Capítulo XIV

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De todos los días que pudo escoger la escuela para volver a iniciar las clases, tuvo que ser un jodido Martes. Todos estuvieron en contra de empezar un día que no fuera Lunes, pero ellos no eran los que decidían solamente podían obedecer. Rosabelle se encontraba sentada en el patio de la escuela, había llegado temprano y no tenía ánimos de entrar a la escuela ni de dar un paseo solamente para evitar encontrarse con Mason por casualidad.

Luego de los acontecimientos de su cumpleaños lo menos que quería era verlo, porque cada vez que pensaba en eso su corazón dolía.

Flashback

Sin mirar atrás Rosabelle corrió sin parar hasta llegar a su casa, cerrando la puerta con un portazo que asustó a Angie y Dyanne que se habían quedado despiertas esperando que llegara. Ni siquiera pudo esperar a llegar a su cuarto, sus piernas fallaron y cayó sentada recostada a la puerta, comenzando a llorar. Angie y Dyanne llegaron y al encontrarla en ese estado se asustaron muchísimo.

— ¿Rosabelle estás bien? ¿Qué pasa, por qué estás así? — preguntó Angie totalmente preocupada al ver a su amiga llorando tanto.

Rosabelle no podía parar de llorar, en ese llanto estaba liberando todo lo que tenía guardado.

— Rosabelle habla con nosotras ¡¿Qué demonios pasó?! — exclamó Dyanne al ver que la pregunta de Angie no fue respondida.

La chica intento respirar profundo, logrando formular algunas frases.

— Me besó — fue lo único que logró articular, haciendo que sus amigas se mirarán entre ellas sin entender — Mason, e-el me besó, me dio un colgante de regalo y no se que pasó pero de un momento a otro me besó y yo, yo le correspondí — expresó — Soy una tonta, le seguí el besó sabiendo que yo no soy la persona que le gusta ¿Por qué soy tan estúpida? ¿Pir qué tiene que pasarme esto? — dijo Rosabelle volviendo a comenzar a llorar.

Las chicas como pudieron la llevaron a su habitación, si continuaba llorando así probablemente su madre se iba a despertar y tendría que dar muchas explicaciones, más que las que tenía que dar. Un rato después ya más calmada Rosabelle continuaba hablando con las chicas sobre lo sucedido.

— ¿Y te fuiste corriendo sola? ¡Te volviste loca, alguien pudo hacerte daño! — expuso Dyanne severamente.

— Dyanne, ¿Crees qué estaba pensando en ese momento? Lo único que quería era regresar a casa — respondió Rosabelle.

Sguía sin comprender porque Mason había hecho eso, ¿No le gustaba Grace, no quería que ella se fijara en él? ¿No quería salir con ella? Entonces por qué la besó de esa forma tan bonita que provocó mariposas y fuegos artificiales en su corazón.

— Belle, ¿Te puedo preguntar algo? — dijo Angie recibiendo un asentimiento de parte de su amiga — ¿Como fue el beso, al menos te gustó?

Rosabelle la miró, tomando aire para responder.

— Fue, fue maravilloso — respondió con sinceridad — Me tomó por sorpresa pero aún así fue tan lindo, no fue brusco pero tampoco era un simple toque. Fue tan delicado conmigo y no quería soltarme, pude percatarme de eso, ni yo quería que me soltara.

Sus amigas la miraron, y sintió la lástima a flor de piel. Aunque hubiera sentido tantas cosas en el momento que sus labios se unieron con los de Mason, era tiempo de volver a la realidad.

— A pesar de todo lo que acabo de decir, no puedo seguir lastimándome — agregó, llamando la atención de sus amigas — No puedo seguir ocultando que estoy enamorada de Mason más de lo que nunca admitiré, que me encanta pasar tiempo con él y ver como sonríe, la forma en la que se expresa y que me muero de celos cuando habla de como progresa con Grace a medida que pasa el tiempo — dijo, sincerándose con las chicas — Al menos por una temporada, quiero dejar de ser egoísta conmigo y, darme un tiempo para mi.

Volviendo al presente

Rosabelle decidió por si misma dejar de ver a Mason, y tener contacto cero con él hasta que ella pudiera sentirse bien de nuevo a su lado si es que volvían a hablarse. El chico insistió en hablar con ella los últimos días de las vacaciones pero no había contestado ni sus llamadas ni sus mensajes. Lo que no sabía la chica era que las cosas no le serían tan fáciles, Mason estaba llegando a la escuela también y nunca venía temprano pero sabía que Rosabelle vendría sola y temprano solamente para lograr evitarlo e ignorarlo, como había hecho con los millones de mensajes y llamadas que le había mandando en el transcurso de los días que habían pasado desde su cumpleaños.

Aunque quisiera negarlo no podía sacar de su mente ese beso, cada segundo de ese momento se repetía en su cabeza. Por más que le daba vueltas no entendía porque había hecho eso y lo que era peor, no se arrepentía. Sentía que no había hecho nada malo y aún así sentía una ligera molestia sin saber porque. Grace pasó a un segundo plano, no había hablado con ella en varios días y sinceramente no tenía deseos.

— Maldición Rosabelle, ¿Dónde diablos estás? Necesito hablar contigo — expresó Mason caminando por los pasillos vacíos de la escuela.

Continuó caminando hasta que cuando paso por un corredor con puerta de cristal vió a Rosabelle sentada en un banco del patio mirando a la nada. Antes de que notara que estaba ahí abrió con cuidado la puerta y salió. Caminó lentamente hasta llegar a una distancia prudente para no molestarla.

— Rosabelle — llamó levemente, llamando la atención de la chica.

Rosabelle lo miró, y sus ojos se veían cansados y no tenían ese brillo natural que le encantaba. La chica se puso de pie, con sus cosas en mano y por un momento pensó que se iría y no lo escucharía, pero no fue así. Rosabelle cortó la distancia, quedando frente a frente con Mason encarándolo.

— ¿Qué es lo que quieres Mason? — dijo la chica sonando cansada.

Mason no espero que le dijera algo más, por lo que comenzó a hablar.

— Perdón, perdóname por lo que hice — comenzó — No debí hacerte eso, es solo que-

— ¿Te arrepientes? — interrumpió Rosabelle — Dime, ¿Te arrepientes de lo que hiciste?

La pregunta lo dejó confundido pero sabía exactamente cuál era la respuesta.

— ¿Quieres que sea sincero contigo? — dijo, recibiendo un asentimiento de la chica — No, no lo hago.

— Entonces, no te disculpes porque si no te arrepientes no hiciste nada malo — expresó Rosabelle — Solo te voy a pedir un favor.

Mason asintió, dando a entender que la escuchaba.

— Quiero que dejemos de vernos durante un tiempo — expuso Rosabelle, dejando anonadado a Mason — No me siento en condiciones de seguir pasando tiempo contigo, y antes que cualquier persona estoy yo.

Las palabras de Rosabelle se clavaron en el interior de Mason, ahora se daba cuenta de que había metido la pata hasta el mismo fondo.

— Ten — agregó Rosabelle, sacando de uno de los bolsillos de su mochila el colgante que le había regalado el día de su cumpleaños — Creo que es mejor que lo tengas tú, al fin y al cabo es tuyo.

Sin poder agregar nada Mason tomó el colgante en sus manos y miró a Rosabelle. La chica pasó por su lado sin decir una palabra, pero cuando iba a seguir su camino solamente formuló un:

— Espero que te vaya bien, nos vemos Mason — y siguió su camino.

Mason la vió irse hasta entrar de nuevo a la escuela y verdaderamente ahora no sabía que iba a hacer porque ahora no estaba Rosabelle para oir sus canciones, para darle un consejo y para apoyarlo. Y dolía como el infierno.














Notas de la autora:
Nueva actualización, tarde pero segura.
Disfruten ✨

Sk8ter Boy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora