Perspectivas

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Metal se unió a su absurdo juego, bailando alrededor de la pelota, Boruto le había pedido que fuera ese día, tenía dudas que anhelaba resolver debido a su cercanía con Nelli, pero no sabía cómo hablarlas, llevaba dos días intentándolo, Metal era de las pocas personas que toleraba, no le gustaban las personas que hablaban demasiado y con muchos rodeos, ya que tenía que enfocar toda su atención en lo que decía y para Boruto era difícil, Metal era demasiado llamativo, cuando el rubio lo observaba se preguntaba cuantos vellos habrían en sus espesas cejas, y si de pequeño le habían estirado los ojos para que los tuviera de ese modo, también estaba ese cabello lleno de productos ¿Cómo le hacía para que estuviera así de lacio? ¿Cómo lo peinaba? ¿Necesitaba peinarlo? Pateó la pelota, enfadado a tantas preguntas sin resolver, e intento distraerse haciendo castillos con Hima, intentaba ignorar el hecho de que Sarada se comportaba como una idiota cuando bebía de más, sabía que era parlanchina, pero no a que grado; Las explosiones de emociones se hacían presentes y las risas burlonas haciendo más incómodo el preguntarle a Metal sobre una situación, se desanimó un poco cuando Metal se negó a darle información a Sarada de sus antiguos ex amigos, y pensó que tal vez él se negaría a darle la información de Nelli.

Boruto veía a su madre con recelo, ella estaba tranquila, fingiendo que nunca habían tenido una conversación, Hinata trataba de lidiar con la ansiedad en Boruto, sabía lo molesto que estaba con ella, pero tenía que hacer lo mejor para todos, estaba en una posición difícil.

—¿De verdad tenemos que estar soportando esa música?—Se quejó Hinata dejando de hacer castillos y alejándose con los adultos

—¿Qué tiene de malo?—Mencionó Sarada

—Es lo que escuchábamos en el bar—Mencionó Metal sonriendo—Una vez que te acostumbras, lo más ridículo hace sentido, como ese día en el que teníamos las canciones más antañas del reggaetón y estaba compitiendo con Daisuke, de repente la música se convirtió en una buena aliada, mira les pongo el ejemplo—Empezó a hacer flexiones a lo bruto, sintiendo el ritmo de la canción

Sarada dejó de dar vueltas de auto en la arena sentándose a hacer casillos—Una vez que entra en tu cabeza, es imposible ignorarla

Boruto seguía haciendo castillos, miraba como sus padres reían, estaba afligido, durante la semana había intentado hablar con su padre acerca del tema de Neji, pero su madre intervenía, no dejaba a su padre un minuto solo y lo único que había logrado Boruto era que asistieran a la playa en modo familiar, estaba soportando las ganas de reclamarles a ambos, era difícil controlar sus impulsos, la ansiedad recorría su cuerpo y sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento, llevaba días durmiendo algunas horas, buscando la manera de comprender por su cuenta como había llegado hasta ahí.

Sarada metió las manos entre su cabello, sacándolo, empezando a mover sus brazos con el ritmo de Uououo

—Caminando en este mundo ando yo, sin un rumbo, sin destino, sin razón

—Sin nadie como tú para amar—Se le unió Lee, su voz era más agradable a los oídos que la de Sarada

Vamos Boruto—Lo invito sonriendo, MetLee no notaba lo aturdido que se encontraba el rubio —Amor dime cómo hacer para olvidarte, si parece que dios se olvidó de mí, aún sigo rezando, aún sigo suplicando, pero todo este amor aún sigue aquí—Cantó con Metal, entrelazando los brazos y dando vueltas

—Yo quiero—Dijo Hima, amarrándose de los brazos de Sarada, dando vueltas alrededor, divirtiéndose—Vamos Bobruto—Le dijo con burla, este se quedó en la arena viendo

—Canta horrible—Se excuso, fingiendo tener gustos más sofisticados y alternativos, tal vez si su hermano estuviese aquí, a él le gustaría

—Sígueme—Mencionó Hima, haciendo pasos de baile, Metal y Sarada trataban de seguirla

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