-Introducción- Sangre sucia

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POV PANSY.

En los meses posteriores a la guerra de Hogwarts, el aire en el castillo estaba cargado de tensión y miedo. A pesar de la victoria sobre el señor oscuro, las cicatrices del pasado seguían presentes en cada rincón de Hogwarts. Los estudiantes se encontraban atrapados en una extraña encrucijada entre la celebración por la derrota del mal y la pesadez de las pérdidas sufridas durante la batalla.

La rivalidad entre las casas había alcanzado un nivel sin precedentes. Los gryffindor miraban con desprecio a los Slytherin, considerándolos los descendientes de los seguidores de Voldemort. Los Ravenclaw y Hufflepuff, aunque no participaban directamente en la hostilidad, tampoco estaban exentos del ambiente tenso que flotaba en el aire.

Mientras la tarde caía sobre los muros de piedra y las ventanas arqueadas, Pansy Parkinson y Draco Malfoy deambulaban por los pasillos con la mirada baja, intentando ignorar las miradas despectivas y los susurros que les seguían a cada paso. Su nombre y el de su familia estaban manchados por los oscuros días de la guerra y desde entonces Hogwarts se había convertido en un maldito suplicio para ella y los suyos.

-Diantres, Draco, ¡No puedo soportarlo más!- Susurró llena de desesperación.- La gente nos mira como si fuéramos basura, cómo si no fuéramos dignos de respirar el mismo aire que ellos. Nos odian simplemente por nuestros apellidos, por algo que ni siquiera elegimos- Escupió cabreada la joven bruja.

-No ayuda que tu padre y el mío pelearan a favor de Voldemort... No creo que nos vayan a dar una medalla de alumno modelo este año la verdad-Contestó el slytherin socarrón en un intento de levantarle el ánimo.

-¿Eres un idiota lo sabías?- Dijo finalmente la serpiente sonriendo mientras le daba un pequeño empujón amistoso en el hombro.

A medida que caminaba en dirección a la clase de pociones, Pansy observaba las paredes de piedra gastada y los retratos en movimientos que adornaban los pasillos.

Draco podía escuchar risas y murmullos de otros estudiantes que pasaban, algunos apresurados por llegar a sus clases, otros charlando animadamente sobre los entrenamientos de la noche de Quidditch, pero el ambiente seguía algo enrarecido y cargado de tensión.

No pasó mucho tiempo antes de que un grupo de estudiantes de Gryffindor y Ravenclaw de séptimo año decidiera aprovechar la oportunidad para burlarse de ellos. Los insultos y las risas burlonas llenaron el aire cuando los chicos se acercaron, y sus rostros se contorsionaron por el desprecio.

-¿Qué haces aquí Malfoy?, ¿Esperando instrucciones de tu papaito?, ¿O estás esperando a tomar un té con tu tía la loca?- Se burló Owen uno de los chicos de Gryffindor con una sonrisa despectiva en el rostro. Su actitud era desafiante, el muchacho estaba buscando una razón para pelear, y Pansy sabía que cómo siguiera por ese maldito camino, la iba a encontrar.

La bruja, apretó los dientes con rabia, pero Draco la detuvo con una mirada cautelosa. El rubio, en el fondo, sabía que no podían permitirse otra confrontación innecesaria, especialmente en medio del pasillo abarrotado.

-¿Y tu Owen? Vuelve a repetir una sandez similar, e irás de vacaciones a San Mungo a visitar a tus padres antes de lo que te piensas- Amenazó el serpiente perdiendo los papeles y olvidando la promesa silenciosa que le había hecho segundos antes a su amiga.

Aquellos jóvenes estudiantes no se iban a detener tan fácilmente.

 A continuación, otra de Ravenclaw, una chica de cabello oscuro y mirada provocadora se acercó a Pansy con una sonrisa sarcástica.

-¿Sintiendo nostalgia de los viejos tiempos, Parkinson?- Provocó.

La slytherin apretó los puños, luchando contra la furia que se estaba acumulando dentro de ella.

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⏰ Última actualización: Nov 06, 2023 ⏰

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