Capitulo #1

71 8 0
                                    

Susan:
Hoy hace un mes que padre a muerto. Aún no me lo creo, hoy también se acabo el tiempo que me dio Arran para estar de duelo, no sé  cómo puede ser tan frio, entiendo que la muerte sea parte de la vida y que la muerte de padre estaba cerca por culpa de su enfermedad, pero aunque la esperábamos  me afecto de igual manera.
Mi hermano se ha hecho cargo del clan todo este mes y aunque prácticamente lo hacía antes de que padre muriera, desde que este no está ha podido tomar sus propias decisiones y cambiar algunas cosas que padre no quería, y todo va mejor.
Se que mi hermano será un gran señor para estas tierras y que nuestros hombres estarán felices de que sea él quien se quede al mando, es un gran líder, pero hay algo más, desde la muerte de padre me observa raro, algo cambió en su forma de mirarme, como si estuviera tomando decisiones que me incluyen todo el tiempo.
Hoy después de un mes, tendremos una conversación importante, todos estos días los he aprovechado para llorar y poner en orden mis ideas y sentimientos.

—Lady su hermano la espera a bajo—me dice Effie, una sirvienta.

—Enseguida me reúno con él—termino de alistarme y bajo, no sé qué me espera, pero algo me dice que no me va a gustar la conversación.

—Susan, te he dado un mes para que superaras la muerte de padre, pero ya es hora de que empieces a cumplir con tus obligaciones—me dice mi hermano caminado de un lado al otro de la sala, malo malo—yo no he tenido tiempo como tú para asumir nada, he tendido que seguir con mis obligaciones, así que espero que tengas consideración conmigo y no me des una de tus batallitas.

—¿Qué pasa Arran?, que es eso de mis obligaciones, te he ayudado en todo lo que he podido en la fortaleza, y lo sabes. ¿Por qué me vienes con eso de mis obligaciones?—no entiendo nada de lo que me habla.

—¿Sabes quien es el Laird Cailean MacLeod?—cómo no conocer a ese hombre, da miedo con solo verlo.

—Sí, sí lo conozco, de las veces que ha venido a tratar con padre, pero que tiene que ver Cailean con que yo cumpla mis obligaciones, creo que tanta responsabilidad te está haciendo daño en la cabeza—trato de bromear esperando la sonrisa cómplice de mi hermano que no llega, Arran  siempre ha tenido muy buen sentido del humor.

—Pues, está por llegar, viene a desposarse contigo—suelta así como si nada, y ahora sí que no entiendo nada—Mañana en la mañana serás la esposa de Cailean MacLeod.

—Estás loco, a qué viene esto Arran, ¿cómo que desposarme?. Padre jamás permitiría algo así, él estaría de acuerdo con que me casara por amor—le reclamó al punto del llanto, no puedo creer que mi hermano me haga esto.

—Padre ya no está, ahora el que toma las decisiones soy yo—hace una pausa y toma aire—por lo tanto mañana estarás casada y no hay discusión.

—Estás loco si crees que eso pasará—mis mejillas se llenan de lágrimas de odio—no me casaré con quien tú quieras y menos sin una explicación.

—No te debo ninguna explicación
Susan, ahora soy tu señor y me debes obedecer. Sube a tu alcoba y prepárate, esta noche tendremos una cena con tu futuro marido.

En cuanto termina de hablar corro escaleras arriba, siento que me falta el aire y me duele el pecho. No puede ser verdad, esto no me puede estar pasando. Padre jamás hablo de un matrimonio por conveniencia, de hecho nunca hablo de que tenía que desposarme, me dejaba ser feliz, pensé que Arren haría lo mismo.
¿Cómo me voy a desposar con Cailean MacLeod?. Es un tipo despreciable, da miedo, no es para nada caballeroso y ni se diga romántico, solo sabe dar ordenes a todos los que le rodean y para completar es un mujeriego de mucho cuidado. ¿Qué vida me espera al lado de un hombre así?.
No quiero ni pensar en eso, tengo que buscar la manera de impedir este matrimonio, pero la verdad es que no sé cómo, no puedo huir y desposarme con el amor de mi vida porque aún no le he conocido.

Hasta el amanecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora