Cuarta Semana

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Una cosa que tengo clara después de todas estas semanas es que cuando se está enamorado, te vuelves ciego ante el resto de cosas que te rodean y de pende de por como lo mires eso resulta ser bueno o malo. Ahora mismo mis días giran en torno a Olivia, la mejor persona que he conocido y que si por mi fuera, permanecería toda la vida a mi lado, pero, sin embargo, también tengo otras personas en mi vida que poco a poco se van yendo. Si no fuera por música, no hablaría nada con Daniela, ya que solo puedo verla en esa clase. A Claudia solo la saludo por los pasillos y con Ana rara vez hablo aunque ya todo esté arreglado. Supongo que como ahora tengo pareja tendremos más cosas de las que hablar.

En resumen de todo este textaco, es que en una relación siempre hay que priorizar a la pareja sin olvidarse de los que estaban a tu lado de antes.

Como soy fan del cine, yo siempre me fijo en distintos elementos en las películas de amor y sé que tener amigas puede provocar celos en mi pareja, por eso creo que en parte, no me he querido acercar mucho al resto de mis amistades. No hay más que ver como se puso Olivia cuando Ana dijo que me quería. La entiendo y por eso no quiero que piense cosas que no son.

Esta ha sido mi reflexión de inicio de semana. He estado evitando pensar en el momento en el que le tenga que contar todo a mis padres con este tipo de pensamientos.

-Pero tu no te agobies- Me dijo Olivia en la subida.

-Es que nunca he podido decir a mis padres que tenía pareja y hay ciertas cosas que me dan miedo. No quiero que piensen que no eras buena o algo así. Yo te amo y quiero que ellos hagan lo mismo.

-Lo dicho, no te agobies. Seguro que les caigo bien, ¿A quién no?

-Tienes razón.

En ese momento comenzó a darme puñetazos en el brazo.

-¿Se puede saber que haces?-. Pregunté.

-Me gusta pegar a la gente.

-Ya lo he podido comprobar en ciertas ocasiones, ¿Pero por qué?

-Me desestresa, supongo.

Al decir aquello me dio uno más fuerte que los demás.

-Ay perdón, me he pasado-. Dijo abrazándome el brazo.

-Y luego el tonto soy yo.

-Pues si.

-Hola Dani, ¿Podemos hablar?

Eran las siete de la mañana y acaba de coger el móvil. Tenía un mensaje sin leer de Alba.

-Claro, dime.

-¿Olivia te contó algo de su antigua pareja?

-Ciertas cosas, ¿Por qué?

Sinceramente, me estoy empezando a hartar del gilipollas ese.

-Esto te lo digo a ti porque me da cosa volver a nombrar a ese subnormal delante de Olivia. Tengo más amigas pero sé que tu me puedes ayudar mejor.

-Vale.

-Que me caes muy bien, ¿No?, pero hasta ahora pues tampoco me había dado por escribirte.

-No te preocupes. Tu cuenta.

-Pablo me está escribiendo. Ahora quiere intentarlo conmigo.

-¿Y cuál es el problema? Déjale claro que no quieres nada con él. Se ve que eres una tía que no le da miedo imponerse de esa manera.

-Ya, pero es que el tema es que me parece mono y que tampoco vi tan grave lo que pasó entre ellos.

-Básicamente te gusta Pablo y quieres salir con él sin perder la amistad que tienes con Oliva.

Mi significado de estar enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora