La cena había sido un desastre o ese pensamiento consumía a Josephie siempre que los cuchillos eran lo único que sonaba en el comedor.
Las sirvientas entraron a la recamara para cambiar a la joven señorita con su camisón color crema. Un color que siempre detesto por culpa de algunas personas.
"Solo falta una semana y será libre"
Sólto una de las sirvientas qué le daba una sonrisa complacida, una cosa que se le olvidaba a Josephie qué también los mayordomos la odiaban.
Se preguntaba cada día desde cuando comenzó el dolor que obtuvo de cada persona en la mansión.
Después de que su madre diera su último aliento y la dejara sola para siempre.
Murmullos sonaban desde abajo, la joven señorita tomaba un vaso de leche antes de dormir pero se asomo a las escaleras ignorando las advertencias de las sirvientas.
Escucho cuidadosamente esperando que las voces finalmente sonarán alto con su cercanía a la entrada.
"Se le informa a la familia Ashtton qué el Cadete Rowen ha muerto en una misión"
Josephie se quedo helada como un hielo, su semblante cambio por uno apagado, detestaba a ese hombre, su nombre, como la trataba pero jamás le deseo la muerte.
¿Que pensarían ahora de ella?
Miro su mano temblorosa qué tenía el anillo pegado como si este tuviera espinas e hiciera sangrar su dedo para quitárselo finalmente.
Con una oleada de viento Josephie volvió a respirar tranquilamente, en esa mansión nunca podía y era la primera vez que se sentía libre.
"El Capitán de las fuerzas Armadas Caden Dumont pone la orden de casarse con la señorita Josephie Meylin Ashtton Leroux"
"¡Qué!"
La voz dulce, tan perfecta como un ángel se escucho al otro lado del pasillo, su padre quedo confundido ya qué creyó que su hija nunca volvería a dirigirle la palabra, la tía Serina quedo aun más sorprendida de ver a su sobrina mostrar sus emociones.
Josephie no tuvo tiempo de pensar en lo que había hecho mal, tomo la hoja del mensajero para intentar converser hacia ella misma que no estaba reviviendo su pesadilla.
Su tía la jalo del brazo enterrando un poco sus uñas de bruja, la fuerza lastimó mucho a Josephie qué intentaba seguirle el paso hasta su recamara.
Cuando llegaron a la habitación la tía había tenido a su sobrina sobre el piso, lo que hizo dañar la parte izquierda de su cuerpo frágil.
"Aceptaras este matrimonio y es mi última palabra".
Serina salió de la recamara para dejar a la señorita encerrada dentro, la primera vez que Josephie recibio su primera acta matrimonial no había dejado de llorar durante días. Su cuerpo se desgastó de las peores formas y termino aíslada en un hospital.
Se sentía nerviosa, abrumada, con falta de aire, apoyando su mano por el dolor que causo el impacto del golpe y aun así no pudo detener sus pequeñas lágrimas.
Y por una vez en su vida volvió a pedirle a Dios que ese hombre no le pudiera una mano encima.
***
Josephie.
Pará la mañana ya era un hecho mi situación, la familia Ashtton obtuvo la carta de invitación al funeral de Rowen.
Mi corazón seguía apretandose al recordar el nombre, cuando lo mencionaron en la mesa del desayuno, tuve que aguantar las ganas de vomitar.
Padre me pidió exclusivamente qué fuéramos a su oficina.
Mi cabello suelto tenía una cinta blanca que lo adornaba, el vestido era incómodo pero bastante lindo con su color azul claro.
Sólo nuestros pasos se oyeron cuando entramos a la habitación oscura, qué tenía un escritorio adelante con cientos de cuadros espeluznantes.
"Te casaras con el Capitán Dumont"
Respire hondo, solo estaba informándome no tenía nada que opinar.
"¿Quedo claro?"
"Si, señor"
El señor Evander nunca tuvo ningún afecto hacia mi, aveces pensaba si todos los "padres" se comportaban de esa forma con su hija. Pero él decidía mi futuro dentro de esta pesadilla y no podía mostrar un indicio de mi disgusto.
"Compra nuevos vestidos, accesorios, no queremos que vea a una mujer fea y sin vida"
"Como desees"
(Mujer fea y sin vida)
Era lo que toda la mansión pensaba de mi y esto generaba mucha ansiedad en mi corazón."Mañana a las 8 debes estar lista"
"Si, señor"
"Largate."
Mis pasos se escucharon muy poco por la alfombra roja que adoraba el suelo, sin dar la espalda pude llegar hasta la puerta y cuando estuve apuntó de cerrar por un pequeño instante mire correctamente a Evander. Tenía bigote blanco, igual que su cabello, uniformes de alta calidad y ojos fríos.
Me imaginaba un mundo donde entrababa a su oficina, me pedía que no me casara porque me amaba tanto que no quería a su hija lejos de él.
Pero el momento se esfumó cuando nuestros ojos se encontraron y cerré la puerta dejando escapar un pequeño sonido de mi boca.
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MI ESPOSO EL CAPITÁN
RomanceJenephie Meylin hija de la familia francés conocida como Ashtton en su región. La mujer con ojos grises llenos de soledad y una abundancia de tristeza. La pequeña chica oraba cada mañana para que su prometido no volviera a casa. Los planes cambiar...