Un golpe de suerte

Capítulo 42.

Durante todo el trayecto miro por la ventanilla. Martina pone su mano en la pierna de Diego mientras que él conduce. Yo me imagino una vida maravillosa donde no tengo ningún problema, donde mi relación con Manu sigue siendo la misma, donde mi padre no me abandonó de pequeña y dónde Caleb es la persona encantadora que me gustaría que fuera conmigo.

Cuando llegamos bajamos del coche y Martina me coge del brazo para que caminemos juntas.

-¡Allí están!-dice Diego mirando hacia nuestro grupo.

Veo a Sara, Manu, Arnau y para mi desgracia, también a Lara.

-¿Pero quién es esta de aquí?-dice Arnau bromeando sobre mi cambio de look de esta noche.

-Oye, vale ya-digo dando un golpecito a modo respuesta en su hombro.

Arnau me coge de los hombros con su brazo. Yo le rodeo con mi brazo la espalda.

-¡Vaya Cloe! Hasta parece que eres guapa así vestida-dice Lara.

No quiero discutir ni darla el gustazo de intercambiar palabras conmigo. Así que decido ignorarla.

-Cállate ya zorra-dice Martina dirigiéndose a Lara.

Lara le tira un beso a Martina en modo de respuesta. Yo no puedo evitar reírme ante la situación.

-¿Te hace gracia?-me pregunta Lara de mala forma.

-Lo cierto es que sí-digo retándola.

-Por muy cambiada que te haga parecer esa ropa, sigues siendo la misma idiota de siempre. Este no es tu sitio-me dice.

-Si pretendes ofenderme, no lo haces-la digo.

-¡Ahí está mi chico!-grita Lara mirando hacia su lado derecho.

No puedo evitar mirar hacia dónde ella lo hace. Lo que no imaginaba es que ver esa situación iba a causarme tanto dolor. Se refería a Caleb.

Los ojos se me empañan de lágrimas. Martina se da cuenta de la situación y viene a cogerme de la mano.

Caleb sigue avanzando hacia nosotros. De repente se para en seco cuando observa que yo he venido a la fiesta, pero me ignora.

Lara corre a sus brazos y le besa en los labios. Él no la quita lo que me produce más rabia todavía. No debería sentir celos, yo fui quien decidió no tener contacto con él. No debería tener celos porque ni siquiera somos ni hemos sido nada.

Caleb saluda a todos, menos a mí.

Martina me despega de Arnau y me lleva con ella hacia la mesa del alcohol. Nos servimos unas copas y volvemos con el grupo.

-No deberías beber mucho-dice Lara mientras sigue abrazada a Caleb.

No quiero mirarla, porque odio que esté abrazada a Caleb y eso me haría más daño.

Bailo con Martina al ritmo de la música. Casanova de Soolking está sonando.

Manu no ha intentado hablar conmigo, lo cual agradezco sinceramente. Con Sara he intercambiado un par de palabras, pero nada más. Llevo con Martina, Diego y Arnau toda la noche. No quiero socializar con nadie más.

Estoy intentado ignorar a Caleb todo lo que puedo. De vez en cuando le miro de reojo pero cada vez que lo hago tengo que afrontar la situación de verle con Lara dándose el lote. Cosa que me repugna.

Hace una semana yo estaba en el lugar de Lara. Era yo a quien besaba y a quien abrazaba. Pero Martina me dejó muy claro que él es así, que no se ata a nadie y que las chicas para él somos su forma de entretenerse y evadirse de su realidad.

No quiero pensar en las copas que me abre bebido ya a lo largo de la noche. Supongo que más de la cuenta porque ya me empieza a costar mantenerme en pie y mantener una conversación en la que se me entienda.

-¿Quieres que te lleve a casa?-me pregunta Arnau.

-No quieeroo irme todavíaaa-digo alargando las palabras e intentando no trabarme.

-Deberíamos irnos, no estás bien, puedes venir a mi casa, cuidaré de ti-dice Arnau cogiéndome con su brazo.

-No, Arnauuu...Yoo, no quieroo irme-intento decir lo mejor que puedo ahora mismo.

Arnau me acerca a él. Yo casi no me mantengo en pie y tampoco tengo fuerzas para quitarme de sus fuertes brazos.

-Eres muy guapa, ¿lo sabías?-me dice.

-Para. No me digassss esoo...-le digo.

No sé dónde están los demás. Pero agradecería un poco de compañía en estos momentos. Busco con la mirada a Martina para que me salve de la situación.

-¿Estás con alguien?-me pregunta.

-No...-digo.

-¿Y por qué me rechazas? Pensaba que te gustaba, has venido a mis brazos en cuanto me has visto hoy-me dice.

-Yo no he hechoo essso...-intentó explicarme.

-Claro que si, pero te perdono. Me gustas demasiado cómo para enfadarme contigo-dice sonriéndome.

-Arnau somos amigosss...Deja de ligarrmeee-le digo.

Arnau me coge de los brazos, está vez más fuerte que las anteriores. Me está acercando demasiado a él.

-¡Me hacess daño!-digo gritando.

Arnau me acerca a él y veo como sus labios van directos a los míos. No puedo moverme, no tengo fuerzas para hacer nada.

-¡Te ha dicho que la sueltes payaso!

Oigo la voz de Caleb. Y noto liberación al haber sido soltada por Arnau. Me tambaleo y caigo el suelo. En lo poco que puedo apreciar con los ojos, veo como Caleb está pegando en el suelo a Arnau.

-¡Paraaa!-intento gritar fracasando en el intento.

Los ojos se me cierran y no veo absolutamente nada. Todo está a oscuras. No debería de haber bebido tanto.

Unos brazos me levantan del suelo. Voy literalmente tumbada en los brazos de alguien. Pero no distingo de quién.