ll Martin llChoqué con aquella chica y minutos después tuve que salir corriendo por culpa de su amiga, la cual hizo que miles de fans nos persiguieran. Me cogió del brazo y echemos a correr. Nos escondimos en un callejón. Ahí su amiga, que según había oído, se llamaba Thais, empezó a abrazarme, a darme besos en las mejillas, a hacerme fotos, mientras la otra chica, que aún no sabía su nombre, me miraba y no hacía nada.
Minutos después llamaron a Thais, según entendí fue su madre, que quería que se fuera para casa. Nos quedamos solos la chica y yo.
- Bueno, será mejor que me vaya -¿Cómo? ¡Ni siquiera sé tu nombre! No te puedes ir! Un momento, ¿por qué actúo así?
- No, quédate conmigo -ella me miró con cara de "¿Eing?"- No conozco nada la ciudad y me vendría bien una guía -ella se rió- Y te invito a tomar algo -le dije.
- Está bien, vamos -¡Sí! ¡Toma! ¿Pero qué hago? ¿Por qué me pasa esto? Tan solo es una chica- Pero espera un momento.Asentí con la cabeza. Ella se dirigió hacia donde estaban las beliebers. ¿Qué hace? ¿Acaso está loca?
ll ___ ll
Martin me pidió que me quedara con él y le enseñara la ciudad, y que así me invitaría a tomar algo. Pero no podríamos ir tranquilos, puesto que las garrixers estaban enfrente, y si salíamos de aquél callejón nos verían y tendríamos que volver a correr, y da mucho vagancia. Me acerqué a aquél grupito de garrixers. Me puse a llorar y fui corriendo hacia ellas.
- ¡Chicas! -dije llorando y gritando mientras me acercaba a ellas- Acabo de ver a Martin
Ellas me miraron y me preguntaban dónde, que qué había pasado, etc.
- Está cerca del teatro -aún seguía llorando- dios mío, ha sido tan emocionante, no me lo puedo creer. ¡Garrix está en la ciudad! -dije saltando de alegría.
- Oh dios míos, vamos ya! -dijo una de las chicas- Sí, venga, ¿a qué esperamos? -chilló otra.
- Rápido, no creo que se quede todo el día esperándoos.Las garrixers se marcharon y yo volví donde estaba Martin que estaba alucinando.
- ¿Qué les has dicho? ¿Y qué te ha pasado? ¿Por qué lloras? -preguntó Martin
- Les he dicho que estabas cerca del teatro, que está bastante lejos de aquí; que te había visto y eso, y que ha sido la experiencia más bonita de mi vida -dije riendo.
- ¿Y por qué llorabas? -preguntó atónito.
- Para que fuera más creíble -dije mostrándole una sonrisa torcida.
- Wow. Eres buena actriz -dijo Martin
- Gracias.
- Bueno, vamos? -me preguntó él.
- Sí, claro -le contesté yo- ¿Adónde quieres ir?
- Dónde tú quieras. Pero espera...
- Dime -dije sonriendo.
- Aún no sé tu nombre -dijo poniéndose las manos en los bolsillos. ¡Que tierno! ¿Qué? ¿Cómo que qué tierno? Ya deliro, ya deliro
- Me llamo ___ ___.
- Yo Martin, encantado -dijo apretándome la mano.Solté unas carcajadas.
- Así que Martin, eh? Es raro no te conozco de nada. ¿Eres famoso? -pregunté irónicamente.
- ¿Yo? ¡Qué va! -estallamos a risas.
- Bueno vamos, ¿o te quieres quedar en este callejón de por vida?
- Vamos, vamos -dijo él sonriendo.Caminamos un rato hasta que pasemos por delante de una cafetería, en la que Martin se detuvo.
- ¿Entramos? -dijo señalando las puertas de la cafetería- Tengo hambre
- Claro -acepté entre carcajadas.Martin me abrió la puerta y me dejó pasar a mí primero. Nos sentamos en una de las mesas que había al final de todo, para que no le reconocieran.
- Dios tengo un hambre que me muero -dijo Martin llevándose las manos a la barriga.
- Ahora nos atenderá la chica, no te preocupes -dije sonriéndole
- Bueno, cuéntame algo -dijo él.
- ¿Qué quieres que te cuente? -pregunté.
- Algo sobre ti -dijo sonriendo.
- ¿Qué tal si tú me preguntas y yo re respondo?
- De acuerdo -dijo él- Empecemos -yo reí- Mmm... ¿Cuántos años tienes?
- 18-dije.
- ¿Y cuándo cumples los diecinueve?
- El 28 de enero -le contesté.
- Soy más grande que tú -dijo sonriendo.
- Sí, lo sé. Tengo una Wikipedia con patas que me habla mucho de ti, ¿sabes quién es?
- Mmm... ¿Thais? -preguntó él.
- Sí -le afirmé riendo.
- Me cae bien. Está loca, pero me cae bien -dijo.
- Y tanto que está loca. Antes de habernos chocado estaba arrodillada en el suelo y diciendo "Por favor Dios, haz que vea a Martin" -dije imitando la voz de mi amiga.Martin rio.
- ¿En serio?
- Sí -respondí riéndome- Me hizo mucha gracia cuando dijo "OMG, Martin Garrix me ha abrazado".
- Sí, a mí también. Pero ya estoy algo acostumbrado. Es salir para comprar el pan o algo por el estilo, y tengo a miles de fans rodeándome o pidiéndome autógrafos... -dijo rodando los ojos.
- ¿Y no te cansas de ellos? -pregunté.
- Claro, es agobiante. Y ya no te hablo de los paparazzis, no poder tener vida íntima, cualquier cosa que haces sale en los periódicos y revistas.
- Pero es lo que has escogido -dije- Tú querías ser cantante, y estas son las consecuencias.
- Sí, lo sé. Pero a veces... No digo me que arrepienta de ser lo que soy, pero a veces me gustaría ser alguien normal.
- Te comprendo.En ese momento llegó una chica con una libretita en la mano.
- Hola, ¿qué queréis? -preguntó la chica con voz dulce.
- Yo una Coca-Cola. ¿Tú? -dije mirando a Martin.
- También una Coca-Cola -dijo en español.La chica lo anotó en su libretita.
- Un momento, ¿tú eres Martin Garrix? -preguntó la chica. El asintió- ¿Puedes firmarme un autógrafo? -dijo dándole la libretita. Martin se la firmó y se la entregó- Gracias. Enseguida os traigo las bebidas.
- Vaya, tienes fans por todos lados -dije yo mirándole.
- Sí -se sacó la gorra, peinó el pelo con una mano hacia un lado y se la volvió a poner. Oh, no. Lo odio. Odio cuando hace eso, me pone nerviosa.
- No hagas eso por favor -dije riéndome.
- ¿El qué? -preguntó él extrañado.
- Eso de peinarte así, Lo odio, me pone nerviosa.