- Stede dónde te metiste pequeño revoltoso
Ed entro a la habitación con un par de bolsa había pasado por la plaza ya que su pareja le había pedido ir a conseguir un par de cosas que faltaban en la casa y al venir de regreso vio la tienda de lencería donde su pareja solía comprar un par de prendas que habían disfrutado y había pasado a conseguir unas nunca estaban de mas tener algo con que divertirse y el color que tomadan las mejillas de su pareja a pesar de ya haber hecho de todo era algo que siempre le gustaba presenciar.
- Aquí estás
Entró al baño y sintió como su pantalón empezaba a ajustarse en su entrepierna, su rubio estaba de espaldas a la puerta dejando que el agua lo cubriera joder como es que se podía ver tan bien solo ahí parado.
- Ed!
El rubio se asustó al sentir como un par de brazos lo tomadan por la espalda que tuviera música a todo volumen no lo había dejando escuchar los llamados de su pareja pero al ver los brazos de su amando a su alrededor se relajo.
- Joder amor, te e dicho mil veces que no puedes tener el volumen tan alto...
- Oye no digas malas palabras -regaño mientras le pedía a la asistente de voz que bajara el volumen además que cerro un poco el agua.- Te extrañe... -confeso mientras se daba la vuelta para darle un merecido beso en los labios.- Y siento que tú también...
El moreno paso sus manos por la espalda de su pareja hasta sus glúteos que no tuvo problema y apretó mientras lo acababa más para besarlo como ansiaba.
- Te amo -susurro el de pelo azabache mientras lo empezaba a acorralar contra las paredes sin pegar su cuerpo a estas, se agachó un poco y empecé a besar su cuello dejando marcas de besos y mordidas por dónde pasan sus labios.-
- Amor~ -el otro se dejó hacer acariciando la espalda del contrario inclinando la cabeza para darle mayor acceso como pudo tomo un pequeño frasco que tenían.- Hazlo te quiero sentir... -pidio mientras le entregaba el franco y buscaba una forma de que lo pudiera preparar.-
- Alguien también está ansioso... -susurro divertido al oído contrario mientras ponía un poco de escurridizo líquido en sus dedos.-
Dónde antes se escucha música a todo volumen a hora se escuchaban pequeños gemidos y jadeos de parte del rubio, el castaño empezó acariciando el delicado botón de su pareja, primero metido la punta de su dedo esperando que se acostumbra no es como si lo necesitará o que estuvieran acostumbrados a una gran preparación ya que siempre estaban más ansiosos pero había casos cuando el moreno no le importa que su pareja lo maldiciera solo por quería darle un par de cuidados y robarle jadeos que se atrevía a meter uno por uno sus dedos abriendo y moviendo para hacerlo sentir bien cuando sentía que el rubio estaba a nada de dejarse llevar saco sus dedos y antes de que el otro se atreviera a reclamar lo beso llevando el control, metió su lengua a la boca contraria jugando con la contraria y cuando estaba por separarse mordió su labio disfrutando de los sonidos que emitía su pareja.
- Amor...por favor te necesito -suplico mientras se frotaba con su pareja ya los estaba duros goteando.-
- ¿Que necesitas? dilo mi vida, dime qué necesitas y puedo ser que te lo de... -susurro el otro a su oído mientras olvida a repartir besos por sus hombros llegando hasta su clavícula dónde dejo un par de marcas.-
- Follame... te necesito por favor por favor te necesito dentro, quiero sentirte dentro por favor -pasos sus brazos por los hombros contrarios acercándolo además que no tuvo más pena y tomo el miembro contrario tocando la punta sabía lo sensible que era su pareja.-
- Joder, amor... me vuelves loco, date la vuelta -pidió mientras tomada de nuevo el frasco para poder bañar su miembro en la sustancia, le dio espacio suficiente a su pareja para que pudiera moverse y una vez noto como su pareja se paraba en sus puntas para darle mejor acceso a su entrada se mordió los labios, tomo su miembro se masturbo un poco se acercó más para colocar la cabeza presionó un poco y ambos jadearon al sentir el contacto.-
Una vez el castaño estuvo dentro del otro espero un poco por más que estuvieran ansiosos o lo necesitaran no estaba dispuesto a regresar a la sala de urgencias por no ser cuidadosos esa vez el moreno no se atrevió a tocar a su pareja en dos meses por temor a lastimarlo.
El moreno empezó a mover poco a poco, notando los sonidos que soltaba su pareja, una vez noto como su pareja se cansaba por estar en sus puntas lo cargo un poco para empezar a moverse más rápido, acomodo su cabeza en el hombro ajeno disfrutando de los gemidos que soltaba su pareja al ser embestido más duro o cuando estás le tomada de sorpresa.
Ahora en el baño se podía escuchar el sonido de sus piel al chocar además que los gemidos del rubio quien ya no sentía tanta vergüenza al soltarlo después de todo su pareja le había asegurado que estos solo lo hacían sentir bien, saber que el era el causante de esos sonidos tan pecaminosos lo volvía lo loco lo hacia querer sacar más dejando con la garganta gastaba y con las piernas temblando.
En un punto el moreno inclino a su pareja tomo su cadera y se dejó llevar, querría que todos se enteraran de lo bien que hacía sentir a su marido, el ritmo duro varios minutos, ya que ambos con el tiempo había ganado resistencia y el que moreno le encantará cambiar los ritmos, primero suave disfrutando como las paredes del otro le daban la bienvenida, después más rápido atreviendose a golpear a su pareja dejando marcas de sus palmas en los glúteos contrarios, después más rápido escuchando como las pieles de sus cuerpos chocaban haciendo un eco por las paredes y por último un ritmo más lento pero más firme disfrutando como el orgasmos llegada a sus cuerpos y buscaban liberarse, por cotidiano el rubio se venía primero soltando un par de gemidos y jadeos al derramarse en el piso en esta ocasión y incocientemente apretando su interior lo cual ocasionada el orgasmo del contrario quien lo abrazo y pego a su cuerpo disfrutando de la sensación de ser succionado por su pareja desencadenó su propio orgasmos después de unos minutos donde a ambos se recuperaron se la sensación que los había consumido.
- Joder, amor... -el moreno de separó un poco para salir del cuerpo contrario por más que quisieran quedarse disfrutando de la sensación no era bueno pasar tiempo mojado ahora que se acercaba la temporada de frío.- Joder bebé mierda -sin pensarlo mucho se atrevió a nalgiear a su pareja quien pego un pequeño brinco.-
- Ed... -susurro mientras buscaba incorporarse las piernas le temblaban.-
- Perdón pero joder amor, tu lleno de mi joder -lo voltio y lo abrazo estrechándolo entre sus brazos para poder darle un beso mientras dejaba que el otro se recargara en el.- Déjame limpiarte... te llevaré a la cama, pediré comida china y descansaremos si?
- Eso me parece un excelente plan... -confesé mientras cerraba los ojos iba a disfrutar de los cuidado que que pareja le ofrecía, tuvo que morderse el labio para no gemir al sentir como su pareja se atrevía a meter sus dedos a su interior y los abría para sacar la mayor cantidad de su semilla de el.-
- Mierda, amor... -el otro sentía como salía su semen de su pareja, no iba a mentir disfrutando de eso.-
Después de unos minutos donde el moreno tuvo que pensar en otra cosa para no terminar duro salió con su pareja envuelta en una bata en brazos la dejo en la cama para ir hasta el vestidor y sacar sus pijamas y la bata del otro, una vez ambos estuvieron cambiados y acurrucados en la cama el castaño marco por comida china y disfrutaron de la noche.
ESTÁS LEYENDO
Deep like the sea
Historical FictionHistorias de Edward Teach y Stede Bonnet. Relatos cortos (y candentes) y sin conexión ninguna a las demás historias. Algunos Au sobre el temible Barbanegra y el caballero pirata como una pareja más que formada.