O17: EL REGALO PERFECTO

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YoonGi se acomodo los guantes negros mientras observaba la enorme bodega, eran pasadas de las diez de la noche y el lugar estaria por completo a oscuras si no fuera por las fogatas espacidas alrededor. NamJoon se encontraba observando de forma fija a los dos hombres sentados frente a ellos.

—¿Estás seguro que no quieres hacer más? —indago Min.

—Quemarse vivos creo que es suficiente castigo, aunque... —NamJoon inclinó su cabeza y sonrió con cinismo—, se como despertarlos —Kim sacó su arma y le quitó el seguro.

—¿Ya terminaron? —preguntó el alfa pelirrojo a sus hombres.

—Si, alfa Min —habló uno de los hombres.

—De acuerdo —YoonGi se volteo hacia a Nam, asintiendo en señal de que podía proceder.

El alfa peligris se acercó a los dos hombres y les disparó a cada uno en el muslo. Ambos alfas despertaron en el instante, soltando un alarido de dolor, cuando lograron enfocar un poco miraron a los hombres frente a ellos que estaban tranquilamente observandolos.

—Posiblemente reconozcan el lugar —comenzó hablar Min mientras se acercaba a los Nam—. Especialmente tu Joo-hyuk —tomo del cabello al alfa y lo jalo para atrás con fuerza—. Es el lugar perfecto para que pidas perdón por tus errores.

Soltándolo, se regresó a lado de NamJoon, ambos hombres estaban sudando por el dolor que los atravesaba ante el disparo y realmente era lo mínimo que sentirán a comparación con lo que se les avecinaba. YoonGi tomó dos navajas y se acercó a Joo-hyuk el alfa lo miraba con odio, pero no podía importarle menos a Min pues el maldito había firmado su sentencia de muerte desde que asesinó a Sumi y tocó a JiMin.

—Mira, te dire una cosa, no piensa gastar mi esfuerzo en ti no lo vales, pero solo te dire una cosa —tomo ambas navajas con sus manos y las clavos en la parte superior de las manos del joven, clavandolas en la silla—. Nos vemos en el infierno —sonrió con malicia mientras el joven alfa se aguantaba los gritos.

NamJoon se acercó al alfa mayor quien estaba pálido y por completo callado, sinceramente no pensaban enfocarse mucho en Ki-Joon pues era una simple pérdida de tiempo, además, el mal nacido que había hecho todo había sido Joo-hyuk, al final de cuentas, su padre era solo un cómplice. Pobre desgraciado.

Kim empezó a mojar a cada uno de ellos, el aroma de gasolina hizo que Nam hiciera una mueca de asco, los alfas en cambio tosían ante el líquido. Al terminar el alfa peligris se paró frente a ellos.

—Arderan en el infierno, pero tambien lo haran en la tierra, es lo minimo que se merecen, ademas, si nos volvemos a encontrar, me asegurare que vuelvan a sufrir como el pedazo de basura que son —tomó el encendedor y estuvo a punto de aventarlo si no fuera por el ruido que los distrajo por un segundo.

NamJoon se sorprendió al ver a TaeHyung siendo seguido por JungKook, miró mal a Jeon al ver que traía a su hermano.

—No importa si no hago nada, pero no pienso perderme esto —dijo con determinación el joven castaño, NamJoon sabía que no habría forma de hacerlo cambiar de opinión, así que solo asintió.

Sin embargo, el pequeño de los Kim se sorprendió al ver que su hermano le extendía un encendedor, le dirigió una pequeña sonrisa, tomándolo lo encendió al tiempo que el alfa Kim. Luego de una cuenta regresiva silenciosa, ambos aventaron los mecheros, los cuales en cuanto tocaron la gasolina se prendieron al instante. Ambos hermanos vieron a los Nam gritar y retorcerse ante el fuego quemando su piel.

Poco después salieron de la bodega, finalmente tranquilos de haber podido vengar a su hermana. Era lo mínimo que se merecía Sumi.

 Era lo mínimo que se merecía Sumi

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we are more than a coincidence © yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora