Mí Juguete Favorito...

28.

Casa de Son Gojan.

El Saiyan hibrido se despide de su esposa ya que ira a ver a su suegro, le da un casto beso en sus dulces labios que era fingido y con una sonrisa le dice que valla con cuidado.

Al percatarse que por fin esta solo en casa suspira aliviado.

Pues su hija esta estudiando en el extranjero y no volverá pronto.

Camina hasta su estudio.

Se sienta frente al computador y estaba por seguir con su trabajo más se detuvo al ver una carpeta en el menú de inicio, lo conocía, por supuesto.

Medito unos cuantos segundo si abrir aquel archivo o no.

Introdujo la contraseña y aquel documento se abrió.

Ya a pasado mucho desde aquellos acontecimientos, claro, y aún se pregunta del porque todavía no se a dignado a borrar todo ese obscuro material que tantos problemas le a traído a su vida familiar.

Con su mouse dirige la flecha al icono de eliminar, y la pregunta aparece en la pantalla...

¿Esta seguro de borrar los datos?

Estaba por presionar...sin embargo las dudas lo azotan como una gran tormenta, más la razón en su cabeza le dice que de una buena vez bote esos recuerdos y los tire a la basura.

Aprieta su mandíbula con frustración pues hacerlo sería fácil, ¿no?

Ver...

Recordar...

Y volver a revivir...

Aquellos momentos que aunque malditos y terribles...

Fueron...simplemente...fantásticos.

Hecha su cuerpo hacia tras, recargándose en el respaldo de la silla.

Cierra sus ojos y sin evitar, aunque es eso lo que debería hacer pues a sido él mismo quien así lo a querido, bien lo sabe, su matrimonio era ya una farsa para él, la aflicción de saber que estara de por vida atado a una mujer que ya dejo de amar desde hace mucho, era en pocas palabras...infierno.

Y aquella última conversación lo persigue hasta él día de hoy como tatuaje...

18 - No sé lo dirás - dijo con una sonrisa que refleja despreocupación.

La mujer de cabello dorado esta desnuda, y su cuerpo delgado, bien trabajado se encuentra sobre el hijo mayor de Son, mientras que el miembro de Gojan esta en su interior.

Siente la mirada penetrante de su amante que la ve con brillo eh ilusión.

Goj - No...puedo - susurro. Aunque sabe que ya por su esposa no siente lo mismo no puede pedirle el divorcio, ni mucho menos hacerle daño a la mujer que eligió como madre de su hija, en verdad era una gran carga puesto que esa mujer que ya hace sobre él le a hecho sentir mil cosas muy hermosas.

18 - Entiendo... - dijo con calma y sin más se baja del cuerpo del joven adulto y sale de la cama, atrayendo la atención de él.

Goj - Siento cosas por tí - le dice serio al ver que ella se vestirá y se marchara.

Detuvo lo que hacia y esboza una pequeña sonrisa de malicia ante lo que escucho.

Se acerca de nuevo a la cama y se agacha solo un poco, con su mano acaricia el rostro de él.