𝓤𝓷 𝓶𝓪𝓻𝓽𝓮𝓼 𝓒𝓾𝓪𝓵𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓪❤️‍🔥 (ᴘᴏʀᴛɢᴀꜱ ᴅ. ᴀᴄᴇ 𝖔𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙)

🔥燃えるコック🔥

- ¡ESTOY ABURRIDOOOOO!-. Exhale fuertemente el aire retenido en mis pulmones con la esperanza de que mi exhausto grito lograra reflejar la agonía que me carcome en estos momentos; pero no, creo que solo ha hecho que ___ se enoje aún más...

-Ace... ¿¡podrías callarte 5 minutos por el amor de dios!?-. Inició serena... pero terminó su respuesta con un grito grave, no hizo falta ni siquiera que ella se girara para que yo notara como está apretando los dientes.

Es evidente lo mucho que me fascina hacerla rabiar, porque me reí ante su fúrica respuesta:

-JAJA ¡no!... no puedo. Porque llevas horas ahí sentada y yo ya no encuentro en que entretenerme, estoy harto, tengo sueño, hambre, muero de aburrimiento y aunque me encanta observarte, no estas haciendo nada interesante-. Respondo sentándome y cruzando tanto mis brazos como mis piernas.

Siento en mi piel la textura suave de las cobijas peludas que cubren su cama, sobre la cual me encuentro; me revolqué una y otra vez tomando un par de siestas hasta que me enfade, puesto que como mi novia me ha dicho desde un inicio: ''necesito concentrarme Ace, se trata de un trabajo muy importante para mi universidad y tengo que terminarlo HOY''... no estoy inmerso en los temas que ella vive día a día en su escuela, pero estoy consciente de que se ha retrasado en su dichoso trabajo importante por mi culpa; si, bueno... estas últimas semanas he sido una distracción constante para ella, y hoy parece bastante decidida a ignorarme incluso de esta forma tan grosera que solo me hace reír y querer molestarla aún más.

Intento lo más que puedo ser paciente, pero vaya que esta no es mi mejor virtud; más cuando me percato del cielo tornándose naranja a través del ventanal que ilumina este cuarto; me regala una atmosfera relajante con tonos cálidos y rayos solares yendo de acá para allá entre los reflejos que abundan en la habitación.

...la habitación de mi mujer, que a grandes rasgos es mía también... deje de ser un intruso hace ya mucho.

La veo a ella sentada justo frente a mí, en aquella silla enorme y cómoda que gira sobre ruedas; sigue inmersa en la pantalla de su computadora de escritorio, lugar situado estratégicamente al costado de las escaleras que descienden directo a la sala del primer piso del departamento. Sigue sin dar alguna señal de girarse para brindarme un segundo de su atención puesto que, su posición le obliga a darme la espalda.

-Es una verdadera lástima...-. La escucho responder de repente con un notorio sarcasmo. Es ahí donde asoma su rostro tras la silla para mirarme con enfado y lanzarme sus frías palabras como si fuese un lanza-hielo. -...Ve y busca con que entretenerte, yo estoy ocupada-.

Levante ambas cejas indudablemente incrédulo...

incrédulo de que ella olvide que está tratando con un verdadero lanza-llamas.

Di una pequeña voltereta que me posicionó sobre el sillón largo y pequeño que delimita el borde de la cama. De un brinco me puse de pie y camine directo hasta recargar mis brazos encima del respaldo de su silla y me quede quieto observando como sus delgados dedos viajan entre el teclado y el mouse mientras mantiene la vista fija en la pantalla: mi presencia detrás suyo no causo más que una pregunta formulada casi de forma automática:

- ¿Se puede saber qué haces ahora? ...-.

Suspire divertido y recargue mi barbilla sobre mis brazos cruzados encima de su cabeza antes de responder de forma tranquila y pausada:

-Me estoy entreteniendo. Vine a ver que has hecho durante tantas horas...-. Miento, porque por mucho que observe las letras, números, ilustraciones y gráficos que se reflejan en el monitor; no entiendo nada, y la realidad es que tampoco me interesa mucho.