FANTASÍAS (LS AP)

CAPÍTULO 3

Mientras lo observaba alejarse, Louis intentaba ignorar la inquietante sensación que lo agitaba por dentro.

Ese día había visto algo diferente en aquellos ojos esmeralda. En la manera en que lo miró había vislumbrado una extraña certidumbre, como si conociera sus más íntimas y secretas fantasías. Incluida la de un baño a la luz de la luna.

Se estremeció, además del calor del día, su vecino derrochaba calidez. Su camiseta blanca de algodón resaltaba la anchura de sus hombros, sus viejos vaqueros ceñían un trasero magnífico y unas piernas musculosas. En el instante en que Harry se volvió para entrar en el complejo de apartamentos, Louis distinguió un tatuaje en su brazo izquierdo. Aquello excitó aún más su curiosidad.

Lottie lo señaló con la cabeza.

— Conque Harry Styles, ¿eh? — comentó, divertida —. ¿Se llama realmente así?

— Desde luego — respondió Louis, aparentando indiferencia.

— La verdad es que es difícil que un cuerpo así te pase desapercibido.

— Hey...

Lottie se agachó para ocuparse de Emily, luego alzó la mirada y le hizo la pregunta del millón —. ¿Qué es lo que pasa entre ustedes dos?

— Aparte de algún ocasional encuentro en el vestíbulo del edificio por culpa el asunto de la correspondencia, nada de nada.

— Ya.

Ignorando a su hermana, Louis se volvió hacia una mujer que quería saber el precio de una lámpara. Utilizando aquella distracción como ventaja, se concentró en la tarea que tenía entre manos. Tantas eran las ganas que tenía de desprenderse de sus viejos muebles como de escapar al interrogatorio de Lottie.

Una vez que se marcharon los compradores, volvieron a quedarse solos. Reacio, regresó a la zona de sombra del jardín, instalándose en una tumbona al lado de su hermana, sacó un refresco de la pequeña nevera portátil que habían llevado. Lottie levantó en brazos a la pequeña Emily y le dio a beber de su botella de zumo de manzana.

— Así que... — una vez que su hija se hubo tranquilizado, retomó el anterior tema de conversación —... ¿esta noche irás a disfrutar con él de ese baño a la luz de la luna?

Maldiciendo la insistencia de su hermana, Louis bebió un largo trago de refresco.

— Él no iba en serio. A Harry le gusta flirtear por flirtear, nada más.

— A mí me ha parecido que iba bastante en serio. Eres tú el que se lo está poniendo difícil — Lottie suspiró —. Tu problema, precisamente, es que no sales con nadie.

— No te preocupes por mí, hermanita. Sólo estoy esperando a que aparezca el hombre adecuado — se recordó que lo peor de todo era que una vez creyó haber encontrado al perfecto... hasta que se dio cuenta de su error. Qué ciego había estado.

— Me tienes muy preocupada. ¿Cómo esperas encontrar al hombre adecuado cuando siempre estás comparando a cada tipo que conoces con Luke?

A Louis se le encogió el estómago ante aquella mención del hombre que había destruido su autoestima y su confianza.

—Lo de Adam ya lo he superado. Desde hace tres años, cuando le dije que se fuera al diablo.

— Oh, eso no lo dudo. Pero también es cierto que te dejó, bueno... bastantes cicatrices emocionales.

Louis abrió la boca para defenderse, pero su hermana lo interrumpió alzando una mano, harta de escuchar sus viejas excusas.

— No sales con nadie, y a cualquier hombre que se muestra mínimamente interesado por ti, lo ahuyentas... Como a ese tipo de antes. Ambos podrían tener un montón de cosas en común.