Worlds Apart - Mackenyu Arata

Cinco

GABI

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Una hora después de chatear con Kat, aún sigo dándole vueltas a sus palabras. ¿A qué se refiere? ¿Me estoy perdiendo algo?

—¡Gabi!

Iñaki entra en la sala de maquillaje con una bolsa de Tostitos. Este hombre sabe cómo comprar mi amor.

—Me estás sobornando con comida. —Observo cómo se sienta a mi lado y abre la bolsa—. ¿Qué has hecho?

—¿Nada? —Pero por su risa nerviosa y el temblor de su voz sé que algo ha pasado.

—Iñaki Godoy Jasso.

—Oye, no me vengas usando el nombre completo, sabes que eso da miedo.

—Entonces cuéntame por qué me estás sobornando —agarro la bolsa de las manos de Iñaki, que me mira haciendo un puchero—. Habla y tendrás más Tostitos.

—Taz quiere hacer pública su relación con Emily.

La noticia, aunque no me sorprende del todo, me duele un poco. Sabía que este día podía llegar en cualquier momento. Taz y Emily andan siempre juntos... Es normal que quiera hacerlo oficial y que sea su novia a ojos del mundo entero.

Pero aún así duele un poco.

—Toma tus Tostitos, anda. No tienes que sentirte mal por eso. No es tu culpa.

—En el fondo, lo es —susurra el mexicano, cogiendo la bolsa de patatas y comiendo una. Por algún motivo, pienso que es mejor no darle más importancia.

No entiendo por qué Iñaki podría pensar que es su culpa.

—¿Han llegado ya los demás? La maquilladora terminó conmigo hace rato, pero estaba aquí, dando vueltas por Tiktok.

—Di que estabas viendo edits cuestionables mientras esperabas —ríe Iñaki, poniéndose en pie—. Están en el plató. De hecho, Mackenyu andaba buscándote.

—¿Mack? —frunzo el ceño y dejo el móvil en mi bolso antes de acompañarle a la puerta para ir al plató.

—Sí, dice que tiene que asegurarse de que no te comes todos los croissants de la mesa de catering.

—Este tío se cree mucho más gracioso de lo que es. —Llegamos al plató y veo al equipo de grabación ajustando focos y cámaras, asegurándose de que todo está perfecto. Al fondo, en lo que podríamos considerar el escenario, veo una réplica de la popa del Going Merry. Me vienen a la mente muchos recuerdos de las horas que pasamos subidos a aquel barco. Qué bonita época —. ¡Es nuestro barco!

—¿Nuestro? Perdona, perdona. Es mi barco —bromea Jacob, acercándose a mí y saludando a Iñaki con un apretón de manos—. ¿Cómo estás, hermano?

—Fenomenal.

—No veo tu nombre por ningún sitio —le doy un abrazo rápido. Lleva una camiseta de tirantes verde y los pantalones y el gorro siguen la misma gama cromática. El estilo de Jacob es impecable—. ¿Todo bien por aquí?

—Claro, estoy yo —Jacob observa mi vestido de flores en tonos rosas y anaranjados y sonríe—. ¿Nos han vestido a todos como a nuestros personajes?

—Eso parece, sí —me agarro a su brazo y caminamos hacia donde están los demás—. ¿Y Kat?

—Ha tenido que irse corriendo a hacer una entrevista sobre una de sus películas y está viniendo ahora —me explica Iñaki. Espero que llegue a tiempo. No me apetece estar sola ante el peligro.