y lo acaricie nuestro bebe seguía siendo un melocotón durante dos días más, ¿y después? Creo que se convertirá en un limón la siguiente cita con el doctor será dentro de un mes y quiero saber el sexo del bebé, pero quería que fuera sorpresa, le dije a Freen que ella podía enterarse si quería pero sería mejor guardar el secreto.

Y allí estaba tomando el sol en la playa privada de Italia esperando a que mi esposa me llevara una bebida fría cuando terminara de nadar.

No está nada mal, señora Becky Sarocha apenas podía creer que ese nombre me correspondía a mi. Y señora Becky Sarocha era algo a lo que Freen le daba mucha importancia y lo decía con frecuencia.

Abrí mis ojos, estoy casada con Freen y vamos a tener un bebé a principios de Febrero. Giré mi cabeza y cerré los ojos dispuesta a disfrutar un poco más del brillante sol italiano. El otoño estaba de vuelta y luego no tardarían en llegar los días invernales en Londres ahora el momento de disfrutar este precioso sol así que lo hice.

Deje que mi mente vagará hacia un lugar donde todo era felicidad intenté dejar a un lado todas las preocupaciones, cerrando aquellos espacios aterradores que odiaba abrir. Esos donde se mentían todas las cosas malas, los malos momentos en mi vida el dolor, las inseguridades, y las consecuencias que siguieron aquellas lecciones....

Las gotas heladas callaron en mi hombro despertándome de aquel breve sueño que estaba disfrutando en la playa. Freen debía de estar de vuelta con mi bebida abrí los ojos y la vi bloqueando los rayos de sol que me daban. ¡Santo Dios! Era una mujer impresionante con un cuerpo que me vuelve loca podía pasarme años mirándola sin cansarme nunca.

— ¿Qué me trajiste mi amor? — Susurré.

Ella ignoró mi pregunta y me dio una botella de agua fría.

— Ya es hora de que te pongas mas protector solar comienzas a ponerte roja.

— Solo lo dices para poder ponerme las manos encima — Asegúre.

Ella se sentó junto a mi toalla.

— En eso tienes toda la razón mi vida.

Bebí un poco de agua mientras ella me aplicaba la crema en los hombros, me gustaba sentir sus manos en mi cuerpo su tacto la sensación que provocaba en mi. No era de extrañar que hubiera sido incapaz de resistirme an ella cuando comenzó a seguirme. Con Freen había sido así desde el principio desde que me miró en la galería aquella noche y permití que una total desconocida me llevara a mi casa en su coche, desde que me tomó la mano hasta su coche y me ordenó que comiera una barrita energética y bebiera aquella agua que compró para mi en el trayecto, desde aquel primer beso en el edificio tocándome cómo si tuviera derecho a hacerlo sin disculparse.

Desnúdame el Alma (FreenBecky  G!P )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora