🪻Capítulo 75🪻

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—¿Su Alteza?

—¡Ah...!

De repente, una voz clara con un tono curioso resonó en el espacio silencioso.

Valerian se apresuró a levantarse y miró a la dueña de la voz.

—Alea, ¿por qué de repente...?

—Pido disculpas por mi grosería. Como todos los sirvientes se han retirado, no pude anunciar mi visita, así que entré casualmente y asusté a Su Alteza el Príncipe Heredero...

—No, no. Está bien.

¿Lo escuchó hablarse a sí mismo? No, incluso si lo hubiera escuchado, no era información especialmente importante...

Valerian, que ocultaba su ansiedad y pensaba en varias cosas, pronto se sintió patético de haberse preocupado por algo tan trivial.

A diferencia suya, Eshimed nunca parecía sentirse ansioso. No tenía dudas de que sus elecciones fueran correctas, así que estaba siempre tranquilo y sacaba ventaja sin perder su arrogancia sin importar contra quien se enfrentara.

Tal vez si no hubiera sido bendecido por espíritus de la oscuridad... Posiblemente Valerian hace tiempo que habría sido expulsado y Eshimed se hubiera convertido en el príncipe heredero.

Eshimed era una figura destacada en todos los aspectos de su vida.

—...

Alea, que estaba observando atentamente el rostro angustiado de Valerian, se acercó con una sonrisa suave.

—Se nota a simple vista. Su Alteza, ¿está preocupado?

—... Alea.

La única persona que podía leer su corazón y consolarlo era Alea.

«Si es Alea... Puedo confiarle mis temores.»

Eran excepcionalmente cercanos desde la infancia, así que el deprimido Valerian le confió sus preocupaciones.

Le dijo que la mayoría de los nobles y señores de las principales familias apoyaban a Eshimed como nuevo príncipe heredero, y que se encontraba en una situación precaria en la que no sabía cuándo sería destronado.

—¿Por qué no recibí la bendición de un espíritu...? ¿Cuál es la diferencia entre Eshimed y yo...? —murmuró Valerian con amargura y enterró su rostro entre sus manos.

—... Pienso que Su Alteza el Príncipe Heredero debería convertirse en el emperador del Imperio Roshan —dijo con voz dulce Alea.

Valerian levantó la cabeza y miró a Alea con ojos llenos de tristeza.

—Pero Alea, no he recibido ninguna bendición...

—Su Alteza, hay más personas sin bendición en el mundo que personas bendecidas —añadió Alea con voz firme y apretó las manos de Valerian—. Su Alteza podrá convertirse en un monarca benevolente que comprenda y abrace a quienes no han sido bendecidos.

Un pensar profundo se cernió sobre el rostro lastimero de la muchacha.

—Y lamento decírselo, pero... Su Alteza el Segundo Príncipe es ciertamente sobresaliente en todos los sentidos, pero debido a que tiene una naturaleza despiadada y autoritaria, no podrá convertirse en un monarca que gobierne a su pueblo con amor. Es más probable que sea un tirano... embriagado por su propio poder y que implemente políticas opresivas...

Valerian escuchó fascinado las palabras de Alea.

Hasta ahora, nadie le había dicho que un desenlace así ocurriría cuando Eshimed tomara el trono.

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora