LA BODA

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Zhan esta sentado sobre su cómoda cama, la ultima vez que lo aria, sus dedos entrelazados y su mirada agachada. En su cabeza pasaban un millar de pensamientos que él apenas podía distinguir. Su lobo estaba de la misma forma, decaído y sin esperanza de encontrar a su alfa destinado, Zhan como omega deseaba encontrar a su pareja destinada su otra mitad.

Su vida desde pequeño fue controlada por su padre. Su padre, hombre de gran porte y que desprendía temor a cualquiera que lo mirara fijamente. Su padre, desde que se enteró que era omega lo obligo a recibir clases en casa, clases de modales para que no avergonzara a su futuro esposo. Zhan sabia que el solamente sería intercambio de negocios.

Sus gruesas lagrimas empañaron sus hermosos ojos. Era la hora. A sus dieciséis años seria desposado a un alfa que no conocía. Un alfa, posiblemente, viejo y guarro. Mordió su labio inferior para reprimir sus sollozos. Era ridículo, se convertirá en juguete de un asqueroso alfa. Lo odiaba, odiaba la vida que le toco.

Serás bueno, no abras la boca si no se te ordena, siempre la cabeza baja como lo sumiso que eres…

Su padre le repetía lo mismo, las mismas palabras llenas de veneno ¿es tan malo ser omega?.

-Zhan, hijo, ¿estas listo? – su madre entro a la habitación del omega y al verlo hizo una mueca - ¿Por qué lloras? Te ves terrible – menciona acercándose a Zhan, Zhan se enoja ¿Por qué lloras? Que pregunta más ridícula pensó el omega, pero no respondió.

Zhan se levanta al ver la cercanía de su madre y limpia con torpeza sus lágrimas.

-Estoy bien, déjame – murmuro molesto.

El omega niega y ayuda a su hijo a arreglar su traje blanco, le coloca su velo. Mil maldiciones pensaron Zhan. Ese odio a su madre por no poder evitar la boda volvió con gran fuerza.

-Déjame – se aparto con brusquedad.

-Hijo…

-No digas nada ¿si? No quiero escuchar nada de tu boca – dijo amargamente.

-Esa boca – regaño la mujer. Zhan la ignoro.

Una criada anuncio que ya todo estaba listo, que la ceremonia pronto empezaría. Ambos omegas salieron en silencio, la amargura de Zhan se volvió, rabia y tristeza, en un par de horas estaría en la cama con un asqueroso y malnacido alfa.

El jardín estaba muy hermoso, lo apreciaría si la situación fuera diferente. Su padre se coloco a un costado e hizo que entrelazara su brazo con el suyo. Las piernas de Zhan se aguaron. Los nervios y el miedo se presentaron.

-Contrólate, apestas – susurro su padre lo más bajo posible – recuerda lo que has aprendido, se bueno porque si te regresan por estúpido te mando a un prostíbulo – amenazo, Zhan quería llorar.

Con su mirada baja llegó a su destino. No siquiera vio al alfa junto a él. podía sentir su olor café y menta, pero solo eso. Temía levantar la mirada y encontrarse a un calvo y gordo hombre.

Las palabras del abogado comenzaron, su corazón se aceleró, temía, quería solo correr y poder cumplir su sueño.

Ser libre. Vivir en una bonita cabaña en el bosque sin que nadie lo moleste.

Su sueño, se quedará como un sueño.

-Xiao Zhan , ¿aceptas como su alfa y esposo a Wang Yibo? – la pregunta se hizo y Zhan sintió como su omega comenzó a llorar.

-Si – dijo bajo. El abogado levanto una ceja al no escuchar bien la respuesta.

-¿Disculpe? – Zhan odio a ese sujeto por sordo.

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