yo nunca nunca

one short

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Afuera estaba oscuro. los Sombreros de Paja había comenzado una fiesta más temprano esa noche porque Luffy, Chopper y Usopp habían atrapado un pez grande y su Capitán había decidido que necesitaban celebrarlo. En defensa de Luffy habían estado navegando durante dos semanas sin parar por lo que necesitaba quemar algo de energía.

"¡Quiero participar!"

Luffy estaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Alrededor de la medianoche, Nami había convocado un concurso de bebida. A Luffy se le había prohibido el acceso a ellos porque la última vez, alrededor de su sexto trago, se había olvidado de su fruta del diablo y estaba decidido a ir a nadar. Zoro y Sanji tuvieron que recogerlo siete veces del océano antes de decidir colocar a su Capitán en su litera.

Nami suspiró “No, sabes lo que pasó la última vez y nadie aquí quiere volver a vivirlo. ¡Entonces, ve a dormir!"

“¡Soy el Capitán! ¡Quiero jugar con vosotros! ¡Orden de capitán!

Sanji reprimió un suspiro. Una vez que Luffy tenía algo en mente, era difícil detenerlo. Chopper se levantó y fue hacia Luffy.

“Yo tampoco voy a participar en el concurso y Nami dijo que deberíamos llegar a la siguiente isla mañana. Tal vez deberíamos irnos a dormir para estar en buena forma para la aventura”.

Pasó un minuto y Luffy sonrió: “¡Tienes razón, Chopper! ¡Necesitamos dormir! ¡Vamos!" y tomó al joven doctor en sus brazos y corrió al baño de los niños.

Sanji se hizo la promesa de comprar o hacer algodón de azúcar como agradecimiento.

🍙

Dos horas más tarde, la contienda se había trasladado a la cocina, la noche estaba fresca y el viento un poco frío.

Franky estaba roncando en el sofá de la cocina, con la cara en el regazo de Robin, que estaba bebiendo su vino tinto. Brook y Jinbe estaban hablando sobre su futura compra ya que la próxima isla sería comercial. Usopp estaba desmallado, decidió unirse al juego junto a Nami y Zoro, los dos últimos en la competencia. Usopp había tratado de seguir el ritmo, pero el idiota olvidó que su tolerancia al alcohol no estaba ni cerca de la de los dos monstruos.

Sanji detuvo el concurso bastante rápido, no quería decir o hacer algo de lo que se arrepintiera al día siguiente. Estaba sentado en la barra del bar, de espaldas a la mesa, sosteniendo un bolígrafo preparando el menú de la próxima semana.

Lunes :

Almuerzo: onigiri con tortilla

Cena: salteado de atún elefante de aletas azules

"Oye Zoro, ¿qué tal si le ponemos un poco de sabor a su juego?"

"¿Qué, sientes que estás perdiendo a la bruja del mar?"

Sanji no puede evitar murmurar "Cuida tu lengua, musgo". incluso si supiera que el marimo no le respondería.

Cuando Nami-san y el idiota bebían juntos, era como si el resto del mundo no importara. O más aún, estaban demasiado borrachos para importarles. Cada vez que llegaban a una isla, Nami-san y el estúpido cerebro siempre iban juntos al bar de la ciudad y pasaban una noche emborrachándose. Era normal que Sombrero de Paja viera a Zoro caminando o más bién tambaleándose hacia el Sunny llevando a Nami-san, una somnolienta/feliz borracha/cantante, a cuestas.

Sanji habría estado celoso si no supiera que su diosa nunca, ni en un millón de años, tendría sentimientos románticos por el idiota cerebro.

Nami-san estaba demasiado enamorada de Vivi para eso.