Feliz cumpleaños

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Capítulo 1: Feliz cumpleaños

Era una fría noche de diciembre, el conde Ciel Phantomhive estaba sentado al filo de su cama, su mirada parecía perdida como divagando en un pensamiento que no compartiría con nadie, entonces un leve sonrojo tiñeron sus delicadas mejillas, ligera calidez que lo hizo aterrizar en la realidad junto a la suave voz que lo llamaba.

—Joven amo, tu rostro está algo enrojecido ¿acaso tienes fiebre? —Advirtió un poco preocupado Sebastian al notar su sonrojo cuando entró en su habitación con una charola en mano, en la que llevaba un trozo de pastel y una taza de té caliente.

—Nada de eso… —Fue la respuesta esquiva del joven a la vez que evitaba cruzar mirada con su mayordomo, quién frente suyo se disponía a servirle.

—Pero dijo que se sentía mal, por eso interrumpió su pequeña fiesta de cumpleaños. 

—Estaba cansado de Lizzy y sus empalagosas muestras de afecto, parece que ha olvidado que ya no soy un niño. 

Era el comentario algo hastiado de Ciel, con gesto malhumorado se sentaba al espaldar de la cama para comer lo que Sebastián le brindaba, ese pastel que se había negado a probar antes.

—Creo que siempre lo verá como un niño, aunque ahora sea todo un joven que acaba de cumplir diecisiete años. 

Sebastian con una sonrisa hablaba sin apartar la mirada de su hermoso amo, quién con los años se había convertido en un galante joven de delicados rasgos no era muy diferente al niño de trece años, ahora con un aire maduro resultaba encantador, bastante fascinante. Al notar como finalmente la profunda mirada de su amo se posó en él, sus pensamientos anteriores fueron interrumpidos, en un sobresalto el demonio solo desvió la mirada para dirigirse con prisa al armario para buscar su pijama.

Un chasquido la lengua por parte de un molesto conde se escuchó en el silencio de la habitación, le molestaba que su mayordomo se alejara así con cualquier pretexto, esa confusión en su mirada y su reacción tímida era bastante inusual para un descarado demonio como Sebastian. Hace varios meses se sentía confundido por la forma en cómo su ser entero reaccionaba a su cercanía, el motivo de su sonrojo anterior era precisamente él, siempre era él, escabulléndose en sus pensamientos para sorprenderlo en el momento menos pensado. Bochornos que eran resultado de esta atracción, cada vez eran más notorios e impredecibles, ya no podía controlarlos como antes, situación frustrante que lo hacía enojarse consigo mismo.

Sentirse atraído al demonio con quién había pactado su alma hace siete años, sonaba incoherente hasta cierto punto era insano, eso no negaba el hecho de que era en quién más confiaba y se sentía seguro al tenerlo cerca. Ese demonio que figuraba ser un mayordomo era su refugio, y al parecer se había convertido en su primer amor, ese idilio romántico que leyó en varios textos literarios.

¿Estaba enamorado? ¿Y quién no? Sebastian era un caballero galante, varonil, hermoso, sarcástico, hábil, con muchas virtudes y aún sus defectos ahora le eran atrayentes, estaba completamente fascinado y lo peor de todo esto era la sospecha de que sus afectos eran correspondidos. Pero si su demonio se sentía igual, no lograba entender por qué no daba la iniciativa, rogaba internamente para que lo hiciera, y así salir de esta incertidumbre.

—Joven amo, hoy parece estar más pensativo y despistado de lo acostumbrado, últimamente parece estar en las nubes. ¿Sucede algo?

Hablaba Sebastian con una amable sonrisa, esa sonrisa tan característica suya, Ciel al oírlo solo sintió su rostro encenderse en esa calidez repentina que lo delataba de forma tan vergonzosa. Lanzando un bufido molesto, terminaba de comer lo que tenía en su boca, cada vez era más difícil esta situación, como una tortura, una dulce a la vez tentadora tortura.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2023 ⏰

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