Primera Carga

12.9K 211 45
                                    

La luz de la mañana entraba junto con sus buenos amigos los rayos solares a las habitaciones. Nosotros nos centramos en uno en específico: Un jovencito de pelo verde, ojos esmeralda, cuatro pecas en cada lado de su cara; haciendo un rombo. Bajando a su pecho, se puede notar como algo "definido", a su lado unos brazos un poco delgados. Si bajamos un poco más, encontramos un abdomen bastante sensual, pues, tiene un abdomen fitness, pero no marcado y junto con el bajamos a lo más importante: Sus enormes, suaves y regordetas caderas, muslos y nalgas.

Este "muchachito" se llama Izuku Midoriya, y el vive en un mundo reinado por hermafroditas femeninas o en resumidas cuentas "Futanari". En un inicio solo había una futanari, siendo una bebe que nació en China, era algo fuera de lo común pero no imposible. No se pudo clasificar como una hermafrodita por que sus órganos reproductores (ambos, en especial su pene) eran 100% funcionales. Desde ese punto cada vez empezaban a formarse más y más mujeres con un pene y en cada nueva generación su polla iba aumentando de tamaño así como la cantidad de semen que podía expulsar.

No tardaron demasiado en suprimir a los hombres y mujeres "Inferiores" como ellas les llamaban. En un periodo de tal vez 150 años, no quedo ninguna mujer común y si lo hacia... probablemente haya sido follada hasta que se aburrieran de ellas. Pero, ¿Qué paso con los hombres?, esa es una buena pregunta. Después de un cierto tiempo pareció ser que ya no sabía dónde vaciar sus testículos, por lo que se les ocurrió una magnifica idea: Usar a los hombres como vertederos de esperma.

A los primeros no les fue tan bien, pues no eran tan atractivos, según ellas, por lo que fueron desechados. Buscando una solución para eso, se encontraron diversas dietas y tratamientos no invasivos, para que las próximas generaciones de ahora proclamados "Femboys" tuvieran las necesidades físicas para soportar los (ahora enormes) penes y sus incalculables litros de semen nutritivo para que sus autoproclamadas "amas" tuvieran donde vaciarse.

Y después aparecieron los "Dones" superpoderes que les fueron otorgados a todos, por lo que se creó una gran organización de heroínas que hacían cumplir las reglas y poner en su lugar a los femboys, para ellos sus dones siempre salían inútiles o de muy bajo nivel destructivo tanto físico como mental.

-Volvamos con el niño pelo verde-

Un lindo y femenino bostezo se escucho por toda la habitación, estirándose como todas las mañanas. Observó la habitación un poco desordenada, pero nada que una limpieza rápida no arreglara, pero para eso necesita lavarse la cara. Tomo rumbo hacia su baño y encendió el grifo, donde se echo agua en su rostro femenino y agarro su cepillo de dientes con un diseño especial: Era un cepillo con forma de una polla, las cerdas estaban en el glande, tomo un poco de pasta para dientes y los empezó a cepillar. Cuando terminó, hizo sus necesidades en el baño y volvió a la habitación.

Cuando terminó de hacer una limpieza rápida a su recamara, bajo a la cocina, cabe que mencionar el se encontró desnudo a excepción de sus pies, que estaban tapados por unos calcetines; para no sentir frio en ellos. Cuando llegó a la concina su madre lo esperaba con una sonrisa.

-Buenos días, izuku-. Dijo la madre de Izuku. Inko Midoriya: Una mujer con grandes pechos, un poco pasada de peso, caderas anchas, pero ni cerca de su hijo, cara amable. Ella se encontró igual que su hijo, su inmensa polla colgaba de su pelvis, midiendo unos 35cm de largo y 12cm de ancho, totalmente flácida.

-Buenos días, madre. ¿Qué hay de desayunar?-. Sentándose en la mesa.-Hay arroz, galletas y tu leche especial-. Su último comentario fue con una voz un poco seductora, acariciando un poco su miembro, poniendo su mano su glande y un dedo estimulando su uretra.-Oh, si quieres puede ser café con leche-.

-Me quedo con la leche especial, aunque ayer me rellenaste mucho, ¿no lo crees?-. Izuku no tuvo ninguna clase de incomodidad al decirlo, de hecho, sonrió ante eso. A el le gustó complacer a las diferentes futanaris que se encontrara. Para el, solo eso significaba ser útil, pues eso es todo lo que le habían inculcado en cada lugar de el mundo, por lo que lo haría con tal de sentirlo... y aparte le gustaba.

"Mi Academia Futanari" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora