semblante triste

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Las expresiones tristes que mostraban su rostro y las emociones y sentimientos que expresaban sus ojos podían describirse como un sentimiento de pura soledad y nostalgia al recordar los momentos que no volverán, solamente sabe uno que pasara consigo mismo, pero no sabes qué pasaba por aquellos que pasaron por la soledad por muchos años desde que su pichones volaron para no regresar. Más por los deviles abuelitos que no pueden seguir adelante no tienen la voluntad, la fuerza y el cuerpo de décadas atras simplemente siguen el camino de una tortuga lenta pero segura aún en tan devil cuerpo.

En Un día común cuando fui a comprar el pan a la panddria de regreso a mi casa estaba una ancian sentada en la vedera, con su semblante decaído algo difícil de ignorar para mí, teniendo ami abuela en ese momento una sensación de tristeza me recorría...

No podría decir si sufría por algún dolor en su cuerpo o alguna enfermedad o tal vez era alguna noticia que recibió pero todas las veces que la veía tenía una expresión de tristeza, esa mañana estaba frente al restaurante donde ayudaba en la cocina nose si esperaba que le habrían o solo descansaba después de caminar un largo rato realmente no lose.

Solo sabía que ella tenía un hijo pero después de él nose si había más, lo unico qe sabia era que tenia un hijo en la capital del país, que la llamaba de vez en cuando según me contó una vecina.

Ella vivía con su sobrino que su hijo no la llamaba seguido que tenía que trabajar para poder comer, la vida que llevaba me me daba una tristeza profunda pero yo no podía hacer nada era una adolescente que no tenía tiempo realmente, vivía con unos padres extrictos junto a mi abuela no podía salir a ningún lado excepto el colegio, vivía en una cárcel, por eso ver a la señora así me daba impotencia porque no podía hacer nada.

Siempre que me la cruzaba andaba de forma lenta, con si estuviera esperando algo, que la detuviera, a dejar de caminar y buscar el pan de cada día, ella no tenía suficiente plata, la gastava en medicamentos.

Su rostro marcado con arrugas por los años de vivió hacían ver más notorio su semblante de tristeza que cargaba en ella todos los días, nunca su sonrisa era completa, llena de felicidad o alegría, pues había un hueco en su corazón que no estaría lleno en mucho tiempo y desde años atrás desde que empezó a ser olvidada por sus hijos.

No tenía pareja pues creo que murió años atrás o fue madre soltera nose realmente solo me gustaría que deje de tener la expresión que marca su vida, porque para mi era evidente el peso que carga en su corazón.

La inmensa soledad que la rodea todos los días, sus ojos casi medios grises por su edad no tenían el brillo de una plena vida, eran decaídos como un rosa que se marchita al ser dejada olvidada en su florero no habiendo nadie quien le cambien el agua que la rodea, pero nadie haría eso.

Al parecer sus pichones ya aves adultas no se acordaban de ella o no le tomaban importancia, siempre andaba con la espalda encorvada, los años realmente le pasaron factura y aun así seguía viviendo, parecía aver pasado lo 85 años de vida.

Aun seguía viviendo esperando alguna llamada donde le digan como esta, si come bien, si las aves adultas que crio estarab bien o pasaran por algo pues a pesar de ser olvidada aun asi siempre se preocupa por los descendientes que tiene, porque es sangre de su sangre, las vidas que dio.

Un día desde la lejos la vi levantarse de la vereda donde descansaba siempre con la espalda encorvada y una caminata lenta que daba, yendo a su hogar, a una propiedad que no era suya, donde vivía por la amabilidad de un sobrino y en digusto de la pareja de este, que no la soportaba y mostraba su desagrado frente a ella, vivía con el constante dolor que sufría al ver que no era del todo aceptada en esa casa.

Esperaba su muerte lentamente, caminaba a la par de una tortuga en peligro y a la vez segura, cualquier cosa podría pasarle con el pasar de unos minutos o en cualquier segundo, sentía que ya no quería seguir aquí el olvido junto a la soledad eran muy fuertes para ella.

Un día, que iba a la tienda simplemente ya no me la cruce y así fue durante tres meses.

Hasta que me enteré que la anciana con semblante triste partió de este mundo mientras dormía, murió sin dolor, solo dejando un último aliento que susurraba al vacío de su habitación en una madrugada de silencio donde se oía hasta el susurro de del viento y luz de la luna en un oscuro cielo sin estrellas.

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