El príncipe me pidió que lo llevase a un lugar en el que él y sus hombres pudiesen dormir. Ya que el pueblo estaba lejos, lo lleve a la casa.
Descubrí que el hombre gritón usaba el nombre de Noom, nosotros nos quedamos a fuera mientras él fue enviado a anunciar la situación.
Durante todo el tiempo que esperamos, el príncipe no me miro ni me hablo una sola vez.
Claro que no lo haría, no importa si lo salve o no de la ira del río, yo seguía siendo solo una esclava.
Noom regreso al poco tiempo y se dirigió a él.
—Su majestad—le dijo en una reverencia—, el varón, la varonesa y su hija, están listos para recibirlo.
—Bien. Adelante—contesto en tono autoritario.
Entro a la casa con paso lento y fuerte, fue anunciado por Noom.
—¡Atención, el príncipe Alister de Magnolia!
Aproveché una distracción del príncipe para dirigirme a mis aposentos junto con el resto de esclavos, estaba por llegar a ellos cuando fui interrumpida en mi camino por uno de los guardias del príncipe.
—Señorita—me llamo el hombre—, el príncipe pregunta por usted.
—¿Qué pregunta?
—Quiere que lo acompañe en la mesa.
—No puedo hacer eso.
—Son órdenes de su majestad.
Entendí que no podía negarme, por lo que me dirigí al comedor. Al parecer, Isabella se había cambiado de ropa y ahora usaba su vestido de seda rosa con encaje de algodón blanco, también se recogió el cabello en una media cola y se puso el broche de cisne de la abuela, además, se encontraba sentada inclinándose en dirección al príncipe.
Por otro lado, en el centro de la mesa, se encontraba una enorme bandeja de frutas pizcadas y un tazón de curri con pollo, verduras y arroz.
A penas entre, el varón y la varonesa me dedicaron sus afiladas miradas que formaban sus cejas inclinadas, Isabela se esforzó notablemente en mantener su sonrisa, me apresure entonces a hacer una reverencia.
—¿Pidió verme—le pregunté directamente al príncipe, quien se encontraba sentado en el extremo contrario de la mesa al varón —, su majestad?
—Señorita María —contesto el príncipe —por favor, venga a comer conmigo.
Mire a los señores de la casa, no relajaron su vista ni un poco, la señorita Isabella divago con los ojos.
—No sería apropiado, su majestad—me negué.
—Dejemos que yo decida—dijo aumentando el volumen de su voz—, lo que es apropiado o no.
Incapaz de decidir qué amo obedecer, permanecí en mi sitio.
—Su majestad—le sonrió la varonesa—, entendemos que esté agradecido con ella, puesto que ayudo a salvarlo. Pero debemos respetar la jerarquía, después de todo, María solo es una esclava.
—Y yo solo soy un príncipe— le contesto cruzando sus dedos—, que entiende que esta es su casa. Sin embargo, su casa se encuentra en las tierras de mi reino, por lo que, creo que, según la jerarquía, yo puedo decidir con quién quiero comer.
Ante aquella respuesta, la varonesa agacho la mirada y carraspeo, tomando una copa de vino para disimular su enfado.
—Esclava María—me llamo el varón desde su silla, yo levanté mi vista— ¿Qué estás esperando? Siéntate.
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Único rey: De esclava de mi hermana a amante de su esposo.
RomanceEl príncipe Alister solicita la mano de la varonesa en matrimonio, solo con una condición, quiere a la esclava María como parte de la dote. María es una esclava cuya vida da un giro al salvar a un príncipe por lo que este promete pagar su valentía...