CAPÍTULO 23: Flor de Pascua (parte 1)

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La flor de pascua tiene sus raíces en México, donde los aztecas la consideraban un símbolo de pureza. En sus ceremonias religiosas, usaban sus brillantes hojas rojas para representar la sangre sacrificada a sus deidades.

El significado de la flor de pascua puede variar ligeramente según la diversidad cromática, cada color tiene su propio significado simbólico. El rojo, el tono más icónico, representa la vida y la pasión.

Amelia y Diego llegan a la casa donde está Assane a eso de las seis de la tarde después de recoger la cena que han encargado para esa noche. Amelia no puede evitar sonreír cuando descubre que Assane ya está vestido para la ocasión. Han quedado con los demás a eso de las ocho y media y tienen tiempo de sobra para decorar, vestirse y arreglarse. Pero ella intuye que Assane está demasiado nervioso por la llegada de alguien en particular y le hace gracia ver a un hombre tan serio estresarse por algo tan banal como la imagen.

Assane lleva días pensando en qué ponerse, cosa que de normal apenas le importa. Como siempre viste con ropa oscura, vaqueros rasgados y camisetas de algún grupo, al final optó por ir a comprar algo diferente. Así que, aquí está, con una camisa de cuadros de franela con la que está seguro de que parece un guardabosques canadiense, y unos vaqueros negros impolutos y sin un solo rasguño. No sabe si esto le sienta bien o si parece idiota, pero ha decido no dedicarle ni un pensamiento más, porque se ve capaz de encerrase en la habitación y no salir.

Emma y Mara llegan media hora antes de lo establecido, y terminan de ayudar a colocar las cosas de la mesa y a terminar con alguna que otra decoración. Amelia, que las tiene más que caladas, nota que algo ha cambiado para bien entre las dos en cuanto las ve llegar.

—Qué casualidad, —les dice mientras las tres ponen cosas de picar en la mesa, —habéis llegado a la vez. ¿Os habéis encontrado en la calle?

Amelia sabe de sobra que no, que si estas dos han venido juntas es porque hay algo más, pero le divierte incomodarlas.

—Sí, eso es. —Miente Emma con descaro y sin inmutarse. —En la mismísima puerta nos hemos encontrado.

Amelia, que sabe que Mara es la verdadera referencia que debe tener en cuenta, pues no sabe mentir, esconde una sonrisa al ver que Mara se sonroja y agacha la mirada. Amelia no sabe exactamente qué ha pasado, pero desea que esta vez ninguna de las dos meta la pata. Por lo pronto, esta noche, se lo pasará bastante bien incordiándolas.

Cuando vuelve a sonar el timbre, de forma sistemática todos los ojos se vuelven hacia a Assane. Nadie habla del tema, pero todos los saben, aunque él no parece reparar en las miradas que le siguen. Pues, en cuanto ha sonado el timbre, y teniendo en cuenta que la única persona que queda por llegar es Min-ho, Assane se ha precipitado hacia el telefonillo para abrir.

Emma, Mara y Amelia se han acercado las unas a las otras de manera instintiva, con la firme intención de cuchichear.

—Parece un osito asustado, —dice Emma. —Es adorable.

—Pues a ver en qué condiciones llega Min-ho, —añade Amelia riéndose por lo bajo, —pues ese tonto vive convencido de que Assane no siente nada por él.

—¿Desde cuándo nuestro amigo es tan idiota? —Suelta Mara provocando la risa de las demás.

Assane, que en cuanto ha abierto por el telefonillo se ha quedado pegado a la puerta esperando a que Min-ho llegue, se sobresalta cuando este golpea la puerta con los nudillos. Todos en la sala, incluido Diego, aguantan la respiración.

Cuando Assane, de manera bastante torpe, abre la puerta, un Min-ho resplandeciente aparece en el umbral.

—¡¿Está nevando?! —grita Emma entusiasmada.

EL JARDÍN QUE DIBUJAMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora