CAPÍTULO 23

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* Siéntanse con la libertad de comentar a lo largo del cap, me encanta leerles. Estoy realmente agradecida por el apoyo que le están dando a mi historia *

Narra Katrina:

Casi corro al auto de la emoción. Muero por ver a mi pequeña princesa.

La última semana fue una verdadera pesadilla y lo único que quiero es volver a mi casa y estar rodeada de mis seres queridos.

Subo a la parte trasera y tomo a mi hija entre mis brazos.

- ¡Mami! – su emoción es tan contagiosa que no tardo en igualar su sonrisa. Sus pequeños brazos rodean mi cuello.

- ¿Cómo está mi corazón?

-Bien mammina, te extrañé.

-Yo a ti Kathie. – planto un sonoro beso en su mejilla. Valentino sube al auto y Rick nos pone en marcha. – Cuéntame que has hecho.

-La bisnonna me ha enseñado nuevas palabras. – responde contenta.

- ¿A sí? – asiente efusiva. – ya eres una experta hablando italiano. – digo en mi segunda lengua.

-Lo soy. – responde en el mismo idioma. Valentino voltea a verla con orgullo.

-Esta niña pronto hablará el italiano como si fuera su primer idioma. – Katherine lo mira confundida, entendiendo poco o nada de lo que dice. – Escucha pequeña, la tua mamma tiene unos asuntos que resolver y mientras eso pasa, ¿Por qué no, tu y yo, compartimos un helado? – ahora soy yo quien lo mira confundida. Gesticula un "pregúntale a David".

Cierro los ojos un breve momento.

¿Es qué no puedo tener un momento de paz?

Veo a Katherine, quien me mira suplicante. Sonrío divertida, mi hija ha sido cautivada por Valentino Rossi.

Entiendo la fascinación, Valentino es un hombre apuesto, alto, con un cuerpo de muerte y aire autoritario y misterioso. Cualquiera con un par de ojos estaría cautivada por él.

<< Incluida tú >>

Hago callar a mi conciencia. Los últimos días con Valentino fueron un torbellino de emociones, necesito tiempo para aclarar mis sentimientos.

Estoy confundida.

David es magnífico, hermoso, caballeroso, todo lo que una mujer desearía, pero Valentino hace despertar en mí sensaciones que nunca había experimentado, ¿Cómo es posible que una persona que te lleva al borde de la locura, no en un buen sentido, pueda gustarte?

Es que no tiene sentido. Se supone que esto solo sería una relación jefe-empleada, pero ahora estoy atrapada entre el chico dulce y el caballero negro.

¿Qué diablos voy a hacer? ¿Es posible tener sentimientos hacia dos hombres?

Me siento terriblemente culpable.

Mi hija tira de mi ropa, exigiendo la atención que se merece.

Trato de recordar la conversación. ¡Oh si, helado!

-Solo si es de Chocomenta. – accedo.

Mi pequeña pega un grito de emoción.

Pronto estacionamos frente a casa y Katherine se cuelga del cuello de Valentino. La imagen me parece totalmente graciosa, el brazo cubierto de tatuajes rodea el diminuto cuerpo de mi hija y Valentino me mira con los ojos bien abiertos, sorprendido por la confianza que le brinda mi hija. Su rostro está tan desubicado que quisiera fotografiarlo, grabarlo para la inmortalidad.

Roma: pasión y balasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora