Crepúsculo: CryMua.

Destinados.

Edward era un vampiro, pasando por muchas décadas empezando siglos, él se había convertido en un total inmortal, tenían que haber pasado años para que él se enamorase de alguna chica vampira de su generación o peor que jamás haya sucedido eso. En sí se sentía solitaria, tenia a sus compañeros y compañeras pálidos, pero no sentía ese complemento de compartir con alguien la larga vida de tener pareja, como lo deseaba alguna vez, llegar a formar una familia y dedicarse a ser padre era todo lo que él deseaba.

Hasta que un día Edward se encontraba caminando por el solitario pueblo, él amaba estos pueblitos para vivir, una vida tranquila, casi agrícola aunque no pudiese comer 'comida humana', le gustaba mucho tener que hacer esas tareas, al recorrer un poco más el pueblo había conocido a una chica llamada Yeri, que por lo visto era una mortal humana, estaba cautivado, desde la forma de su pelo, rostro, cuerpo y olor, cosas que vivencialmente no podíamos percibir los humanos. Ella era tan encantadora, socialmente, tenía bastantes amigos, hablo conmigo una vez de por casualidad, fue muy amable por lo poco que hablamos, lo recordaba tan bien, el estaba algo perdido con la fiesta de el pueblo y ella se dirigió amablemente hacia el, diciéndole: 'Hey! ¿necesitas ayuda?' y el le respondió un frío 'uhm..¿dónde está el puesto de manzanas confitadas?' Ella fue muy gentil y lo llevó hacia donde había preguntado, algo nervioso a su tacto el joven vampiro que simulaba ser un adolescente, jamas habia sentido tanta calidez en el tacto de un humano, mucho menos de esa joven que se veía tan mortal, era casi como una tentación morder su cuello.. Tenía que quitar esos pensamientos de su mente, lo estaban tentando, la chica se despidió diciendo un 'Bye.. Por lo que veo no hablas mucho, pero mi nombre en Yeri, por si mentalmente te lo preguntas' y el formuló unas pocas palabras que casi escupió 'Mi nombre es Edward, no te olvides' y esa interacción, había dejado el corazón de el inmortal más vivo que nunca, aunque eso parecía imposible, tenían que pasar décadas para que su corazón se sintiese atraído por una humana como ella, no sabía cómo lo iba a hacer de ahora en adelante si su mente lo único que sabía decir era ¿donde esta Yeri? ¿Como esta Yeri? su preocupación real no era lo que pasaba con ella actualmente, si no lo que pasaría si se la encontrabas en el futuro otra vez más.

Así tal cual dictó paso, se encontraba el caminando de noche, imprevisto por el olor de la chica se había dado cuenta que su presencia estaba ahí, ¡ella estaba ahí!, caminó lentamente por la zona que parecía el lago, estaba ella sentada en la punta de este acantilado camine, para verificar la situación real de el momento por el que estaba pasando, al parecer estaba llorando, la mire y parece que por naturalidad captó mi presencia allí, me miró con los ojos llorosos diciéndome.

-¿Qué haces aquí Edward?

-¿Cómo recuerdas mi nombre?

-Tengo que hacerlo, todos son muy importantes,no como yo..

-Yeri, de todas las chicas que he notado y he visto, tu eres la que más destaca, brilla y quieren aquí en este pueblo...Se nota demasiado ese hecho, no tienes que negarlo, muchas veces me he dado cuenta en como te tratan todos, te adoran.

-De que vale eso, si al final del dia me siento en una soledad eterna Edward, aunque solo tengo 17 en este momento, he sido incapaz en siglos de que alguien me ame..No!, que nos amemos mutuamente..

-Jaja, pero tranquila Yeri apenas tenemos 17, no seremos capaces de encontrar eso tan pronto, cuando suelen llegar esos momentos, no avisan de tenernos los unos a los otros, solo suceden..

-¿De donde sales tu Edward tan inteligente?, al parecer no te haces muy presente socialmente.

-Uhm...No, no me gusta mucho tener la presencia de personas ajenas a mi, a no ser que sean, amigos, familia o alguien que quiera.. Realmente soy muy selectivo con eso en el instituto pro si te das cuenta.