¡No tienes idea!; Quackity

Eleven: Mysterious

🇺🇸 | Los Ángeles, California
28 de Junio del 2023 | 4:12 p.m.
ʚ Alexis pov ɞ

Odiaba tener este sentimiento, Louise había estado hablando con unos chicos (desconocidos para mi) de una forma inusual, no me acerqué pues no quería interrumpir su momento y lo dejé pasar pero cuando ambos terminamos de ser entrevistados me acerqué a ella.

—Felicidades Louise—dije con una sonrisa en mi rostro y amé como sus ojos brillaron aún con la mirada seria que me estaba dando—No tengo nada malo que decir, me cerraste la boca de una forma muy dolorosa para mi ego—reí—Estoy orgulloso de ti—la miré a los ojos y alcancé sus manos, ella las apretó—No mereces todo lo que dije, ni las estupideces que soltó Andrews en el salón, debí haber dicho algo pero no supe cómo reaccionar—ella suspiró—soló espero que aceptes mis disculpas, soy un idiota y no me gustaría que nos lleváramos mal otra vez—mire sus ojos esperando alguna reacción—perdóname Louise.

Louise soltó mis manos cosa que me desconcertó unos segundos hasta que sentí sus brazos rodearme con fuerza, imite su acto acariciando su cabello y besando su cabeza.

—Si eres un tonto—dijo y solo pude reír—enserio eres el hombre más tonto que he conocido en mi vida Alexis—suspiró alejándose de mi—Eso era lo que necesitaba para que dejaras de caerme mal—sonrió.

—¿Una tregua?—pregunté confundido. Ella rodó los ojos.

—Que te disculparas—dijo mirándome a los ojos—Que admitieras que soy igual de buena que tú, que dejarás de subestimarte y te dieras cuenta que soy más que una simple chica—asentí.

—Y lo eres Flaca, eres más de lo que la gente piensa de ti, se que te juzgue mal y durante varios años fui un completo estúpido contigo pero me equivoqué y es algo que debo admitir, te subestime de la peor forma posible—pase un mechón de cabello atrás de su oreja—Gracias por dejarme conocerte a pesar de haber sido un tonto contigo—reímos—Y te pido una disculpa sincera, perdón por todos los malos estos que te hice pasar por mi ignorancia. Espero que esta vez si las aceptes.

—Acepto tus disculpas Alex—dijo acercándose a mi pero una tercera persona nos interrumpió.

Mire al padre de Louise detrás de ella y por instinto de supervivencia me aleje de su hija. El hombre pasó un brazo por los hombros de la rubia y yo me aflojé la corbata.

—Maldonado—me miró y asentí—Iremos a comer para festejar su primer caso, puedes llevar a tu madre y a tu hermano, muchas gracias por el apoyo, este fue un gran trabajo en equipo—nos miró a ambos—Y lo hicieron muy bien, créanme cuando les digo que tienen mucho futuro si siguen trabajando con este esfuerzo—Ambos asentimos—Louise cariño, te están buscando en el estacionamiento, dile a Jeremiah que se ira en el auto contigo, dense prisa. Los veo en el restaurante—ella asintió y se marcho dándome una sonrisa dejándome solo con su papá, después de que se fue conmigo sin su permiso, después de que nos haya visto a punto de besarnos y después de encontrarnos muy cerca hace unos minutos.

—Tu y yo ya habíamos hablado—dijo cruzándose de brazos—Te conozco y se que no tienes malas intenciones con Louise pero soy su padre—asentí agachando la cabeza—Ella es mi mayor tesoro Maldonado, siéntete afortunado porque esté intentando tener algo contigo y no lo digo con el afán de levantar el ego de Louise, no—negó aún con el semblante serio—simplemente ella no deja entrar a cualquier persona a su vida hablando de forma romántica y que esté tomando la iniciativa contigo créeme que me deja sorprendido—lo miré confuso—Vi como cambio tu semblante al verla con sus amigos, Louise no te va a meter a su mundo después de un par de semanas Alex, ella se volvió una persona sumamente reservada, no te va a decir lo que quieres escuchar ni mucho menos se va a tomar la molestia de darte explicaciones si no está haciendo algo malo, un claro ejemplo de ello es que no se molesto en darme explicaciones de su fuga durante la gala—sentí demasiada pena en ese momento pero el siguió hablando—ella sería incapaz de lastimarte porque aunque intente reprimirlo, te quiere y lo sé porque soy su padre, la conozco como la palma de mi mano. Solo dale tiempo muchacho, no te desesperes—dio unas palmaditas en mi hombro.