¡Algo mas sencillo que la vida!

Cap 26

Para ser un día de ceremonia, la tormenta de afuera dictaba el comienzo de un destino que llevaría solo a los valientes a la victoria. Eris trataba de comer su cena, levantaba la cabeza para ver a todos a su alrededor, todos sonreían de lo que fue este año. Miraba con atención la mesa de los rojos, desde que habían hecho un trato de paz con aquel grupo de cuatro su estadía en la escuela se sintió más tranquila.

 Lily se encontraba comiendo tarta de calabaza con un sonriente James, ese par sumergido en su burbuja. Rellish giro hasta buscar la mirada de Snape que por una vez no miraba a la pelirroja, sino a aquellos estudiantes que estaban por retirarse de Hogwarts ya que habían finalizado sus estudios.

Caminaban por los pasillos aquellos estudiantes de último año. Se inclinaban ante los profesores en agradecimiento y comenzaban a ir a su mesa para pasar una última vez con sus amigos. Eris se imagino caminar hasta las grandes puertas del Castillo.

"¿Que se sentirá no volver jamás? "

 Comenzó a sentir ese cosquilleo en sus brazos, su vista se dirigió una vez más a los ojos negros de aquel chico, sus manos pálidas sujetaban muy fuerte la orilla de la mesa. La peliblanco tuvo ese impulso de levantarse y distraerlo con un comentario que lo molestara, así no estaría tan tenso. Dejó sus utensilios de comida a un lado, con una servilleta se limpio los labios, se levantó con cuidado ya que llevaba un vestido como todas las chicas por la celebración. Estaba por acercarse cuando fue detenida por los brazos de Bellatrix que rodeaban su cintura.

 Eris sonrió, ya se había acostumbrado a tales nuestras por parte de la ahora graduada chica, se giro para darle un gran abrazo. Su relación era muy extraña pero no negaba que extrañaba tener a alguien que le diera tales nuestras de afecto. Atrás de Bellatrix se encontraban tomados de la mano unos felices Narcissa y Lucius.

 -Bellatrix dejala respirar- decía divertido Lucius.

 -Lo único que extrañare de aquí será a mi pequeña ocromantula- dijo una sonriente Bellatrix después de soltar a Rellish.

 -Eris sería un honor que estuvieras con nosotros al terminar la ceremonia, afuera junto a los carruejes- señalaba Narcissa a la chica.

 -Será todo un placer- lo decía de corazón.

 El director y otros profesores retiraban las mesas para dejar el pasillo desierto, listo para una pista de baile, al comenzar la musica, Lucius tomó de la cintura a Narcissa y la guió, Bellatrix estaba por sentarse con Rellish pero para sorpresa de ambas fue tomada del brazo por el joven Lestrange.

 Y así quedo sola Rellish, estaba pendiente de la hora para ir a despedir a sus amigos. Si, eran los únicos que la apoyaban, sintió una puñalada al ver cómo Elliot bailaba con una linda chica, con sus trajes a juego, la de ojos azules miro hacia otro lado y fue peor al ver a Alice junto a su novio.

 No lo soporto, salió del gran salón, la música sonaba por los pasillos del castillo, camino hasta quedar en uno de los jardines. Se sentó agotada en unas escaleras, cerrando los ojos y dejándose llevar por la música.
Su mente saco a relucir sobre sus padres, la conversación y su deber. No quiso hablar con su tía por correo sobre tal tema, quería verla a los ojos. Ya mañana estaría con ella y aclararian tal asunto.

 Escucho pasos, de algún lado que desconocía salían dos chicos del Grupo de Potter. Al ver la cabellera negra supo que se trataba de Sirius y por el tamaño del otro supo que era Pettigrew. Respetando el acuerdo no la molestaron, solo se inclinaron como saludó, Eris les respondió con un gesto frío, aun no lo perdonaba por el ataque. Parecía que buscaban algo.

 Al verlos desaparecer decidio levantarse y ver si podía buscar algo de comer, camino dos pasos cuando fue detenida y arrastrada ,atrás de una estatua. Estaba oscuro, sentía el agarre firme en su piel y la respiración cerca de alguien. Intento salir pero fue detenida una vez más, una mano se dirigió hasta sus labios, Rellish sentia miedo.

 Con un rápido movimiento logró darle la espalda a su captor, desde su punto de vista estaban las escaleras. Si lograba golpearlo podría correr, más se olvidó de su plan cuando una chica pelirroja y un chico de cabellera castaña oscura salían. La música era lenta, jugando a su favor
caían pétalos de flores. James se acerco tomando de las mejillas a Lily hasta posar sus labios en los de la chica.

 Una escena digna de amor, al separarse del beso se abrazaron. Comenzaron a caminar perdiéndose en la noche, Eris sintió como su captor se acercaba hasta pasar su barbilla en el hombro y cuello de la chica, sintió algo tibio empaparla.

 Giro con cuidado, ahí estaba Snape. Lágrimas caían por sus mejillas, estaba destrozado de perder a la chica que amaba, Eris se giro. Seguía oscuro pero por instinto tocó los hombros de Snape, sentía la urgencia de abrazarlo. Lo tomó con un poco de fuerza, sin embargo, sintió como el de cabellera negra se dejaba consolar.

 Sentía como sacudía sus hombros por el llanto, lo sintió caer de rodillas, acarició su cabeza.

 -¿Por que él? - decía aferrándose a la falda del vestido de Rellish. Escucharlo le rompía el corazón, con un poco de miedo se arrodilló, le levanto el rostro con ternura.

-Vamos, eres Snape esto no te puede derrumbar- trato de reír, seguio acariciando sus mejillas. -Levantate, soy a la que menos quieres ver estando asi-

 -Mi padre tenía razón- Rellish recordó la golpiza y los gritos, tomó del cuello a Snape sacándolo de ese agujero.

 -¡No menciones a ese hombre!- cerro los ojos para calmarse, apretó su agarre -¡No digas nada de el! -

Snape fruncio el gesto, molesto se acercó aún más a Rellish. -¡El tiene razón, soy un cobarde, nadie me amara. Moriré solo! - golpeo la mano en el suelo.

Rellish en su desespero, lo tomó del rostro, vio dolor y rencor. En un impulso violento lo acerco hasta su rostro presionando sus labios delgados con los de ella. Paso una mano por el cabello negro para mantenerlo firme.

Sintió como Snape intento alejarse, por el movimiento sin querer profundizaron aún más. Había visto el beso de Lily y James tan tierno, especial. Pero este se sentía vacío. Sintió como la empujaban soltando
todo contacto con el chico, se miraron confundidos, el rostros de ella no cambió pero el de Snape era de asco total.

 -¡Si te burlas de mi una vez más, creeme Rellish no querrás volver aquí!- sus palabras sonaron tan genuinas que Eris sintió realmente odio por parte de ese chico. Snape se limpio los labios con total repudio, la dejo sola detrás de esa estatua.

Eris sintió la soledad, el frío de la noche y el rechazo. Estaba por llorar, pero las campañas sonaron anunciando la partido de sus amigos, se levantó y corrió. Con la respiración a mil vio como la esperaban todos sin subirse a los carruajes. Camino ocultando su dolor. Fue recibida por abrazos.

 -Espero verte pronto cariño- hablaba la de pelo rubio, subiéndose al carruaje. La siguió Lucius que miraba con amabilidad a Rellish.

 -Mi casa esta abierta para ti- fue lo último que dijo.

 Solo faltaba un pasajero para que arrancará el carruaje, Bellatrix la miraba atentamente, Rellish trataba de ocultar el sonrojo pero estalló, nunca pensó actuar de esa forma. Corrió hasta saltar sobre la chica con el cabello alborotado, enrrosco sus piernas en la cadera de la chica.

 -Cuando vuelva a verte quiero recibirte de esta manera- le susurro. Bajo su cabeza hasta colocarla en los hombros de Bellatrix. Esta la apretó en un abrazo fuerte. La bajo y mirándola una vez más se fue acercando hasta subirse al carruaje. Este comenzo a moverse, Rellish ya no los miraba, vio que estuviera sola. Al estar segura se convirtió en lobo, corrió hasta alcanzarlos, no se dejó ver. Al estar convertida su dolor era más agonizante, al llegar a un risco y verlos perderse aullo.

 Siguió corriendo, sentía su cuerpo adormecerse que al ver cómo un conejito se acercaba por primera vez perdió el control. Abrió sus mandíbulas atacando al animal indefenso, matándolo en seguida. Cuando cobro los sentidos su pelaje estaba manchado de color carmesí, sintió el sabor metálico en su boca y lo que le aterro fue no sentir miedo por eso.

 Dejó el cadáver ahí y siguió deambulando por el bosque.