Chapitre deux

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No tenía ni idea de cuanto tiempo duró tocando esas grandes y viejas puertas de madera. La estatura del hombre que se había encargado de abrirle hizo qué su mirada se cayera, bastante bajo, arrugado, su rostro demostraba todo menos felicidad ¿Que no estar con Dios era lo más hermoso y feliz? Como sea, tenía que dejar de blasfemar tanto contra estos religiosos y Dios, total, lo único que quería era hacer un trato para poder casarse y hacer gastar a su padre el poco dinero que le a costado ahorrar.

No estoy siendo para nada un hombre caprichoso

Pensó, pero era verdad, no? El no estaba en edad para hacer berrinches o caprichos, pero solo quería arruinarle un poco más la felicidad a su padre.

Volvió a tomar la rienda de su caballo y entro al pueblo, las pocas casa qué estaban ahí se miraban en alto, al menos tenía que subir un borde rocoso para llegar a la puerta de cada una. Siguió caminando hasta estar fuera de la abadía, bastante grisoso y fúnebre el lugar ¿Seguros que aquí se apareció el Arcángel Miguel? Si el fuera un ángel de los cielos, por nada del mundo llegaría a este lugar

Todo por tus tontos caprichos Gemini

Suspiró ya arrepentido de su decisión, seguía sin entender como los emperadores y reyes se casaban en estos lugares, no tenían nada de interesante.

Sus pensamientos fueron inmediatamente bloqueados al ver el interior del lugar, ¿acaso hicieron cada detalle con oro? Las pinturas en las paredes altas, querubines desnudos entre nubes, el cielo azul, ¿cuando fue la última vez que miro al cielo con deseo de subir ahí y descansar? No lo recordaba, talvez era solo un niño pequeño con ilusión, pero ahora que era un adulto, todo a su alrededor era gris, incluso las cosas más coloridas, parecía que habían pasado años que tuvieron un retoque de pintura y ahora solo eran color tristemente opacos, blancosos.

"Permitame llamar al padre superior"

"Adelanté"

fueron las únicas palabras que compartieron aquel hombre y el vizconde.


    ׄ  ♰  ݂

Creo que hacer las tareas del convento era lo mejor que podía hacer Fourth, no solamente era bueno haciéndolo, si no que también lo disfrutaba, pues le ayudaba a estar lejos de los mayores quienes solo se la pasaban presionandolo, ¿Pero que más podía hacer? El ya sabia todo, repasaba ese libro grueso cada semana, fácilmente podría decir cada palabra de la biblia a alguien que le preguntará, pero era una orden de los cardenales para su preparación. Aferrado a su escoba de palma soltó un suspiro ¿Que error tan grave había cometido para que su padre lo encerrara en ese lugar? Negó y siguió barriendo.

Tomo asiento en la fuente justo a un lado del templo, ya había terminado todo el aseo del lugar lo único que hacía era juguetear con el agua mientras esperaba a que algún monje lo llamará para otra tarea que alguno de ellos no pudiera hacer. Sus bonitas perlas cafés se desviaron al interior de la sinagoga, un hombre alto, moreno y cabello oscuro llamo inmediatamente su atención, su estómago dio un gran vuelco, ¿Quién es? ¿Cuando fue la última vez que había visto un hombre así de atractivo? Pero la pregunta final... ¿Porque ese tipo de hombres como el que estaba frente a el, le parecían tan atractivos? Sus ojos simplemente no podían apartarse del perfil de ese tipo.

Ambos pares de miradas se encontraron de manera instantánea. Los luceros en los pripios se habían encendido, sus mejillas se sintieron llenar de lava, pues estas no dejaban de calentarse y ponerse rojas, sintió uno de los nudos de su cordón deshacerse, lo que hizo que su cerebro captará el problema actual, castidad, porque se había desatado si estaba en medio de los otros dos; cualquiera diría que había perdido la castidad como hombre, pero lo gracioso aquí era que el seguía siendo puro y lo seguiría siendo hasta el final de sus años. (Talvez eso era lo que creía)

Luego de desatar el nudo de abajo, volvió a atar ambos, su mirada quiso reencontrarse con el hombre de apariencia refinada, más este ya no estaba. Su instinto hizo que su cuerpo se moviera al punto de casi correr y poder alcanzarlo, pero, de un momento a otro su padre detuvo su caminó

"¿A donde vas con tanta prisa?”

El tono de la voz del hombre frente a el sonaba molesta y con malicia, totalmente diferente a la que el estaba acostumbrado a escuchar, su cuerpo flaqueo haciéndolo sentir como un niño pequeño "Solo..."

"Te dio curiosidad ver un rostro nuevo en el islote, ¿no es así? Esta bien, después de todo no siempre puedes ver nuevos rostros estando aquí."

Si, eso era..., solo curiosidad, curiosidad de saber porque su estomago no dejaba de oprimirse.

"Recuerda, Fourth..., estas aquí por tu bien, estas aquí para ser una buena persona y estas aquí para no cometer errores que puedas pagar con tu vida"

[...]

Apoco si tilin? Ahg! En fin, creo que este capítulo si estuvo un poquito más largo, pero tenganme paciencia, nunca había hecho esto y me estoy sacando la imaginación del cul0. 😔
Esto es todo! Gracias por leer!

Jusqu'à ce que la gloire nous sépare {GeminiFourth} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora