Childlike love ♡ chanlix

Capítulo O2.

Habían transcurrido dos semanas desde que Felix se había confesado a Chan y aunque parecía que no habían avanzado realmente nada en su relación, pasaban muchísimo tiempo juntos, tanto que incluso su grupo de amigos comenzaba a volverse uno solo, y a eso Felix lo consideraba un buen avance.

Felix iba hasta el edificio de Leyes para pasar el rato con Chan cuando tenía horas libres, al principio Chan le decía que no tenía que ir y estar ahí, que con sólo un mensaje de texto era suficiente para interactuar, pero eso por supuesto no detuvo a Felix, por lo que Chan terminó aceptando las visitas del menor y actualmente, se podría decir que Chan esperaba siempre a Felix en el mismo sitio.

Ahora estaban yendo a comer todos juntos, las cuatro de la tarde era una hora muerta que ambos grupos tenían en común por lo que habían acordado juntarse e ir a un restaurante. Felix tomó el asiento junto a Chan y se preocupó por asegurarse que Bang pidiera su comida y se alimentara adecuadamente. Todos los demás presentes en la mesa miraban con ternura a la pareja que de a poco iba conectando cada vez más.

—Entonces, Seunghyub y yo nos vamos primero —anuncia Seungmin luego de reposar la comida.

Chan asiente, sabiendo que aquellos dos tenían un compromiso en el club de Seunghyub. Hweseung y Dongsung también anunciaron su partida pues ambos querían ir a comprar un libro, Yunjin dijo que debía ir a ver a una amiga antes de clase y también se marchó.

—Hora de irnos Felix —le dice Jisung, poniéndose de pie.

Hyunjin mensajea en su teléfono con su novia mientras Jisung le golpea la espalda para que también se apure a levantarse. Felix asiente y estira sus brazos antes de levantarse.

—Espera —le detiene Chan, tomándolo de la muñeca antes de que diera el siguente paso.

Los tres menores se vuelven a mirarlo, esperando a que dijera algo.

—Pueden irse ustedes dos, yo acompañaré a Felix de vuelta a la facultad.

Los ojos de Felix se abrieron con sorpresa y la mandíbula de Jisung cayó al piso, Hyunjin volvió a su teléfono.

—Andando —dice Chan, sin soltar la muñeca de Felix, llevándolo con él hacia la salida del restaurante.

Felix tomó a prisa su mochila y caminó a la par de Chan, muy a penas sacudiendo su mano para despedirse de su amigo.

Una vez en la acera, Chan liberó a Felix, éste lucía una bonita sonrisa en sus labios, mirando embobado a Chan.

—¿A dónde vamos, hyung?

—Es una sorpresa —fue lo único que dijo, tomando la delantera.

Felix lo siguió un par de pasos atrás, admirando su preciosa silueta de hombros anchos y cintura pequeña. No tenía idea de a dónde se dirigían pero él estaba feliz de seguirlo, confiaba en Chan así que lo siguió sin rechistar.

Bang se detuvo frente a una pastelería, le sonrió ligeramente a Felix y con un movimiento torpe de manos le indicó que entrara. Un atisbo de emoción y ternura invadieron a Felix cuando notó lo tímido que Chan se puso al entrar tras él al bonito local.

—Esta es mi pastelería favorita, jamás se lo había dicho a nadie. Sólo mis padres lo saben —confesó, haciendo que Felix dejara de observar la decoración del lugar y se girara a mirarlo a los ojos.

—¿Querías mostrarme este lugar? —preguntó el castañito, con brillo en sus ojos.

—Además de eso, quiero que pruebes algo de aquí. Escoge lo que quieras, lo pagaré por ti, en agradecimiento a lo que has hecho por mí en este último tiempo.

Felix se mordió el labio inferior tratando de contener su emoción. Sentía que cada segundo se enamoraba más de Chan y más feliz lo hacía el hecho de ver que él estaba dando de su parte también.

—Entonces, ¿puedo escoger cualquier pastelito?

Chan asintió, regalándole una suave sonrisa. Felix asintió de vuelta y sin moverse de su lugar, miró alrededor, observando las diferentes vitrinas con lindos postres que lucían totalmente apetitosos.

—Quiero... —alzó su dedo índice derecho, vacilando mientras extendía la última letra y mirando aún alrededor, hasta que su vista se detuvo en el rostro de Chan y su dedito lo apuntó también—. Este pastelito.

Chan alzó las cejas ante sus palabras e inmediatamente sus mejillas comenzaron a colorarse de rosado. Felix sonrió feliz y sus ojos se volvieron medias lunas, Chan apartó la vista y se aclaró la garganta.

—¿Seguro que no lo tienes ya?

La pregunta hizo pasmar a Felix y Chan quiso cortar el rollo agregando: —Escoge uno rápido, debemos volver a la universidad.

Felix sonrió nuevamente, su corazón sintiéndose cálido y emocionado. Se giró hacia los mostradores y seleccionó una rebanada de flan horneado, decorado con caramelo y dos pedacitos de fresas. Chan pagó como prometió y luego de eso, ambos salieron del local, dirigiéndose hacia la universidad a paso tranquilo y cómodo.

Felix iba tomando pequeños trocitos del flan y lo adulaba a cada bocado, haciendo que Chan sonriera satisfecho con su tarea.

—Te dije que todo es bueno ahí.

—Mm —Felix asiente, tragando el pedacito que tenía en la boca. Tomó un poco con la cucharita y la acercó a los labios de Bang, mirándolo con ojitos de cachorro. Bang, poniéndose rojo de nuevo, abrió la boca aceptando el bocado, permitiendo que Felix ingresara la cucharita y dejara el pedacito de flan en su lengua.

Era un sabor dulce, con textura suave y esponjosa. Totalmente delicioso y adictivo. Nadie podía resistirse a un sabor tan exquisito como el de aquel postre.

Los ojos de Chan viajaron disimuladamente a los labios de Felix y por su mente pasó un extraño pensamiento sobre que quizá los bonitos labios del menor no eran tan diferentes al delicioso flan que habían probado, e incluso creyó que podían saber mejor.