Bittersweet | Taegyu

treinta y siete ~

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Dejando de lado que lo había echado de su habitación, Taehyun estuvo en la cabeza de Beomgyu todo el tiempo que pasó escogiendo qué ponerse.

Incluso cuando seleccionó esos pantalones anchos que le recordaron a los que Taehyun usaría. Y cuando no tuvo que buscar más opciones porque se había decidido a esa. Además, mientras se hacía el maquillaje, recordó que Taehyun tiene una piel hermosa y que si él la tuviera no gastara tanto corrector en su rostro.

Pensó en él cuando la dicotomía entre zapatillas blancas y botas apareció ante su vista y pensó en que Taehyun le diría que solo irían a la casa de alguien, no debería esforzarse tanto, entonces escogió las zapatillas.

Y también cuando escogió un bodysuit azul marino y lo descartó porque sería mucha coincidencia aunque se moría de ganas por combinar ropa con él.

Lo admite, está muy enamorado. Tanto como puede estar un adolescente que aún va a la escuela y vive bajo el techo de sus padres. O quizá más de lo que debería, aunque no tiene punto de comparación porque no se había enamorado nunca.

Solo le gustaba gente. En la primaria una niña le parecía hermosa y solía observarla por la ventana del salón. Pero luego se hicieron amigos y la atracción pasó a cariño de amigos. O cada vez que veía a un chico guapo mayor en la calle o en el centro comercial y él y Sunoo empezaban a cuchichear mirando al pobre desconocido que no tenía la culpa de ser guapo.

El más reciente, Kai, que solo le parecía el chico más lindo de la escuela hasta que llegó Taehyun. Y con él todo era superficial y coqueteo público que nunca pasaba a lo privado. Con Huening experimentó cosas que cualquier adolescente intenta, como besar, coquetear con alguien y demás acciones del mundo romántico que los chicos tienen el afán de intentar.

Pero a Taehyun lo quería. Incluso si este era frío y a veces lo ignorara. O cuando tenía que tragarse sus sentimientos y actuar en papel de hermano. Y al verlo ser tierno con sus amigos, en especial con Yang, mientras que pasaba de él en el instituto.

A Taehyun lo quería más que para besarlo o coquetear con él aunque se muriera de ganas por hacerlo. Con él quería lo que tenían sus padres y esos pensamientos lo estaban matando.

Oyó que tocaban la puerta. —¿Estás listo? — escuchó que le preguntaban desde afuera.

Rápidamente tiró al closet todo lo que había echado a la cama cuando buscaba la ropa y se miró al espejo otra vez para cerciorarse de que su maquillaje estaba bien aplicando.

—Sí, puedes pasar —dijo luego de aclarar su voz.

—Mamá nos llevará, debemos bajar —anunció Taehyun mientras miraba su teléfono.

A su teléfono, no a él.

Necesitaba que lo mirara, que viera lo que llevaba puesto e hiciera un comentario halagador o que simplemente lo mirara fijamente como si fuese lo más bonito del mundo.

—¿Con quién hablas?

—Jungwonie.

Sus puños se apretaron a ambos lados de las caderas lastimando un poco sus palmas por las uñas largas.