ʀᴇǫᴜᴇsᴛ | ǫsᴍᴘ

🌻 Especial (Deathduo/Pissa)

Pedido de AO3

"Phissa/Milza -🌻Fluff
Situemonos en un momento donde apenas iniciaban su relacion, no llevaban mucho de pareja y decirden tener un momento un poco mas intimo (ojo, no smut) solo acercamientos mas intimos entre ambos, solos en su habitacion sin que los moleste nadie (ya sabes pequeños besos o dulces caricias, nada muy subido de tono, diciendose cosas bonitas.
Incuido talvez Missa obvio pidiendo permiso y con el contexto de que no tendrian mucho de haber formado pareja con mucho cuidado tambien dandole algo de cariño a las alas de su esposo que ps recordemos segun lo que paso ayer que sus alas la federacion se las jodio.
(Se puede incluir a la primera vez Philza que se vio a Missa sin mascara, a eso me refiero como algo mas intimo)"
-Daka_13

La calidad de ser amado es un sentimiento completamente indescriptible, sentir tu corazón palpitar de forma rápida por lo nervioso que esta y después latir tranquilo y seguro, cálido, sentir como todo tu cuerpo se calienta por la llama del glorioso amor que suelen describir los poetas, no sabía a quién agradecer porque esto llegó a su vida o a quien maldecir porque esto apenas llegaba, Missa sabía que si su amado, Philza, hubiera llegado mucho antes habría estado mucho más tranquilo.

No era algo común cuando ellos se encontraban, ya sea por lo inseguro que era Missa por volver después de intervalos largos de separación que tenían o simplemente que no llegaban a concordar con sus horarios, de cualquier manera, el reencuentro era algo que ambos anhelaban tanto que era imposible enojarse con el otro cuando esto pasaba.

Algo nuevo aprendió el mexicano desde que oficializo su relación con el británico, pequeños aspectos que antes no se tomaba la molestia de entender por el nerviosismo que sentía al estar tan cerca; era un pequeño ritual que hacia el británico en los primeros minutos de verse era, no solo revisarlo de arriba a abajo para ver si se encontraba sano y salvo.

Esto también significaba el rodearlo, sentía su presencia darle vueltas, no era para verle la espalda o algo por el estilo, ya lo sabía, solo tenía que seguir su pequeño baile que duraba unos cortos segundos, enredar sus manos mientras unían sus rostros, no tenían que besarse necesariamente, con simplemente darse un pequeños toque con sus narices era suficiente para que el instinto aviario de Philza pudiera estar tranquilo, pequeñas vuelta en el eje de Missa mientras se acercaban, como si buscara simplemente apreciar como pudiera la presencia del contrario.

Realmente muchas cosas habían cambiado ahora que Missa recordaba bien, la privacidad e inseguridades son cosas que se dejaron atrás gracias a los avances que habían tenido, generalmente no pedían muchos permisos porque ambos sabían que sus respuestas siempre eran un sí, cosas pequeñas como besos o cosas prestada como también cosas grandes, cosas más privadas, no solo algo sexual sino realmente personales, algo que el mexicano solía hacer en los inicios de su relación era pedirle al mayor que cerrara los ojos para que pudieran besarse, su infancia fue complicada y eso implicó que un chico tan delicado como Missa, un hibrido de esqueleto, terminara con muchas, tal vez demasiadas cicatrices.

El horroroso sentimiento de verse al espejo sin su característica mascara de esqueleto y sentirse feo, despreciarse por cosas tan sencillas que ni siquiera pudo controlar, ese sentimiento que poco a poco fue dejándose atrás gracias al apoyo y amor de su pareja, su novio casi esposo, ¿no?, al final, estaban cuidando a un hijo juntos, lo que sea, esto paso de obligarlo a no verlo, a pasar largos intervalos de tiempo sin cubrir su rostro, dejar que lo mime bajo ella y poder expresarle todo su amor y aprecio, acompañado con pequeños halagos, claro.

Aunque no solo fue un avance para el pelinegro, también lo fue para el cuervo, su recelo por sus alas y la confianza que tenía con Missa sobre ellas, no mentiría, la sensibilidad de estas había desaparecido hace mucho cuando la federación decidió manipularlas, le imposibilito volar y sentirlas, al menos no las perdió, tal vez por eso era que las protegía tanto, era lo único que le quedaba que marcara su propia identidad como cuervo, exactamente por eso cuando le ofreció a su novio si quería ayudarlo a acicalarlas fue algo especial, mucho más de lo que cualquiera pudiera entender.

Ambos sentados en la cama, Missa atrás de Philza, sosteniendo el peine de cerdas anchas y muy separas, según el británico, esto era lo indicado, pasándolo delicadamente con mucho miedo de hacer algo mal, sentimiento que el rubio agradecía y hasta le parecía tierno, realmente era el sujeto perfecto para esto, pasándolo de arriba a abajo dejando caer algunas plumas, no era una cantidad alarmante y por las épocas, advertencia que le dio el británico, esto era lo mejor, la temporada de mudanza de plumas era importante para los híbridos de aviares como él, así que pudiera hacerlo en un mismo periodo de tiempo era una buena señal para su salud.

"¿Duele?" preguntó con delicadeza la voz del mexicano, acariciando por encima la cicatriz de la cirugía que le hicieron para cortarle el tendón que le ayudaba a volar, negó con la cabeza y suspiro, moviendo por impulso sus alas, asustando al contrario aunque solo soltó una ligera risa, esos escalofríos que le provocaba a sus alas por la sensación de ser tocadas, era aliviador ver que eso no lo había perdido, podía sentir con dificultad el peine pasando por todo su largo, dolía no poder mostrarle a Missa como era el cielo desde las grandes alturas, pero al menos lo tenía ahí, sentado tras de él, cuidando y ayudándolo a acicalarse.

"No, I don't feel anything" respondió el mayor de forma sencilla y tranquila, moviendo sus alas ligeramente para que todo fuera completamente peinado, era extraño de explicar la importancia que tenía esto para él, pero igualmente, si Missa no lo lograba entender, el solo tener su tiempo y pasarlo juntos era tan justo y perfecto, agradeció plenamente este detalle.

"Son hermosas, ¿sabías?" Fue lo último que dijo Misa antes de terminar su tarea, más bien, terminar el honor de lo que le pidieron hacer, era bueno, se sentó junto al británico y beso sus labios de forma ligera, un tierno beso de 5 segundos, casi imperceptible peo igualmente amoroso y perfecto, mejor que el anterior y peor que el siguiente, ambos se miraron unos segundos y volvieron a acurrucarse juntos en la gran y esponjosa cama matrimonial que compartían, quien diría que pasarían de dormir de esquina a esquina, esforzándose en no tocarse, a dormir abrazados casi todas las noches.

"your pretty face too, don't forget it" susurró levemente, quitando la máscara del rostro de Missa y plantando pequeños besos en la frente del chico, después su mejilla, por esa ligera cicatriz en su mejilla y, por último, en sus labios, no era un beso lujurioso, era un tierno y con amor, uno que le recordara lo mucho que lo amaba y lo mucho que debía amarse a sí mismo.

Era un buen sentimiento, se sentía bien por fin ser amado y poder amar, adoraban esto, después de tantas cosas malas, después de tantas adversidades en lo que lo único en lo que podían confiar era en el otro, seguros que cualquier cosa por la que pasaran, podrían salir juntos, con el poder del amor dirían algunos, sea lo que sea, funcionaba y funcionaba gracias a que estaban juntos.