Bonito; Hyunin

Ocho;

Hyunjin

Hacía demasiado frío, pues estábamos en invierno pero todo estaba en segundo plano cuando sentía el caliente del vodka puro quemando mi garganta en cada sorbo que daba de este.

—¿Quieres? —Habló Minho mirándome fijamente tendiéndome unos brownies mágicos que su novio hizo. Dude unos segundos pero al final termine aceptándolo y llevándolo a mi boca para darle una mordida, estaba delicioso.

—Felix es muy buen cocinero —Dije sonriéndole a los dos chicos frente a mi, Minho tomo firmemente la cintura de Felix, su novio, y lo acercó a él para besarlo en los labios.

Tome otro brownie del topper que Felix había traído y tome una botella de cerveza alejándome de la parejita, no se cuanto tomé y tampoco se cuantos brownies comí, solo podía escuchar la música, las risas de los demás y como alguien trataba de hablarme.

—Hyunjin —Dijo aquella persona, lo mire y luego de mucho tiempo pude identificar quien era—.Mierda Hyunjin.

—Hola minnie —Seungmin me miró alzando una ceja desde arriba, el parecía completamente bien, en cambio yo, no sabía ni dónde estaba parado, bueno, acostado.

—Jisung —Gritó alejándose de donde yo estaba, escuche unos murmullos y unas maldiciones por parte de no se quien, yo solo estaba enfocado en las pequeñas mariposas que estaban volando a mi alrededor.

No se cuanto tiempo paso ni como él había llegado hasta aquí pero Jeongin se encontraba mirándome desde arriba con una muy notoria seriedad.

—¿Qué mierda hiciste Jinnie? —Dijo agachándose para tomarme de la cintura de manera y cargarme, envolví mis manos en su cuello y recosté mi cabeza en el hueco que se hacía entre su cuello y sus hombros.

Me despedí de los chicos antes de ser insertado en un auto y segundos después Jeongin cerraba la puerta para luego girarse a los chicos y comenzar a reclamarles algo que no pude escuchar y tiempo después estaba en una cómoda cama siendo desvestido por mi mejor amigo.

—¿Qué mierda te metiste? —Preguntó quitándome los pantalones.

—Brownies —Balbuceé.

—Los Brownies no te ponen así.

—Los Brownies mágicos si, tonto —Dije con total naturalidad, él me miro confundido pero no dijo nada, solo volvió a cargarme y meterme en una bañera llena de agua fría.

—Es la primera vez que te drogas —Susurró ayudándome a bañar—. ¿Porqué lo hiciste, jinnie? —No respondí, solo baje la vista siendo más consiente de lo que decía.

Horas después, ambos nos encontrábamos dándonos la espalda en la cama, el silencio que había era tan ruidoso que quería que parara de una vez por todos.

—¿Porqué, jinnie? —Susurro, sabía perfectamente a que se refería.

¿Porqué? yo también quería saber el porque lo hice, no estaba seguro ¿me dejé llevar por el momento? ¿o solo quería escapar un poco de mis pensamientos? realmente no sabía.

—No lo sé jeong... —Susurré cerrando los ojos con fuerza cuando sentí que estos comenzaban a aguarse sin razón alguna.

—No lo vuelvas a hacer por favor jinnie... —El silencio volvió a hacer ruido en la habitación durante largos segundos pero esta vez fui yo quien lo rompió.

—Lamento haberte echo salir de casa tun tarde y lamento haberte incomodado aquel día —Sentí como jeongin giraba y tocaba mi hombro haciendo que yo también girara y quedáramos cara a cara.

—Jinnie...

—¿Si?

—Perdí muchas personas por culpa de las drogas, no quiero perderte a ti también... —Su voz salió quebrada, en un fino hilo de voz, mi pecho se estrujó al escucharlo así, me acerqué a él y lo envolví en mis brazos.

—No me perderás innie, lo prometo —Dejé un beso en su frente y lo abracé fuerte haciendo que Jeongin soltara esa hermosa risa que tanto amaba.

—Disculpa por haberte alejado sin motivo —Dijo haciendo pequeños círculos en mi brazo.

—No importa jeong.

—Gracias... —Le sonreí, aunque no pudiera verme, porque sabía perfectamente que agradecía por darle su espacio.

Aunque seamos sinceros, Jeongin puede irse y volver las veces que quiera, yo seguiré esperándolo toda la vida.

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