la boda

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Todos estábamos esperando a que la novia entrara por la puerta de la Iglesia, y en cuanto más me fijaba en la celebración, más me daba cuenta que yo nunca me casaría así. No me gustaban las iglesias, no me gustaban las aglomeraciones de gente, no quería casarme con un vestido aburrido largo y blanco, no quería que la música que sonara fuera tocada solamente por un piano medio viejo.

-¿En que piensas?-pregunta Tom detrás de mi.

-En que esta boda va a ser muy aburrida-respondo sin girarme a mirarlo.

-¿Y que boda no lo es?-pregunta acompañando su comentario con una risa nasal.

-La mía no lo será-digo mirándolo con superioridad.

-Seguro que no.

Una señora nos mandó a callar y ambos acatamos sus ordenes, pero cuando me giré a mirar a otro lado, vi a la madre de Tom sonriéndonos con ternura. Esa mujer me daba mil años de vida, era como si adorara a sus hijos y quisiera lo mejor para ellos, como si los aceptara tal y como son.

Al decir el "si quiero", todos nos fuimos a un restaurante a celebrar la boda y a cenar. La cena estaba asquerosa, y ni si quiera te dejaban elegir el plato. Todo el mundo estaba callado y los novios ni si quiera hacían algo para animar la fiesta. Estaba claro que así no sería mi boda.

-¿Te apetece bailar?-me pregunta Tom cuando una canción comienza a sonar.

-Por favor, que aquí todos están medio muertos-digo levantándome y agarrando su mano.

Ambos nos pusimos en la pista de baile y mientras todos nos miraban, comenzamos a bailar pegados.

Una mano de Tom agarraba con determinación mi cintura, mientras que la otra agarraba mi mano, y lo mismo yo con él, pero yo con la otra mano en su hombro. Nos movíamos al paso de la canción lenta y de vez en cuando, Tom me daba alguna vuelta.

-Y... ¿que piensas hacer tú en tu boda para que no sea como está?-me pregunta algo nervioso.

-De primeras, no invitaría a tanta gente-digo riendo y viendo que él asentía con una sonrisa.

-Yo creo que mi prima no conoce ni a la mitad de los que están aquí-confiesa y nos reímos de nuevo.

-Después, no me casaría por una iglesia ni muerta-digo viendo que asentía de nuevo con su sonrisa contagiosa.

-¿Y donde te casarías?-pregunta interesado.

-Sonara extraño, pero me encantaría casarme en un castillo-contesto algo avergonzada, ya que no era lo típico.

-Sabiendo como eres, tampoco irías de blanco ¿verdad?-dice riéndose y haciéndome sonreír a mi.

-Me conoces bien Kaulitz.

-Estoy deseando verte vestida de negro en el castillo-dice dándome otra vuelta.

Le sonrío y seguimos bailando, solo que esta vez se nos van uniendo las personas. Algo que estaba siendo aburrido, se estaba convirtiendo en algo más aceptable.

















Nota autora:
Sé que este capítulo es muy corto, pero no quería dejaros con la intriga de si iba a seguir la historia o no. Si la voy a seguir, solo necesito tiempo para pensar en las ideas y escribirlas.

Tengo pensado el final, y por el momento no voy a dar spoilers de nada (aunque quizá por tik tok si).

Prometo que el siguiente capítulo será más largo. Hasta la próxima🫶🏼

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2023 ⏰

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