𝐀𝐙𝐔𝐑 [𝓣𝓪𝓮𝓚𝓸𝓸𝓴]

18

Un cántico de amores
brota de mi pecho ardiente
que eterno Abril fecundo
de juventud florece.
¡Que mueran en buen hora
los bellos días! Llegue
otra vez el invierno;
renazca áspero y fuerte.
Del viento entre el quejido
cual mágico himno alegre
un cántico de amores
brota mi pecho ardiente. 

Pensamientos de Otoño - Armand Silvestre.

[...]

—Lo siento señor... Sí señor... Lo siento, es mi culpa... Esta bien señor, no se preocupe, lo está atendiendo el Doctor Kim NamJoon... Si... El Doctor Kim me dijo que todo estaría bien... Sí, ya llame a la Señora Jiwoo... Ella viene en camino, estará aquí pronto..

— Salgo mañana mismo, ese poco hombre pagará por lo que le hizo a mi cachorro, lo voy a refundir en la cárcel, cuida a mi bebé Taehyung.

Taehyung se puso firme como si estuviera haciendo saludo a la bandera o a un superior—. No me moveré ni un centímetro de aquí hasta que verifique que el este bien señor.

— ¡Ya deja de decirme Señor! ¡Llego mañana mismo! ¡adiós!

La llamada se corto y Taehyung relajo su cuerpo mientras llevaba una de sus manos hacia su cara. Luego de haber llegado al hospital Namjoon inmediatamente atendió a Jungkook y lo llevó a urgencias. Se encontraba inconsiente asi que solo podía soltar algunas feromonas y susurrarle que todo estaría bien. Minutos después fue llevado al quirofano, antes de entrar el doctor le dio una hoja donde Jungkook había firmado que ante cualquier complicación se priorizará la vida de sus bebés, la fecha que tenia aquel papel era de la última cita.
Cuando estaba un poco tranquilo llamó a la madre de Jungkook y le pidió de favor traer el bolso que anteriormente habían arreglado para el día del parto. La señora asustada ante lo poco que le había contado el alfa soltó en llanto confirmando que pasaría por la casa de su hijo con Hoseok.

— ¡Hermano! ¡¿Esta todo bien?! ¡¿Ya te dieron alguna noticia?!

Su hermana llegó gritando a mitad del pasillo, venía corriendo y detrás de ella venía Seokjin. Se paro frente a él algo agitada y lo envolvió en sus brazos, se dejó llevar unos minutos y luego se separo mientras arrugaba su nariz.

— No me gusta como hueles —su hermana alzó una ceja ante la confusión— Hueles a Seokjin, a que hicieron algo más que platicar.

— Yo, lo siento, te juro que te iba..—

Interrumpió a su hermana poniendo la palma de su mano frente a su cara—. Hablemos de esto después, ahorita solo quiero saber algo de Jungkook, ya va casi una hora y no dicen nada, mi lobo esta preocupado y quiero abrir de una patada esa maldita puerta para poder estar con él —dijo mientras pequeñas lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas.

— Necesito que te calmes, una cesaría podría tardar muchas horas, así que respira y exhala —le dijo su hermana mientras hacía un gesto con sus manos de tomar aire y después dejarlo ir.

— No quiero que le pase nada, ese alfa —empuño sus manos y sus feromonas se volvieron pesadas—, lo hubiera matado, este mundo hubiera estado mejor con uno menos.

— ¡Taehyung! —le regaño mientras dejaba un leve golpe en su espalda— ¿Quién iba a cuidar de JungKook si a ti te metían a la cárcel? ¿Eh? ¡Contéstame!