Llegamos a casa durante la noche, el albino fue amable el resto de la tarde y hasta olvidé un poco lo que pasó horas atrás, mamá me metió en su habitación para conversar conmigo y tuve que serle sincera, obviamente omití muchas cosas pero solo recibí el apoyo pero también la charla típica de la sexualidad, aunque si era raro estar hablando con mamá de Gojo, el mejor amigo de mi hermano, desde pequeños que ha visitado esta casa desde que tengo memoria alguna.
Geto también se dio el tiempo de hablar pero esta vez con ambos y creo que fue lo más vergonzoso que me habría pasado, el albino era el más cómodo de los tres, yo solo quería que me tragara la tierra y desaparecer de ese momento tan inimaginable, nunca creí estar en esta posición y vaya que era desastrosa.
-Este fin de semana me voy a casa -comentó Gojo luego de la conversación tediosa de Geto-.
-Que bueno -sonreí animada- aunque, ¿no era en dos semanas más?
-Araki -Geto me miró-.
-No te preocupes -Gojo sonrió- seguiré viniendo a molestarte -me miró- y si, pero cambio de planes, vayan a visitarme de vez en cuando.
-Yo si me alegro, hermano -el pelinegro se levantó del sillón para palmear la espalda de su amigo- iré a preparar la cena, mamá debe estar cansada.
Geto desapareció del living para ir a la cocina, yo me sentía bastante avergonzada después de la conversación, no sabía que decir ni siquiera poner algún pretexto para irme a mi habitación, al parecer Satoru se dio cuenta porque disfrutaba la incomodidad que tenía en estos momentos, le miré feo.
-¿Qué? -le pregunté molesta-.
-Te ves linda -sonrió-.
-No digas tonterías, estoy demasiado avergonzada porque no era necesario hablar los tres de esto, ni siquiera estamos saliendo o algo parecido.
-Mujer -Gojo me calmó- ya, tranquilízate, tú dijiste que debíamos ver que pasaba más adelante, solo que no quiero estropear esto, déjame intentar hacer algo bien -suspiró- pon de tu parte.
-Bien, mañana nos vemos -me levanté del sillón un poco angustiada, creo que estaba siendo dura con él-.
-Mañana tengamos una cita -se acercó- no es como la de hoy -susurró- haremos algo que te va a gustar.
-Bueno -le alcé el dedo en aprobación, no era mala idea-.
-Y oye, toma -me pasó una bolsa negra- ábrelo en tu habitación.
-¿Qué es? -intenté husmear pero no me dejó-.
-Impaciente -me regañó- lo ves en tu habitación.
-Ya, está bien -rodé los ojos por lo insistente-.
Caminé rápidamente a mi habitación, solo quería tirarme entre mis almohadas y procesar toda la información que tenía almacenada en mi cabeza, el día de hoy fue con muchas emociones de por medio, Gojo se me declaró, me llevó a un hotel, hicimos cosas que nunca se me pasaron por la cabeza y conocí una faceta muy escondida del chico, no sabía que pensar, estaba un poco confundida pero si estaba casi segura al cien por ciento que me estaba gustando pero no quería ceder tan rapido sin antes ver otras acciones que hagan valer la pena afirmar mis sentimientos por él.
Me coloqué el pijama para recostarme en la cama, descansar era lo que necesitaba, pasado mañana sería otra semana de clases y de explicarle a Itadori lo que estaba pasando con Gojo, no me ha hablado ni llamado en todo el día y si, me pareció raro pero no quería molestarlo ahora.-Cierto, la bolsa negra -murmuré buscando la bolsa entre mis mantas de la cama- ¿qué será?
Abrí la bolsa curiosamente, mis ojos no podían creerlo, un cosquilleo se acumuló en mi estómago, saqué los productos para observarlos con mayor atención, habían unos dildos, unas bolitas anales, un succionador de clitoris y ropa interior muy provocativa, ¿donde se supone guardaré esto? miré mejor la bolsa y había una nota al fondo, la tomé para leerla con claridad:
Espero te gusten los regalos, utilízalos para que te acostumbres, para cuando los ocupe contigo, ¿podría ser posible si esta noche te veo con esa ropa interior?
Gojo.
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No puedo detenerme. || Satoru Gojo.
FanfictionSer la hermana ''menor'' de Suguru Geto, significaba ser ignorada por los amigos de éste, pudo haber sido una excusa perfecta para no sociabilizar, pero desde que comenzó a sentir e imaginar escenarios falsos con el amigo albino, todo cambió. Pues...