Los rayos del sol empezaron a asomarse, James empezo abrir los ojos, esta vez con menos sobresalto, pero el dolor en su pecho era insoportable. La realidad se le imponía como un peso inmenso, recordándole la ausencia de Lili. Lentamente, giró la cabeza y vio a Sirius y Remus a su lado, sus rostros reflejaban la misma tristeza que él sentía. Snape, en la esquina de la habitación, sostenía a Harry, quien ahora dormía en sus brazos.
El silencio era abrumador, solo roto por el suave suspiro del bebé. James intentó levantarse, pero su cuerpo estaba débil, no solo por los golpes, sino por el dolor de la pérdida.
—¿Por qué Harry no se separa de él? —preguntó James, su voz quebrada y llena de desconfianza—. ¿Qué le hizo ese... ese traidor a mi hijo?
Sirius y Remus intercambiaron una mirada, la conversación que venía sería aún más dolorosa. Remus fue el primero en hablar, su tono era cuidadoso, como quien maneja una verdad demasiado delicada.
—James, Lili… ella sabía que algo iba mal. —Remus comenzó, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Antes de que... —tomó aire y continuó—, antes de que todo sucediera, ella lanzó un hechizo de protección, un último acto de amor para proteger a Harry. Pero no fue un hechizo cualquiera, fue un antiguo encantamiento de unión mágica.
James frunció el ceño, no entendía completamente lo que Remus intentaba decirle.
—Lili sabía que el ataque era inminente, que Peter nos había traicionado —añadió Sirius, con rabia en su voz—. Cuando Snape llegó, ella ya había lanzado el hechizo. Harry ahora está ligado a él… como un segundo padre gestor.
James sintió como si el suelo se desmoronara bajo él.
—¿Qué estás diciendo? ¡Harry es mi hijo, no de ese…! —James no pudo terminar la frase, su voz se quebró—. Lili... ¿por qué haría eso?
—Porque sabía que, si algo le pasaba a ti o a ella, Harry necesitaría protección —dijo Remus, tratando de consolar a su amigo—. El hechizo que lanzó asegura que Snape cuidará de él como si fuera ella. No es algo que Snape eligiera, James. Es lo que Lili decidió por amor a su hijo.
James miró a Snape, que evitaba su mirada, pero aún sostenía a Harry con una mezcla de incomodidad y algo más que James no podía identificar. El bebé se removió ligeramente en sus brazos, y Snape lo acomodó con cuidado, como si fuera la cosa más frágil del mundo.
—No entiendo… —murmuró James—. Lili, ella…
—Ella hizo lo que pensó que era mejor, James —dijo Sirius, su tono era más suave ahora—. Y Snape... él nos avisó. Nos salvó, en parte, aunque no llegamos a tiempo para Lili.
—¿Por qué confiarías en Snape? —la voz de James era apenas un susurro.
—La verdad es que yo he estado trabajando con el en la boticaria desde hace algun tiempo —explicó Remus—. Sé que suena increíble, pero Snape ha estado de nuestro lado todo este tiempo. Fue su advertencia la que nos permitió llegar cuando lo hicimos, aunque demasiado tarde para salvarla.
James cerró los ojos, tratando de asimilar toda la información. Todo lo que conocía, todo lo que amaba, había cambiado en un instante. Cuando volvió a abrirlos, su mirada se fijó en Snape, y esta vez no había rabia, sino una mezcla de confusión y dolor.
—¿Por qué tú? —preguntó, su voz apenas audible.
Snape levantó la vista por primera vez, sus ojos oscuros encontrándose con los de James.
—Porque Lili confiaba en mí, era mi hermana por mucho quieras pensar otra cosa —respondió con una dureza que ocultaba su propio dolor.
James asintió, aunque no comprendía del todo, había algo en la manera en que Snape sostenía a Harry que le decía que, por extraño que pareciera, su hijo estaba a salvo. Pero el peso de la pérdida de Lili seguía oprimiéndole el corazón, y antes de poder decir algo más, sintió que el cansancio lo dominaba de nuevo.
Sirius lo ayudó a recostarse, y Remus le cubrió con una manta. Antes de que el sueño lo venciera, James dirigió una última mirada a Snape y a su hijo. Era una nueva realidad, una que nunca habría imaginado, y aunque no tenía todas las respuestas, sabía que tenía que seguir adelante, por Harry.
Y con ese pensamiento, James volvió a caer en la oscuridad, dejando que el dolor y el agotamiento lo sumieran en un sueño sin sueños, mientras Sirius, Remus y Snape se encargaban de su hijo, cada uno luchando con su propia tristeza y sus propios miedos.
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Solo Un Sueño
Fanfic-por favor quedate conmigo ... lili y fue esa frase definio su futuro, y su nuevo rol en la vida - no te dejare nunca James - dijo severus mientras lo abrazaba