31 de Octubre, la noche de Halloween. Una noche esperada por todo el protocolo, o por casi todos en realidad. Solo aquellos con aquel espíritu festivo eran los promotores de la fiesta entre las paredes de la base. Brimstone había permitido las celebraciones mucho tiempo atrás, lo hizo a petición de los jóvenes y lo permitió porque era lo más justo. Atrapados en un trabajo del cual era difícil salir, sobre todo si eras buscado y tratado como un criminal por culpa de Omega. Lo mínimo que podía hacer el veterano era dejarles festejar, siempre y cuando tuvieran precaución por su puesto.
"¡No! Brimstone no puedes hacerme esto... ¡Sabes que llevaba meses esperando esto!". Jett y Brimstone discutían de forma caldeada. La joven duelista había visitado al mayor horas antes de que cayese la noche con una amplia sonrisa que rápidamente se apagó en un mar de enfado y frustración.
"Jett... No puedo dejarte ir. Tu doble ha estado muy activa nuevamente, pueden reconocerte" dijo el mayor cansado, había discutido por lo mismo muchas otras veces y por mucho que le dolía prohibirles cosas comunes a sus agentes, siempre lo había hecho por su bien. Jett fue una de las más perjudicadas, su doble había sido reconocida como una criminal, una terrorista que azotó Venecia. Ella y Phoenix tenían muchas miradas encima, una como la causante y el otro como el sospechoso.
"¡Es un festival! Todo el mundo irá disfrazado! Por favor Brimstone, es Halloween! ¿Crees que alguien sería capaz de reconocerme ahí?" Jett se aferró a todas sus posibilidades. Llevaba esperando la noche de Halloween durante meses, había planeado los disfraces y había quedado con Neon para ir a conjunto.
"¡Es peligroso! Si te pasara algo no tendría a nadie disponible para ir a socorrerte" el controlador dejó caer los informes sobre la mesa, viendo entre estos una pequeña nota, una invitación de Phoenix que le hizo pensar. "Phoenix ha planeado una noche de terror para hoy. Verán películas y jugarán a juegos. ¿Por qué no te apuntas?" el veterano preguntó con buenas intenciones, buscando convencer a la duelista a cualquier costo. A pesar de no poder salir mucho, los agentes siempre buscaban alternativas que lo compensasen, como alquilar locales lejos del ojo público, fiestas privadas o incluso actividades en grupo dentro de la base.
Jett agachó la mirada, apretando sus puños con fuerza como si quisiera reunir toda esa frustración entre sus manos y lanzarla lejos. "No... No quiero. Soy joven Brimstone, merezco salir, vivir como lo haría cualquier otra chica. ¡Iré con Neon, tampoco es que vaya a ir sola!" elevó su voz, mirándolo con firmeza. Estaba harta de tener que pasar desapercibida, de ser sermoneada por Breach cada que era mínimamente descuidada, todo por su doble, todo por aquella Jett que había hecho que su rostro fuese buscado y odiado por todos. "Por favor Brimstone... Seré cuidadosa... Solo caminaré por la calle, iré a casas del terror, comeré caramelos... Solo eso" la surcadora del viento tragó su rabia, aquel pequeño orgullo que podría haber seguido discutiendo con su jefe hasta el siguiente amanecer.
Brimstone estuvo a punto de mirarla con lástima, de sucumbir a lo que le pareció una súplica más que una petición. Entendía a la joven, la entendía y la compadecía. La vida que todos los agentes llevaban no era la ideal, muchos la habían escogido, pero muchos otros no tuvieron más remedio que vivirla. Finalmente la miró con solidez, manteniendo su postura inicial. Era peligroso y hasta que los medios o la población se calmasen una vez más, no la dejaría salir a según qué sitios, sobre todo aquellos abarrotados de civiles y medios de comunicación. "No Jett... No hasta dentro de un tiempo. Lamento tu plan para Halloween, pero este año no podrá ser" rechazó finalmente la petición. Por su bien, por su seguridad, sería el villano una vez más.
Jett miró al mayor ahora con frialdad, sin señal de la mirada cariñosa que le había llegado a dar, aquella con la que miraba a alguien lo más similar a un padre. Guardó silencio durante unos largos y tediosos segundos hasta darse la vuelta y salir por la puerta por donde había entrado. Caminó con pasos rápidos, sin levantar la mirada del suelo y con pensamientos que revoloteaban de arriba abajo, factores que no le hicieron evitar al hombre que tenía delante, chocando con él en consecuencia.
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Una taza de té muy cara | Parte II |
FanfictionSegunda parte de Una taza de té muy cara. Ya en la base, una falsa y corta tranquilidad acoge a nuestros agentes . La verdadera tranquilidad está lejos de su destino y por el momento tendrán que lidiar con ella. Los personajes obviamente pertenecen...